Imágenes de páginas
PDF
EPUB

El año de 1829 obtuvo el título de Licenciado en Medicina, un año después de haberse recibido de Bachiller en Medicina; pero no bastándole esto y deseando hacer más completos sus estudios, se dirigió á Europa con ese objeto, el año de 1830, obteniendo el título de doctor el 12 de enero de 1833, en la facultad de París.

Obtenido el título de Doctor se dirigió á Guatemala, á este pedazo de tierra que desde su niñez hasta su muerte fué su adorada Patria.

De regreso á su Patria, prestó importantes servicios en la terrible epidemia de cólera el año 1837.

La Junta de Sanidad (1837), viendo que el número de médicos ya no era suficiente para auxiliar á todas las poblaciones que se encontraban infestadas, acordó, en 15 de abril, enviar 12 sujetos con el sueldo de $ 3 diarios. Estos sujetos recibieron las instrucciones indispensables para tratar á los coléricos del doctor C. José Luna, y fueron despachados inmediatamente que tuvieron suficientes conocimientos.

Al doctor don Quirino Flores se le dió la comisión de ir á Petapa á auxiliar á los coléricos, pero habiendo pretextado que estaba enfermo, se presentó voluntariamente para sustituírlo el doctor Luna.

El doctor Luna fué á Petapa, donde además de auxiliar á los enfermos, dió lecciones sobre profilaxcia del cólera y manera de tratar á los coléricos, tomó 7 observaciones muy importantes, regresando á prestar sus servicios á la capital.

No satisfecho aun con sus bastos conocimientos, el doctor Luna se dirigió á París, á principios del año de 1845, con el único objeto de profundizar sus estudios, y durante los 20 meses que estuvo, solo se ocupó en asistir á los hospitales y visitar las escuelas de Medicina.

De regreso á su Patria, introdujo grandes reformas que ya iremos enumerando.

El año de 1846 trató un reumatismo del cual padecía el doctor don Juan Maximino Echeverría, por un nuevo y precioso medicamento, que hoy día es de uso general: el yoduro de potasio.

Durante la epidemia de cólera del año de 1857, el doctor don José Luna prestó importantes servicios, ya como 1

er

Vocal de la Junta de Sanidad que se instaló el día 16 de julio del mismo año, ya como médico del lazareto de Jocotenango. Esta epidemia nos arrebató al doctor don Quirino Flores, Protomédico de Guatemala, nombrado para sustituirlo al doctor don José Luna, motivo por el cual, y de conformidad con las leyes que entonces regían, hubo de doctorarse en Guatemala ese mismo año.

Como Profesor de la Universidad fué notable en sus lecciones, sirviendo ad honorem la clase de Historia Natural, Partos y Vendajes; más tarde fué nombrado por el doctor Gálvez Catedrático de Prima de Medicina y Cirujano Mayor del Ejército; después desempeñó las cátedras de Obstetricia, Patología Interna y Clínicas.

Dejó el Protomedicato el año de 1872. Aquí en Guatemala él fué el primero que usó el sulfato de quinina contra las diarreas que sobrevienen á los coléricos, las inyecciones hipodérmicas, la eterización y cloroformización, el litotritor, el licor de Sistach, las píldoras de Segond, etc.

Murió en medio de la admiración y á la avanzada edad de 83 años, el día 25 de abril de 1888.

[merged small][graphic][merged small]

Doctor Don Francisco Abella

Guatemala ha tenido en todas épocas personalidades notables en los distintos ramos de la ciencia.

Si muchos de ellos no llegaron á alcanzar la popularidad á que deben ser acreedores, es, indudablemente, porque en vida fueron modestos en extremo.

Hoy apenas recordamos los nombres de los eminentes doctores Esparragosa, Pacheco, Luna y otros que son legítimas glorias de nuestra patria.

Vamos á comenzar hoy una serie de pequeñas biografías de algunos ilustres personajes guatemaltecos.

La personalidad con cuyo nombre encabezamos estas líneas, es, desde cuaquier punto de vista que se le considere, una figura simpática y respetable en Guatemala.

Es nuestro deseo, al escribir los presentes apuntes biográficos, coadyuvar, en cuanto nos sea posible, á que se conozcan, por nuestra juventud estudiosa, los altos merecimientos de muchos hombres notables que este país ha tenido.

A los hombres que, por su vida lavoriosa y honrada, llegaron á adquirir brillante posisión social, se les debe tributar siempre los honores á que les hace acreedores sus virtudes.

Don Francisco Abella nació en Flores, Petén, el 3 de diciembre de 1809. Fué hijo legítimo del Teniente Coronel y Caballero de la Gran Cruz de San Hermenegildo de España, don Luis Abella y de doña Antonia del Valle de Flores de Abella.

El año de 1819 principió sus estudios de primeras letras en el colegio que entonces regenteaba en la Antigua Guatemala el inolvidable educador don Miguel Marroquín.

Continuó sus estudios elementales en el Colegio Tridentino que dirigió, en esta capital, el Canónigo doctor don Antonio Cróquer.

El año de 1826 comenzó á estudiar Filosofía en la Pontificia Universidad de Guatemala, recibiendo el título de Bachiller, el 4 de febrero de 1828.

« AnteriorContinuar »