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que le ofreció gentes y dinero para socorrerle. Aceptó Alfonso X, tomó con esta ayuda á Córdoba, y murió á la edad de 62 años (Abril, 1284), despues de haber perdonado á su hijo D. Sancho. De D. Violante tuvo cinco hijos, D. Fernando de la Cerda que murió en 1275; D. Sancho que le sucedió, D. Pedro, D. Juan y D. Jaime; y cinco hijas, D.a Berenguela, D. Beatriz, D.a Violante, D. Isabel y D. Leonor. Tuvo fuera de matrimonio, segun las crónicas à D. Alfonso el Niño, de una señora llamada D.a María Daulada, ó Dalanda ó Aldonza; á D.a Beatriz que casó con Alfonso III, rey de Portugal, de D.a María Guillen de Guzman; en fin, á D.a Urraca y D. Martin nombrados en su testamento, y que Labaña cree tambien hijos de D.a María Guillen. (Florez, Reinas Católicas, tom. II, págs. 510 y siguientes.) Sus vastos conocimientos y sus inmortales trabajos sobre legislacion, filosofía, historia, matemáticas, astronomia, astrología y poesia, le valieron el sobre-nombre de Sábio, con que generalmente se le distingue.

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1. ALF ONSVS REX CAS TELLEE TLEGIO NIS en seis líneas.
Rev. Dos castillos y dos leones; encima del primer castillo
una M; peso 180 centígramas..

Plata.

60

(Antonio Delgado, Madrid.) Lám. 5.

1 bis. Misma leyenda en el anverso.

2. Misma leyenda.

Rev. Igual al reverso del núm. 1. Ponderal de cobre..

Rev. Mismo tipo que los reversos antecedentes; encima del

(A. H.) (Peso 7 gramas.)

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15

10

mis enemigos por fijos, enemigos en la lei, mas non por ende en la voluntad, que es el bueno Rei Aben Jusuf, que yo le amo è precio mucho, porque él non me despreciara, ni falleciera, ca es mi atreguado è mi apazguado: yo sé quantos sodes suyo è quanto vos ama... Por tanto, el mio primo Alonso Perez de Guzman, faced à tanto con el vuestro señor y amigo mio, que sobre la mia corona mas averada que yo he, y piedras ricas que ende son, me preste lo que él por bien tuviere: è si la suya ayuda pudieredles allegar, no me la estorbcdes, como yo cuido que non faredes: antes tengo que toda la buena amistad que del vuestro señor á mi viniese, será por vuestra mano; y la Dios sea con vusco. Fecha en la mi sola leal ciudad de Sevilla, á los treinta años de mi reinado, y el primer de mis cuitas. El rei.>>

Añaden que D. Alfonso habia hecho barnizar de negro una nave, con ánimo de meterse en ella, y abandonando su patria y familia largarse al Océano á merced de la Providencia. (Lafuente, Historia de España, parte II, lib. III.)

Rev. Igual reverso que el de la moneda núm. 2; encima del
castillo una flor. Peso 1 grama.

(A. H.) Lám. 5.

Estas dos monedas son blancas, de mala ley y muy delgadas.

4. ALF. REX CASTELLE. Castillo de tres torres; debajo M. Rev. ET LEGIONIS: Leon, á la izquierda.

(A. H.) Lám. 5.

Pesetas.

10

Vellon.

3

5. ALF. REX CASTELLE. Castillo de tres torres; debajo D. Rev. Como el del núm. 4.

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(A. H.) Lám. 5.

Vellon.

3

6. ALF REX. CASTELLE: Castillo de tres torres; debajo .S. Rev. Como el del núm. 4.

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Vellon.

3

(A. H.) Lám. 5.

