HONORABLE JUNTA DIRECTIVA,

SEÑORES:

Cual meteoros luminosos que, de cuando en vez, han cruzado nuestro límpido cielo, rompiendo con su pálida luz el majestuoso velo de la noche, hanse oído leves murmullos sobre los adelantos que, en las ciencias médicas, alcanzaron nuestros antepasados.

Convencido de que para conocerse á sí mismo es necesario conocer á su ascendencia, y que, conociéndose á sí mismo puede uno conocer mejor y apreciar en su justo valor los adelantos de los extraños, siempre tuve en mi mente la idea, sinó de escribir, por lo menos de seguir todas las pesquizas que estuviesen á mi alcance para obtener luz sobre la "Historia de la medicina en Guatemala."

He aquí el tema que me ha tocado desarollar y el cual, con la timidez del que por primera vez se presenta en la arena del gladiador, tengo el honor de someterlo á vuestro ilustrado criterio. Si no os pido indulgencia, no es por orgullo ó miserable vanidad, es porque en vosotros ciencia y benevolencia son lemas que acompañan vuestros nombres: la primera os indicará los múltiples obstáculos que hube de vencer para desarollar, siquiera medianamente, el tema que me encargásteis, en mucho superior á mis raquíticas fuerzas, y la segunda encubrirá los múltiples errores, hijos de la imperfección que carecteriza al principiante.

Este trabajo me fué tanto más difícil de hacer, cuanto que para llevarlo á cabo, hube de luchar casi solo, sostenido por mis fuerzas; solicité apoyo científico, pidiendo datos históricos; pero algunos me lo negaron, sinó con respuesta franca y precisa, sí disimulada, pretestando que van á escribir sobre el mismo asunto! Miserable egoísmo que corroes el corazón de los hombres dotados de algún talento: pero que son pobres de espíritu!

Antes de concluír, séame permitido dar aquí las más expresivas gracias al Supremo Gobierno de la Nación, por el eficaz apoyo que me prestó, para llevar á cabo la impresión de mi humilde tesis.

HE DICHO.