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Plan de este libro.

Vamos á exponer sucintamente los caractéres que permiten distinguir los documentos españoles auténticos de los falsos y de los sospechosos. Estos caractéres son de dos clases como hemos indicado al exponer el concepto de la Diplomática: unos que atañen al fondo del diploma é íntimamente ligados con él, no pueden desaparecer ni áun en las copias, sin que deje de perder fé por auténticas que sean: otros que se refieren á su parte externa, y cuya coherencia con los usos de la época en que se supone escrito el documento, es necesaria en los originales, pero puede desaparecer en las copias y desaparece de hecho en las transcritas en siglos posteriores, sin que por esta circunstancia dejen de ser fehacientes. Los primeros llevan el nombre de caractéres intrinsecos, y los segundos de extrinsecos.

Son extrínsecos: 1.o La materia en que se ha escrito el diploma. 2.° La forma que éste presenta. 3.o Los instrumentos gráficos. 4.o Las tintas. 5.° La forma de la letra. 6. Las abreviaturas. 7. Las signaturas ó rúbricas. Y 8.° Los sellos.

Son intrínsecos: 1.o La ortografía. 2.° El idioma. Y 3. Las cláusulas tanto formularias como esenciales de los documentos.

Por este órden reseñaremos sucintamente los caractéres diplomáticos en los siguientes capítulos.

CAPÍTULO PRIMERO

PRIMER CARÁCTER EXTRÍNSECO DE LOS DIPLOMAS

MATERIA ESCRIPTORIA

1. Materia escriptoria. - 2. Tablas arcillosas, enceradas y ceruseadas.-3. Papiro.-4. Pergamino.-5. Papel.-6. Papel sellado.

1. MATERIA ESCRIPTORIA.—El primero de los caractéres extrínsecos que siguiendo el plan que nos hemos propuesto debemos examinar, es la materia sobre que han sido escritos los documentos.

Prescindiendo de los metales y de las piedras que han servido en todas las épocas de la historia para perpetuar la escritura y que constituyen el objeto peculiar de la Epigrafía, y limitándonos á las materias que entran en el dominio de la Diplomática, habremos de estudiar las tablas arcillosas, enceradas y ceruseadas, el papiro, el pergamino y el papel.

2. TABLAS ARCILLOSAS, ENCERADAS Y CERUSEADAS. -En la Caldea y en la Asiria se acostumbró á

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escribir desde la antigüedad más remota en ladrillos de arcilla recien amasados, y los cuales una vez que habian sido grabados con el stilo, eran endurecidos merced á la accion del sol ó al calor de un horno.

Los griegos y romanos usaron para sus documentos de corta extension, especialmente para las misivas, unas tablillas ya recubiertas de cera (tabellæ encerata) sobre las cuales escribian con un punzon llamado stilo, ya pintadas con albayalde (tabellæ ceruseatæ.)

Las tablas enceradas recibian segun su mayor ó menor tamaño los nombres de tabulæ, de tabellæ, ó de pugillares: de citrate, eburneæ, membraneæ, segun su materia; de votivæ, testamentariæ, nuptiales, epistolares, etc., segun el asunto á que se referia su contenido; y por último, de duplices, triplices y códices (1), segun su número, cuando se reunian varias tablas para escribir un documento.

Las tablas ceruseadas ó recubiertas de albayalde, se escribian con el calamus ó caña, siendo su uso muy general en Roma y dando lugar, por su color, al nombre de álbum que se aplicaba al códice formado con varias de estas tablillas.

3. PAPIRO.-La película encerrada en el tallo triangular del papiro, planta de la familia de las Ciperáceas, que se producia abundantemente y sin cultivo alguno en las orillas del Nilo, proporcionó á los antiguos materia apta para recibir la escritura. Superponíanse dos de estas películas para que ofrecieran mayor resistencia con sus fibras perpendiculares entre sí, pegábanse con una sustancia cualquier a glu

(1) Plurium tabellarum, candex. -(Séneca, De brevitate vitæ.)

tinosa (1) y se prensaban luégo resultando hojas á propósito para escribir.

No eran todas las hojas de papiro de igual finura; las de los vegetales más jóvenes, y las interiores de los que habian alcanzado su total crecimiento, eran más finas y daban lugar á las diferentes clases de papiro con aplicaciones diversas.

El papiro más fino recibió primeramente el nombre de Hierático por destinarse á transcribir los libros litúrgicos y más tarde recibió el de Augusto por lisonja al conquistador de Egipto, así como la calidad inmediata recibió el de Lívico, de Livia, mujer del emperador. El papiro más basto recibió el de Emporético por destinarse á las necesidades del comercio.

Otras clases de papiro se conocieron en la antigüedad como el Claudio (del emperador Claudio), el Saítico así llamado porque se producia en Sais; el Anfiteátrico procedente de la fábrica del Anfiteatro de Alejandría, el Faniano, del nombre del fabricante Fannio Palemon.

Formábanse con estas hojas ya libros, ya rollos que á veces llegaban á tener extension de más de veinte metros.

El uso del papiro es de la antigüedad más remota. Champollion ha dado cuenta de documentos escritos en esta materia que alcanzan á la época de Moisés. Generalizóse el uso del papiro en Europa en la Edad Antigua y áun se procuró aclimatar la produccion de esta planta en Sicilia, si bien los esfuerzos que se hicieron resultaron ineficaces.

De todas maneras el papiró fué la materia más en uso para los documentos hasta el siglo VII, en el cual,

(1) Plinio sostiene que bastaba para ello el agua del Nilo.

conquistado por los árabes el Egipto, dejó este país de explotar la industria del papiro.

Aunque la carencia de documentos de la época visigoda no nos permite hacer afirmaciones absolutas, podemos suponer que en España, lo mismo que en Francia é Italia, se usó hasta el siglo VII el papiro con preferencia al pergamino para la escritura de los diplomas.

Los únicos documentos en papiro conservados en archivos españoles, son unas doce bulas pontificias de los siglos IX, X y XI pertenecientes á las iglesias de Vich, Gerona y Seo de Urgel y á los antiguos monasterios de San Cucufate del Vallés y de Ripoll.

De todas ellas se hace mencion detallada en el tomo I de las Memorias de la Academia de Bellas Letras de Barcelona.

4. PERGAMINO.-La escritura en pieles es muy antigua, tanto por lo menos como el uso del papiro al cual sobrevivió (1). El nombre de pergaminos que recibieron las pieles preparadas para la escritura, es debido á la justa celebridad que por los adelantos en su fabricacion alcanzó la ciudad de Pérgamo, uno de los centros de esta industria que más prosperaron en la Edad Antigua.

Los romanos conocierón la piel preparada para es

(1) Herodoto dice que los Jonios llamaban á los libros diphtheros (de drplepa, despojos de animales) porque sus folios eran pieles de cabra ó de carnero. Diodoro Sículo afirma que los antiguos persas escribian sus anales sobre pieles. Ambos testimonios y principalmente el de Herodoto, quien como es sabido, floreció en el siglo V ántes de J. C., destruyen la opinion, acogida por casi todos los autores, que atribuye á Eumenes II (198 á 157 años antes de J. C.), ó á su sucesor, Atalo II, la invencion del pergamino.

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