7. ALF: REX CASTEL. Castillo de tres torres.

Rev. ET: LEGIONIS. Leon á la derecha. Vellon módulo

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Cuando subió al trono Alfonso X, la moneda menuda que más corria era la de los Pepiones, emitida por su padre en 1221 ó 1222 (1). El rey Sábio, para remediar la falta de dinero en que se encontraba, alteró, como hemos dicho, el valor de las monedas (2), prohibió la acuñacion de los Pepiones y mandó

(1) D. Alfonso el Sábio (Crónica de su vida, cap. 73, fól. 47, colum. 2) dijo que su padre S. Fernando usó el arbitrio de labrar moneda, para subvenir á los empeños de sus conquistas, y... que labró la moneda de los Pepiones, de los cuales 180 componian el Maravedí antiguo, que valia tanto como el de oro: ni uno ni otro señalan el tiempo de esta fábrica, que debe colocarse antes del año 1222... porque en la compra que hizo el arzobispo de Toledo, D. Rodrigo en 1222, á D. Alonso Tellez de Meneses, de las aldeas del Muro, dos Hermanas, Cenedilla y otros, en precio de ocho mil Aureos, entregados en dinero de á quince sueldos Pepiones, en cuya escritura fuéron testigos la Reina D." Berenguela y su hijo S. Fernando, á que se siguió la carta de pago, que otorgó el D. Alonso Tellez á favor del arzobispo, en 7 de Octubre de 1226, en que confiesa recibió los ocho mil maravedís, cuyo nombre da á los Áureos de á quince sueldos de Pepiones; y con estas escrituras, se confirma la venta de los montes de Toledo, que hizo S. Fernando, por precio de 45.000 maravedis de oro, de que expidió privilegio en el ejército junto á Jaen á 4 de Enero de 1246. (Cantos-Benitez.)

(2) El nuevo rey de Castilla (Alfonso X) disgustó pronto á sus súbditos con la medida que tomó de alterar el valor de la moneda para remediar la escasez de dinero que por efecto de las largas guerras se hacia sentir. Sucedió lo que en tales casos acontece siempre: subieron de precio las mercancías y encarecieron, dice su Crónica, las cosas á tal punto, que fué menester acudir á otro remedio peor, el de la tasa ó máximum de los valores. El resultado fué el que - siempre producen tales expedientes: retrajéronse los mercaderes y vendedores, las plazas y los mercados se hallaban vacios de los más necesarios artículos, que à medida que escaseaban subian de valor, y afligia al reino una penuria facticia mucho más insoportable que la del dinero. Fuéle, pues, preciso á Alfonso revocar el edicto de la tasa y dejar que las cosas se vendiesen libremente y á precios convencionales como antes... (Lafuente, Historia de España, parte 11, libro 111.)

labrar (1252) Blancos burgaleses, de los cuales 90 valian un maravedí de oro y 6 un sueldo burgalés, de modo que 15 sueldos burgaleses equivalian á un maravedí de oro.

Como hemos visto en el reinado anterior que 180 Pepiones tenian el mismo valor que un maravedi de oro, es claro que el dinero burgalés valia el doble de un Pepion (1).

En 1258 concluyó la fabricacion de los Blancos burgaleses y se labraron maravedíses Negros ó Prietos (2) que volvieron á tener el mismo valor que los an

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(1) En el comienzo de su reinado, mandó (Alfonso X) deshacer la moneda de los Pepiones, é hizo labrar los Burgaleses, que valian noventa dineros el Maravedi, y las compras pequeñas se hacian á Sueldos: y seis dineros de aquellos valian un Sueldo; y quince Sueldos valian un Maravedi. y desde que fuéron presos todos, pleiteó con ellos el rey D. Alonso por doce mil maravedis cada dia de aquella moneda, que corria, que fuese seis por año. Estos maravedises se llamaron Burgaleses, sin duda por haber sido fabricados en Búrgos... se les dió el nombre de Blancos en varias Escrituras, y el de Alfonsies con el distintivo de Moneda Branca-el mismo D. Alfonso el Sábio les puso el nombre de Alfonsi. Tambien se llamaron Maravedises de la Moneda de la guerra, porque se labraron con motivo de la guerra, y para sostener los gastos y pago de la tropa: lo que advierte una escritura en el Bulario del Orden de Santiago «otorgamos, que nos pagastes veint é una vez mil Maravedis, è quatro cientos »Maravedis Alfonsies, demás dos, de la Moneda Branca, que el Rey mandó facer en tiempo de la »guerra.» » Escritura I de la Era 1310-1284 de J. C.-fólio 213-columna I. (Cantos, capítulo VIII).

