CAPÍTULO PRIMERO. De la legislacion penal especial en materia de Orden público. La sociedad como el ́indivíduo tiene el derecho y el deber de defenderse. Así como éste cuando mata á otro, con los requisitos de la exencion de responsabilidad, no infringe la ley penal, segun el derecho civil, ni el Decálogo segun el canónico, la sociedad, que asume las facultades y prerogativas de todos los que la componen, no quebranta precepto alguno, ni obra en contraposicion de las leyes divina y humana, oponiendo la fuerza contra los ataques al· órden social, y reprimiendo y castigando hasta donde preciso fuere todos los actos dirigidos á la turbacion de la paz, y al armónico concierto en que deben vivir los pueblos civilizados. En esta verdad están conformes todos los partidos y escuelas políticas, que sólo se diferencian en los medios de defensa, desde aquellos que confluyen en los bordes de una dictadura persistente y exagerada, hasta los que rayan en los límites de una perezosa y mansa anarquía. Para las épocas normales basta la aplicacion de las disposiciones del Código penal, que en sus ar |