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I

Las rivalidades y ambiciones desatadas entre las principales potencias para recoger la herencia de Carlos II se resolvieron bajo la hábil dirección de Luis XIV, recayendo el trono de España en su nieto Felipe V.

Para conocer los medios de locomoción empleados en los primeros viajes de su reinado debe consultarse la voluminosa obra de 712 páginas titulada Svccession de el Rey D. Phelipe V Nuestro Señor en la Corona de España. Diario de sus viajes desde Versalles á Madrid. El que executó para sv feliz casamiento. Jornada á Nápoles á Milan y á su exercito. Sucessos de la campaña y su bvelta á Madrid.

Escribió este libro por orden suya el Marqués de Ribas, dedicándolo á la Reina en una epístola altisonante y empalagosa que revela el mal gusto literario de la época. (1) Pero encierra tal lujo de detalles concernientes á las ceremonias y costumbres palatinas que las personas curiosas ó aficionadas á este linaje de asuntos encontrarán en la minuciosa crónica un verdadero arsenal de datos concernientes á las Cortes del Rey Sol y de España.

El 4 de Diciembre de 1700 emprendió Felipe V la jornada para Madrid, acompañándole en su carroza el Rey Cristianísimo desde Versalles al Castillo de Sceaux, y formaban la comitiva los Príncipes de la Sangre y lo más florido de la nobleza francesa. Continuó el viaje por Chartres, Tours, Orleans, Blois y Amboisse, alcanzándole en esta población el Duque de Osuna, que partió de Madrid por la posta. El

(1) Señora. Consagro á Vuestra Magestad la memoria de las fatigas de un Rey Amante de sus Vassallos, que se expressan en esta dilatada Relacion, y se compendian con dezir, que al Reynar Su Magestad, deshizo las densas Nubes que fueron Velo al Sol que alumbraba en esta Monarquia, amaneciendo en ella por el Oriente successivo á aquel Ocaso, dexando apacible y sereno el dilatado Emispherio de sus Dominios con los afanes de registrar Tierras, Mares y Exércitos luciendo Español Phebo en sus propios Resplandores. Y siendo Vuestra Magestad (Señora) el desempeño del mayor reconocimiento y que mejor que todos sabe á lo que el Rey se ha expuesto por sus Vassallos no pudiendo ninguno corresponderle ni yo con acierto escrivirlo pongo á los pies de Vuestra Magestad esta diaria Relacion para que sucessos en que se interesó tanto lleguen mas apreciables y gustosos por su Real mano á la noticia de Su Magestad, etc

de Alba marchó también con un lucido séquito por el camiAlba no de Navarra.

A pesar de las buenas carreteras que había en Francia en el comienzo del siglo pasado se hacía la expedición con gran calma, principalmente á causa de las fiestas y agasajos preparados en el tránsito. El 16 salieron á esperarle á una legua de Poytiers el Mariscal de Estreés y mas de mil caballeros ricamente vestidos, montados en vistosos caballos. De Blaye á Burdeos viajaron en un batel remolcado por cuatro chalupas con 25 remeros cada una, vestidos de damasco azul y plata y seguidos de numerosas embarcaciones engalanadas que conducían varias músicas, y de gran número de barcos franceses, ingleses, holandeses y de otros pabellones.

Se le reunió en Burdeos el Embajador extraordinario D. José Fernández de Velasco, Condestable de Castilla, el cual se encaminó de Madrid á Burgos llevando crecido número de coches y de criados de librea vestidos de paño negro con los cabos correspondientes. Partieron también de la Corte las dependencias de la Casa Real que se juzgaron necesarias para recibir al Soberano en la frontera, y causa asombro el numeroso personal que formaba el séquito. (1)

Ultimados todos los preparativos, concurrieron á Palacio el día 30 de Diciembre las personas designadas para la jornada y bajaron á tomar los coches. «Marchaban delante quatro clarines y dos Timbales con la librea del Rey, Vanderolas y Frisos con sus Reales Armas; seguían dos Esquadras de Soldados de las Guardas; iban despues vna Carroça de Terciopelo verde y una Estufa de lo mismo, ambas para la Real persona de Su Magestad, vna Carroça tambien de terciopelo verde para el respeto; tras este Coche iba vna

(1) Consta la relación de los individuos y de las siguientes dependencias: Capilla Real Casa Real. Secretaria del Despacho. Paneteria y cereria. Caba, Potegeria y buferia. Sauferia. Fruteria, Guardamangier. Cocina. Tapiceria. Furriera. Maestria de la Cámara. Oficio de contralor Médicos de Familia. Cirujanos y sangrador. Ministros de justicia. Guardia de Corps. Guardia española. Guardia alemana. Cámara. Botica. Escuderos de á pie.

Litera de terciopelo verde para Su Magestad y despues el Coche de los Gentiles-Hombres de Cámara y Mayordomos y otras dos Literas y catorce Coches con los demas Criados que debian ir en ellos y algunos vacios para la Familia que venían sirviendo á Su Magestad, y veintinueve Calesas y doscientas y treinta mulas de passo con las de vacio para los criados.>>

Se trazó el itinerario por Alcalá, Guadalajara, Jadraque, Berlanga, Aranda de Duero, Lerma, Burgos, Bribiesca, Miranda, Vitoria, Mondragón, Villa-Real, Tolosa, Hernani é Irún con 17 jornadas comprendidas entre 4 y 8 leguas de recorrido. Como de costumbre, cuando se preparaba el paso de las comitivas regias, trasmitieron los corregidores las órdenes del Consejo de Castilla para el arreglo de la calzada. En el archivo de Tolosa de la Diputación foral de Guipúzcoa se custodia el expediente instruído en 1701 <relativo á la reparación de los caminos de esta Provincia para el tránsito del Rey D. Felipe V.»>

El 24 de Enero salió Felipe V de Irún y aunque se señalaron también 17 días para recorrer el camino, como hubo algunas detenciones por el mal tiempo y las funciones preparadas en Burgos y otras poblaciones, tardó 25 días en el viaje llegando á Madrid el 18 de Febrero.