En la ley 114 del Estilo de Burgos de Paz, fólio 478, dice el rey D. Alfonso «Fizo traer ante si los maravedises de oro, que andaban á el tiempo antiguo, é fizolos pesar con su moneda, y por peso fallaron, que los seis maravedises de la moneda del rey pesaban un maravedi de oro: Assi el Maravedi de oro asse de juzgar por seis maravedises de esta moneda.»

No se debe entender en este cotejo que los seis maravedises juntos pesaron en balanza tanto como el de oro, porque carece de duda, que estos maravedises Blancos Burgaleses eran de plata, por cuya causa se ha de entender, que segun el peso de la plata, que tenian estos maravedises y la correspondencia al valor del oro en aquel tiempo, hallaron por peso de unos y otros, que los seis tenian de plata lo que importaba y valia la sexta parte de una onza de oro, que tenia y tuvo desde el principio el Sueldo ó Maravedi de oro. (Cantos, cap. VII). La fabricacion de la moneda burgalés se acabó en 1258.

(2) Maravedises Negros ó Prietos.-Se les dió este nombre por distinguirlos de los Blancos Burgaleses. En la Crónica de D. Alonso el Sábio se lee: «En este año (1258) el rey mandó labrar la moneda de los Dineros Prietos, y mandó deshacer la ironeda de los Burgaleses, y de estos Dineros Prietos hacian quince el Maravedi.» Por donde se viene en conocimiento de que Alfonso imitó la moneda de su padre, de la cual quince sueldos pepiones hacian el maravedí antiguo. Por esta correspondencia de los Maravedíses Pricios con el maravedí antiguo se saca fácilmente su valor, por los sueldos comunes y maravedises Novenes posteriores, en los que se hallan los cómputos y ajustes de los Maravedises Prietos. La cuenta se saca como sigue. 75 Sueldos comunes valia el Maravedi antiguo; repartidos entre 15 Prietos, toca á cada uno 5 Sueldos de valor; 60 maravedis Novenes hacian un Maravedi antiguo; repartidos entre 15, toca á cada Prieto 4 maravedises Novenes de á diez dineros cada uno.

D. Alonso el Sábio, por privilegio de 15 de Abril de 1272, dió á la Iglesia de Murcia diferentes bienes y rentas, y entre ellas la siguiente: Otrosi vos damos mil é quinientos Maravedíses cada año de Moneda Nueva, à razon de cinco Sueldos el Maravedi. En otra escritura del 2 de Mar

tiguos Pepiones; 15 sueldos Pepiones eran la division de un maravedí de oro. En fin, labráronse otros maravedíses blancos llamados Novenes, de los cuales 60 hacian un maravedí de oro (1).

Por la semejanza que se advierte entre las monedas de Fernando (núms. 1, 2, 3, 4 y 5), que creemos ser los Pepiones y los 4, 5 y 6 de Alfonso X, pensamos que estos últimos son los maravedíses Prietos, y como los números 2 y 3 son de metal blanco, muy delgados y de una ley muy inferior, hay gran probabilidad de que estas últimas monedas sean los dineros llamados Novenes. El núm. 1 es un Burgalés antiguo de buena ley. El núm. 7 parece una variedad del maravedí Prieto, acuñada en los últimos años de Alfonso X, por ser del mismo peso que las piezas 1, 2 y 3 de Sancho IV (lám. 5).

zo de 1274, por la cual el prior y los monges, Freyres y Freyras del monasterio de Santa María de Ornillos, arrendaron todos los bienes y rentas por siete años á D. Gilart de Moleras y Peré Guillen, en cada un año por trescientos é cincuenta Maravedís de la moneda Prieta, contados á cinco Sueldos el Maravedí, el prior y los monges confiesan haber recibido «de vos Pedro Guillen los sobredichos mil y quinientos Maravedis de esta moneda Prieta, contados á cinco Sueldos cada Maravedi; que nos distes luego anticipados»; y prosigue la escritura computando otras dos veces á cinco Sueldos cada Maravedí de los Prietos. (Cantos, cap. VIII.)

(1) Segundos maravedíses Blancos llamados Novenes.

Estos nuevos maravedises Blancos valian cada uno 10 dineros.

