buena que esta, donde tenia un muy hermoso jardin, con ciertos miradores, que salian sobre él, y los mármoles, y losas de ellos eran de jaspe, muy bien obradas. Habia en esta casa aposentamientos, para se aposentar dos muy grandes príncipes, con todo su servicio. En esta casa tenia diez estanques de agua, donde tenia todos los linages de aves de agua, que en estas partes se hallan, que son muchos, y diversos, todas domésticas: y para las aves, que se crian en el mar, eran los estanques de agua salada: y para las de rios, lagunas de agua dulce; la cual agua vaciaban de cierto á cierto tiempo, por la limpieza, y la tornaban á henchir por sus caños: y á cada género de aves se daba aquel mantenimiento, que era proprio á su natural, y con que ellas en el campo se mantenian. De forma, que á las que comian pescado, se lo daban, y las que gusanos, gusanos, y las que maiz, maiz, y las que otras semillas mas menudas por consiguiente se las daban. Y certifico á Vuestra Alteza, que á las aves, que solamente comian pescado, se les daba cada dia diez arrobas de él, que se toma en la laguna salada. Habia, para tener cargo de estas aves, trecientos hombres, que en ninguna otra cosa entendian. Habia otros hombres, que solamente entendian en curar las aves, que adolecian.* Sobre Esta proliji dad, y gasto no es fácil referirlo de otro soberano. cada alberca,y estanques de estas aves, habia sus corredores, y miradores, muy gentilmente labrados, donde el dicho Muteczuma se venia á recrear, y á las ver. Tenia en esta casa un cuarto, en que tenia hombres, y mugeres, y niños, blancos de su nacimiento en el rostro, y cuerpo, y cabellos, y cejas, y pestañas. Tenia otra casa muy hermosa, donde tenia un gran patio, losado de muy gentiles losas, todo él hecho á manera de un juego de Ajedréz. Y las casas eran hondas, cuanto estado, y medio, y tan grandes como seis pasos en cuadra: y la mitad de cada una de estas casas era cubierta el soterrado de losas, y la mitad que quedaba por cubrir, tenia encima una red de palo muy bien hecha: y en cada una de estas casas habia un ave de rapiña, comenzando de cernícalo, hasta á águila, todas cuantas se hallan en España, y muchas mas raleas, que allá no se han visto. Y de cada una de estas raleas habia mucha cantidad: y en lo cubierto de cada una de estas casas habia un palo, como alcandra, y otro fuera, debajo de la red, que en el uno estaban de noche, y cuando llovia: y en el otro se podian salir al sol, y al aire á curarse. A todas estas aves daban todos los dias de comer gallinas, y no otro mantenimiento. Habia en esta casa ciertas salas grandes bajas, todas llenas de jaulas grandes, de muy gruesos maderos, muy bien labrados, y encajados: y en todas, ó en las mas habia leones, tigres, lobos, zorras, y gatos de diversas maneras :* y de todos en cantidad, á las cuales daban de comer gallinas cuantas les bastaban. Y para estos animales, y aves habia otros trecientos hombres, que tenian cargo de ellos. Tenia otra casa donde tenia muchos hombres, у mugeres monstruos: en que habia enanos, corcobados, y contrahechos, y otros con otras disformidades, y cada una manera de mónstruos en su cuarto por sí. Y tambien habia para ests, personas dedicadas para tener cargo de ellos. Y las otras cosas de placer, que tenia en su ciudad, dejo de decir por ser muchas, y de muchas calidades. La manera de su servicio era, que todas XXXIV. Del los dias luego en amaneciendo eran en su casa de Muteczu modo de vivir ma, y su trage. con que era de seis cientos señores, y personas principales, Ceremonias los cuales se sentaban, y otras andaban por servido, y orunas salas, y corredores, que habian en la guardaba cu den, que se ando salia de dicha casa, y allí estaban hablando, y pisan- palacio. De todos estos animales hay en este pais, en tierra caliente, de comer al dicho Muteczuma, asimismo lo traian á todos aquellos señores tan complidamente, cuanto á su persona, y tambien á los servidores, y gente de estos les daban sus raciones. Habia cotidianamente la dispensa, y botillería abierta para todos aquellos, que quisiesen comer, y beber. La manera de como les daban de comer, es que venian trecientos, ó cuatrocientos mancebos con el manjar, que era sin cuento, porque todas las veces, que comia, y cenaba le traian de todas las maneras de manjares así de carnes, como de pescados y frutas, y yerbas, que en toda la tierra se podian haber. Y porque la tierra es fria traian debajo de cada plato, y escudilla de manjar un braserico con brasa, porque no se enfriase.* Ponianle todos los manjares juntos en una gran sala, en que él comia, que casi toda se llenaba la cual estaba todo muy bien esterada, y muy limpia: y él estaba asentado en una almohada de cuero pequeña muy bien hecha. Al tiempo, que comian estaban allí desviados de él cinco, ó seis señores ancianos, á los cuales él daba de lo que comia. Y estaba en pie uno de aquellos servidores, que le ponia, y alzaba los manjares, y pedía á los otros, que estaban mas á fuera, lo que era necesario para el ser *Causa admiracion este primor de las naciones mas cultas. |