Acordado el matrimonio del Rey con la Princesa María Luisa de Saboya partió de Madrid para Zaragoza y Barcelona el 5 de Septiembre de 1701 con un séquito mucho más numeroso que el de la jornada de Irún, puesto que constaba de la Casa del Rey y de la Casa de la Reina ocupando doce páginas del libro la lista de los principales funcionarios y la reseña de las dependencias del cortejo.

El tren de la Caballeriza se componía de 300 caballerías, 14 coches y 2 literas para el Rey y una carroza tallada y dorada, una litera, una silla de manos, dos carrozas de terciopelo y doce coches para la Reina. El itinerario se señaló por Alcalá, Guadalajara, Algora, Daroca, Cariñena, Zaragoza, Pina, Lérida, Cerbera, Igualada, Martorell y

Barcelona con 23 etapas y recorridos de 2 á 7 leguas, bastando á nuestro propósito consignar que todo el viaje se hizo en coche, aunque no se debe olvidar que en tales ocasiones se obligaba á los pueblos á componer los caminos originándose gastos cuantiosos, según ha de comprobarse más adelante aun para otra jornada realizada un siglo después, cuando había mejorado notablemente el estado de las vías de comunicación.

Felipe V llevó luto ocho meses por la Reina María Luisa habiéndose concertado su segundo matrimonio con D.a Isabel de Parma bajo los auspicios de la Princesa de de los Ursinos y del Abate Alberoni.

Al término de las espléndidas fiestas con que se celebraron en Parma los esponsales emprendió el camino para la Corte el 22 de Septiembre de 1714 llegando el 30 á Sistri en donde se embarcó haciendo en seis horas la travesía hasta Génova.

Debió ser muy penoso el efecto que le produjó el mareo, porque al poner el pie en tierra declaró que había terminado su hospedaje á bordo, poniendo en consternación á su séquito con la perspectiva del larguísimo y penoso viaje terrestre, y sobre todo, con la desobeciencia al plan trazado por el Rey, según el cual, debía dirigirse con la Escuadra al puerto de Alicante. Tres meses en coche con algunos intérvalos en litera en el paso de los Apeninos-invirtió la Reina por evitar una navegación corta.

Salió la Princesa de los Ursinos á esperarle en Jadraque vestida de gala, y á pesar de que esto ocurría el día de Noche buena, demostró su tesón la Soberana haciéndola escoltar con dragones hasta la frontera para que no pudiera disputarle el influjo sobre el Rey. «Era en efecto la buena parmesana, dice Gebhardh, la princesa más ambiciosa de Europa y estaba dotada de la arrogancia espartana, de la tenacidad inglesa, de la astucia italiana y de la vivacidad francesa.» (1)

(1) Viajes regios por mar por D. C. Fernández Duro. Viaje de la Reina D." Isabel Farnesio.

II

Es también muy curioso el viaje á Moscovia realizado en 1727 por el Duque de Liria y Xérica.

Partió de Madrid el 10 de Marzo á caballo y en posta llegando á Zaragoza el 12 á medio día de donde salió el 26, el 28 comió en Lérida y el 29 en Tárraga; cansado de ir despacio volvió á tomar la posta y durmió en Igualada después de caminar 14 leguas. El 30 entró en Barcelona acompañado del Capitán General que salió en coche á su encuentro. (1)

Embarcóse en aquel puerto, pero el mal estado del mar le indujo á saltar á tierra entre Marsella y Tolón contraviniendo las órdenes recibidas de no tocar en territorio francés. No le quisieron dar caballos del servicio de postas sin la licencia del Gobernador, por lo cual, alquiló para él y su comitiva dos calesas en las que resultaron sus cuerpos mucho más molidos que á caballo por el indigno movimiento y los malos caminos. (2)

A veces por la posta y otras por mar continuó su viaje á Italia. El 10 de Abril partió de Villafranca en mula de alquiler atravesando por montañas ásperas y sobre tantos precipicios que era menester recorrer á pie algunos trozos. Pasó por Monaco y Padua haciendo noche en Montebello por rotura del eje de la calesa, y en Trento tuvo que componer el carruaje. «No pude andar aquella tarde más que tres postas por ser larguísimas las de Alemania y correr poco los caballos; me quedé á dormir en un lugar llamado Prandoel en donde estuve malísimamente y dormí en el suelo sobre paja. El 15 de Mayo llegué á Viena saliendo á mi encuentro el Secretario de nuestra Embajada con un tiro de seis caballos. De Viena á Praga son 43 leguas habiéndose rompido mis coches 4 ó 5 veces en el camino. De

(1) Colección de documentos inéditos para la Historia de España. Tomo 93.

(2) Estos caminos eran secundarios ó de travesia por lo cual se hallaban mucho peor cuidados que las carreteras principales

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