Diez de estos Blancos hacian un maravedi Burgalés; cuatro un maravedí de los Prietos: sesenta hacian el Maravedí de oro: cuatro de ellos hacian cinco Sueldos de ocho Dineros cada uno. No consta en qué tiempo labró el Rey D. Alonso esta moneda; su Crónica dice (cap. 83. fól. 47) á el año 1281, que obtuvo permiso de los Procuradores de Córtes de Sevilla para labrar moneda baja; pero no resulta lo llevase á efecto, y si la labró seria para renovar la antigua, porque estos maravedises blancos inferiores, se mencionan antes que se perfeccionasen las leyes de Partida por los años 1263; por lo que parece verosimil que el Rey labrase esta moneda el año 1258, al tiempo y ocasion en que labró los maravedises Negros, pues en estos tiempos era necesario el consentimiento de las Córtes para esta labor y otros requisitos, que no permitirian hacerla con la frecuencia con que se hace en nuestros tiempos. (Cantos, cap. VIII, número 22.)

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180 Dineros Pepiones, ó 15 Sueldos (12 Pepiones hacian un Sueldo

de Pepiones.)

9 Dineros de los primeros Blancos Burgaleses.

15 Sueldos Burgaleses (6 Blancos Burgaleses hacian un Sueldo

Burgalés.)

6 Maravedises Burgaleses.

15 Dineros Prietos (1 Dinero Prieto valia 5 Sueldos comunes ó 4 Maravedises Novenes.)

60 Maravedises Novenes ó segundos maravedíses Blancos Burgaleses (el Maravedí Noven valia 10 Dineros.)

600 Dineros Novenes (6 Maravedíses Novenes 1 Maravedí Burgalés; 4 Maravedíses Novenes=1 Maravedi Prieto.)

75 Sueldos comunes de cada uno 8 Dineros (5 Sueldos comunes

Maravedises Novenes.)

600 Dineros de Sueldos comunes. (Iguales á los Dineros Novenes.)

EL INFANTE D. ENRIQUE.

CUARTO HIJO DE S. FERNANDO Y DE SU PRIMERA MUJER D. BEATRIZ.

Muerto su padre, ayudó á su hermano y rey Alfonso X en sus guerras contra los moros, á quienes tomó Arcos y Lebrija; poco despues se ligó con algunos otros principales señores de Castilla disgustados del mal gobierno del rey, pero en 1259 fué completamente derrotado y huyó á Túnez. No volvió á Castilla hasta fines del reinado de su sobrino D. Sancho IV (1294). En este tiempo habia peleado en Sicilia en favor de Conradino y, hecho prisionero pur Cárlos I de Anjou, fué encerrado en un castillo de la Pulla, donde, despues de veinte y seis años, recobró la libertad en virtud de un tratado con el rey Cárlos II el Cojo. Durante la minoria de Fernando IV, fué causa de muchos disturbios en Castilla: conspiraba contra la reina madre D. María de Molina, para apoderarse de la tutela y del rey jóven, y por fin acabaron sus turbulencias con su vida en Roa en el mes de Agosto de 1303, á la edad de 73 años.

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Con mucha reserva atribuimos esta moneda al infante D. Enrique, hermano del rey Alfonso el Sábio; no pudiendo ser de Eurique I, que fué sólo rey de Castilla, tendriamos que clasificarla como de D. Enrique II si la fábrica y la leyenda no ofreciesen una diferencia notable con las que conocemos de este último monarca. En ninguna de las que hemos visto hasta ahora se encuentra el nombre del Rey indicado con una sola letra inicial, sino al contrario, constantemente con todas sus letras; además, en las de Enrique II, los leones están coronados, mientras que en la moneda que nos ocupa la cabeza del leon está desnuda. Sabemos que el hermano de D. Pedro I, cuando sitió á Toledo, mandó labrar monedas de baja ley en Búrgos, y nuestra moneda es de vellon muy malo, pero lleva la marca del taller de la fábrica de Sevilla, ciudad entonces en poder de Pedro I. Por otra parte, ¿qué seguridad hay de que el infante D. Enrique hiciese acuñar monedas en Sevilla en tiempo de Alfonso X ni tampoco en el de Fernando IV? Nuestra atribucion, como bien se ve, es más interrogativa que afirmativa.

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