tamento de Retalhuleu. El Gobierno, siempre activo y celoso por los intereses, del pueblo, envió de esta Capital y en cuanto tuvo noticia de tan fatal calamidad, una comisión de facultativos compuesta por los Doctores don Carlos A. Alegría y don Ernesto Mencos, para que, presenciando algunos casos, pudiesen informar si la enfermedad reinante en dicha localidad era realmente la fiebre amarilla. La respuesta de estos señores facultativos se encuentra en el periódico "La Escuela de Medicina" número 9, tomo III. Según ese informe, parece probable, que la fiebre fué importada por una señorita proveniente de la República de El Salvador, que llegó á Retalhulen el día 15 de junio de ese mismo año (1895) y murió después de 38 horas de estancia en la localidad, con vómitos sospechosos y color ictérico pronunciado de la piel. El Doctor Jaramillo fué nombrado médico del lazareto que se improvisó en la ciudad de Retalhuleu, y el Doctor don Narciso Sardá R. del de San Antonio Suchitepéquez. Ambos Doctores demostraron mucha actividad, y el señor Sardá emitió, post epidemiam, un extenso informe dirigido al señor Ministro de Gobernación y Justicia, sobre la epidemia de San Antonio Suchitepéquez, en el cual pone de relieve sus extensos conocimientos y su acreditada competencia; este informe fué impreso y publicado en folleto especial por cuenta del Ministerio de Gobernación y Justicia y reproducido en el periódico "La Escuela de Medicina." Como siempre lo ha acostumbrado, la tos ferina aparece en 1897 haciendo estragos en los niños; con ese motivo el Decano de la Facultad comisionó, el día 28 de mayo de ese mismo año, al señor Doctor don Luis Toledo H, para que emitiese un informe, de actualidad, sobre la profilaxia y el tratamiento de la tos ferina. El señor Toledo H. cumplió el encargo que se le hizo, emitiendo un interesante informe que fué publicado en el periódico de la Facultad, número 3 correspondiente al 31 de mayo de 1897. En 1899 aparece la influenza en Guatemala. Esta enfermedad que es muy conocida en la República, tiene verdadera simpatía por nuestra gente, simpatía que le es en parte correspondida; de manera que cada vez que la influenza se presenta por acá, le sobran lugares de hospedaje que ella no desprecia, dando por resultado que después de algunos días se encuentren con rempujón algunas añejas damas. Desde el año de 1897 había aparecido el tifus en Quezaltenango, aumentando paulatinamente, hasta tomar, en el año 1900, tales proporciones, que fué necesario instalar un lazareto para los atacados. "Las fatigas, las grandes jornadas, las emociones morales, ocupan ancho lugar en la etiología del tifus: prueba de ello es la epidemia de Quezaltenango. Entre nosotros, á Dios gracias, no se encuentran esa miseria y pobreza espantosas que aflige à las grandes poblaciones europeas Los barrios de la rica Nelajú no son tan pobres ni tan sucios, pues ni los alimentos faltan ni el agua escasea; fueron otras las causas de esta epidemia mortifera. Sabido es que nuestros vallentes sollados, tan sufridos como son, cuya rasión alimenticia en tiempo de campaña estasɛa, y enya limpieza en este tiempo deja mucho que desean, legaren, despues de 25 dias de fatigas y combates, á un lugar donde los cadaveres habian permanecido más de enstro dias insepultos, esparciendo á lis enatro vientos los productos y emanadi nes de su dese,mposidón. Un ejército numeroso haba permanecido mucho tiempo en la ein lad, los viveres habian escascade; per consiguiente Lalia un exceso de poblacion, pues aderas de la que vivia alli antes de la guerra, con la llegada de las tropas de l ́s departamentos beligerantes antes Taba un exceso de exersion y una gran falta de viens agrando alemis las fatigas y emociones de todo aquelet neito enyas marebas y Contramarclas habian szólóiado a sus soldados en malas que es el mas pobre, mal aliment En el 15% 1895, 1 C: en respectivamente mas los intel peores y don Robert 10 En el af le sentando sus males Capital. Durante Lui interna cio de cirugía del Hospita. General, y médico-quirúrgicos del Hospital Militar, tuve ocasión de asistir gran número de atacados, habiendo sido tal la cantida de éstos, entre los militares, que se les dedico un salo21 especial, situado en la esquina S. O, del edificio, Laa tiebre urliana hizo verdaderos destrozos, sino por la mortalidad. que según sé, no murió ni un sólo individuo de esta enfer medad, sí por las fatales consecuencias que nearren y ques todo el mundo médico conoce. He concluido el capítulo donde me propuse dar algunos datos. Guatemala y que he podido aver goki andone ligeYON, WODNE las eodem.2* 4* ha habido en 2 |