Biblioteca selecta de literatura española: o Modelos de elocuencia y poesia, tomados de los escritores mas célebres desde el siglo XIV hasta nuestros dias, y que pueden servir de lecciones prácticas á los que se dedican al conocimiento y estudio de esta langua, Volumen4Lawalle joven y sobrino, 1819 |
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Página 56
... reynos y los reyes ; Ahora en instrumento menos grave Canto de amor suave Las iras y desdenes , Los males y los bienes , No del todo olvidado El fiero taratántara templado • Con el silbo de pífano sono ro . Vosotras 56 CUENTOS Y FRAGMENTOS.
... reynos y los reyes ; Ahora en instrumento menos grave Canto de amor suave Las iras y desdenes , Los males y los bienes , No del todo olvidado El fiero taratántara templado • Con el silbo de pífano sono ro . Vosotras 56 CUENTOS Y FRAGMENTOS.
Página 57
... canto La guerra , los amores y De dos Gatos valientes . accidentes Tú , Don Lope , si acaso Te deja divertir por el ... Cantó un soneto en voz medio formada En la arteria DEL GENERO FESTIVO . 51.
... canto La guerra , los amores y De dos Gatos valientes . accidentes Tú , Don Lope , si acaso Te deja divertir por el ... Cantó un soneto en voz medio formada En la arteria DEL GENERO FESTIVO . 51.
Página 167
... canto , No buscando las yerbas fabulosas . Cuando la noche tiende el negro manto ; Antes lo transformais con otras cosas Poniendo las cabezas en arquillas , Yo no digo que bien , pero olorosas . ¿ Quien podrá numerar las garrafillas ...
... canto , No buscando las yerbas fabulosas . Cuando la noche tiende el negro manto ; Antes lo transformais con otras cosas Poniendo las cabezas en arquillas , Yo no digo que bien , pero olorosas . ¿ Quien podrá numerar las garrafillas ...
Página 262
... cantos de cigarra , Hechos pobres mendigantes Del Albazin ál Alhambra . Si importa zelar los nombres Porque lo impiden las causas , ¿ Porqué no vais á buscarlos A las selvas y cabañas , A las banderas francesas , O á las legiones ...
... cantos de cigarra , Hechos pobres mendigantes Del Albazin ál Alhambra . Si importa zelar los nombres Porque lo impiden las causas , ¿ Porqué no vais á buscarlos A las selvas y cabañas , A las banderas francesas , O á las legiones ...
Página 291
... canto sea , Cuando tras Dafne intrépido arremete . La locura tambien faetontea Describirás , y el piélago combusto , Que en flagrantes ardores centellea . O cómo gruñirás , censor adusto Al notar de estas obras los primores , La ...
... canto sea , Cuando tras Dafne intrépido arremete . La locura tambien faetontea Describirás , y el piélago combusto , Que en flagrantes ardores centellea . O cómo gruñirás , censor adusto Al notar de estas obras los primores , La ...
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Términos y frases comunes
aire alago alegre aliento alma amigo amor anelo ánimo Aqueronte aqueste arcabuz ardiente azero Beaume blando brazos buen campo canto Cartago ciego cielo conoze corre creze decia deja despues dice digo dijo dolor dulce duro ejérzito ejerzizio enemigo espada espanto estraña eterno fama fázil feroz fiero fortuna Francisco Bances Candamo fuego fuerza furor gato gente gloria habia halla hazer hermosa hijo hizo honor humilde Huye infeliz jamas lijero llama llega lleno llora Lope de Vega luego Magüer mano Marramaquiz Matos Fragoso mereze mira miserable Mona morir muda muerte muger mundo murió nazió nazion necio Ninfa nombre Numancia ofizio ofreze ojos ondas padre Paraque pareze paso pecho piélago Pluton quiero Rengo reyno sangre soberbio sombra suelo suerte Sulca tambien Tártaro temblar Temis tenia tierno tierra triste turba vano venzer verdad vicio viendo viento virtud vivo vuelo yaze yelo Zapaquilda zelos zeloso
Pasajes populares
Página 345 - ¿Qué? ¿Podencos dices? Sí, como mi abuelo. Galgos y muy galgos, bien vistos los tengo. » — Son podencos: vaya, que no entiendes de eso. —Son galgos te digo. —Digo que podencos.
Página 390 - Un ángulo me basta entre mis lares, un libro y un amigo, un sueño breve, que no perturben deudas ni pesares, Esto tan solamente es cuanto debe naturaleza al parco y al discreto, y algún manjar común, honesto y leve.
Página 158 - Sin libros y sin papeles, sin tratos, cuentas ni cuentos, cuando quieren escribir piden prestado el tintero. Sin ser pobres ni ser ricos tienen chimenea y huerto; no los despiertan cuidados, ni pretensiones, ni pleitos; ni murmuraron del grande ni ofendieron al pequeño; nunca, como yo, firmaron parabién ni pascuas dieron. Con esta envidia que digo y lo que paso en silencio, a mis soledades voy, de mis soledades vengo. ¡Pobre barquilla mía entre peñascos rota, sin velas desvelada y entre las...
Página 314 - Llevaba en la cabeza una lechera el cántaro al mercado con aquella presteza, aquel aire sencillo, aquel agrado, que va diciendo a todo el que lo advierte: "¡Yo sí que estoy contenta con mi suerte!
Página 7 - Un soneto me manda hacer Violante, que en mi vida me he visto en tal [aprieto : catorce versos dicen que es soneto ; burla burlando van los tres delante. Yo pensé que no hallara consonante, y estoy a la mitad de otro cuarteto; mas si me veo en el primer terceto, no hay cosa en los cuartetos que me es[pante. Por el primer terceto voy entrando, y aun parece que entré con pie derecho, pues fin con este verso le voy dando.
Página 125 - Ciego que apuntas y atinas. Caduco dios y rapaz Vendado, que me has vendido, Y niño mayor de edad, Por el alma de tu madre. Que murió siendo inmortal, De envidia de mi señora. Que no me persigas más. Déjame en paz, Amor tirano, Déjame en paz.
Página 387 - El ánimo plebeyo y abatido elija, en sus intentos temeroso, primero estar suspenso que caído; que el corazón entero y generoso al caso adverso inclinará la frente antes que la rodilla al poderoso.
Página 389 - ¿Será que pueda ver que me desvío De la vida viviendo, y que está unida La cauta muerte al simple vivir mío? Como los ríos, que en veloz corrida Se llevan a la mar, tal soy llevado Al último suspiro de mi vida.
Página 315 - Con este pensamiento enajenada, brinca de manera que a su salto violento el cántaro cayó. ¡Pobre Lechera! ¡Qué compasión! Adiós leche, dinero, huevos, pollos, lechón, vaca y ternero. ¡Oh loca fantasía, qué palacios fabricas en el viento!
Página 339 - Echó el Oso, al oir esto, Sus cuentas allá entre sí, Y con ademan modesto Hubo de esclamar así: Cuando me desaprobaba La Mona, llegué á dudar: Mas ya que el Cerdo me alaba, Muy mal debo de bailar.