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Al mismo abad se debe el hallazgo de dos inapreciables pergaminos, cuyo contenido se encargó el mismo de dar á conocer en sus «Nuevas observaciones para la historia de Aragón, Navarra y Cataluña». Uno de ellos, perteneciente al año 1024, hace mención de un alodio « infra terminos parochiae Sanctae Mariae de civitate fracta quae dicitur ALARONA». El otro del año 1066, nombra el territorio de Argentona « ubi cognominatur civitas fracta vel ALERONA». Tenemos, pues, que en la primera y segunda mitad del siglo XI era aun conocida Civitas-fracta con el nombre de ALARONA (1).

Al propio tiempo que este descubrimiento hacia el ilustre Casaus, se desenterraba en Mataró (primavera de 1814) la lápida á que hemos aludido más arriba, la que fija no solo la verdadera transcripción del nombre ILURO, que en terminación de ablativo, en grandes y clarísimos caractéres se lee, sinó también, según regla de Ambrosio Morales y otros anticuarios, la situación geográfica de Iluro: no otra prueba habia que dos lápidas en que se lee Egara, halladas en Tarrasa, paraque Tarrasa se tuviese por la sucesora de Egara, hasta que evidenció dicha reducción otro documento del siglo XI, que habla de un alodio «infra terminos Egarae sive Terraciae» (2).

Ahora bien, relacionando el descubrimiento de la lápida en cuestión con los pergaminos del ilustre Casaus, tendrémos que el paso fonético de Ilurone à Alarona es tan sencillo, como fácil de explicar; lo sorprendente hubiera sido que sólo ILURONE hubiese conservado intacta su forma mil años después, es decir en

(1) Medio siglo antes (974) una epistola del papa Benedicto VI dirigida al abad de San Pedro de Roda Heldesindo, hace mención de varias posesiones en el Monseny, en Blanes, en el valle de Tordera, y de un alodio in villa Larona et in Agello. Esta Larona (cuya A inicial ha hecho desaparecer la sinalefa con la A de villa) no puede ser otra que Alarona, en cuyas cercanías existe aun hoy, como es sabido, el districto rural de Agell. (Appendix Marcae hispanicae n.o CXVII, pág. 907, al fin).

(2) Testamento de D. Berenguer Ramón I el Curro. Archivo de la Iglesia de Vich: «Et reddo ad praelibatam sedem Sanctae Crucis (de Barcelona) ipsum alodium, quod debet esse sui iuris infra terminos Egarae sive Terraciae».

el siglo XI, cuando la de las demás ciudades layetanas se habia adulterado, por la diferente vocalización de los pueblos que habian invadido la peninsula, y moraban en nuestra Layetania. Nótese como las consonantes de Alarona son iguales à las de Ilurone, y, en cuanto à las vocales, sabido es que la lengua más filosófica, la Hebrea, las llama mociones, por la asombrosa facilidad con que se cambian unas por otras, sin alterarse el significado esencial de la raiz. Ildure seria el primitivo nombre, griegos y romanos lo transformaron en Ailuron, Eluro, Illuro é Iluro, como por eufonismo variaron ILTZeRT en ILERDA, como tradujeron Arnallus en vez de Arnaldus: asi entre nosotros el vocablo latino cella aparece convertido en celda, y llamamos pildora lo que en francés pilule. Siguieron las invasiones de los pueblos del norte, quienes oyendo repetidamente ILURONEM, ILURONE, (terminaciones de acusativo y de ablativo las más usadas) fueron mudándolas lentamente en ALARONA, ni más ni menos de lo que sucedió, por lo que atañe à las vocales, con su vecina Baetulo. De Ilurone Alarona, como de Bitulone Badalona (1). Luego de Alarona es equivalente Iluro, y por consiguiente Ildure, Ailuron, Eluro, Illuro.

Sustituyendo ahora en los citados pergaminos del siglo XI Alarona por sus equivalentes tendrémos: Civitas-fracta qua e dicitur Ildurone, Ailuronos, Elurone, Illurone, Ilurone. Luego Civitas-fracta fué la Ildure primitiva, la Ailuro de Ptoloméo, la Eluro de Pomponio Mela, la Illuro de Plinio, la Iluro de la làpida de Mataró. Luego es error insostenible continuar afirmando que lluro debe reducirse a otra población que á Civitas-fracta. Luego es evidente que los monumentos antiguos de Civitas-fracta son de Iluro. Sólo falta explicar como Civitas-fracta tomó el nombre de Mataró. Lo expondrémos breve y claramente en el siguiente punto.

(1) En Baetulo no sólo aparece el diptongo mudado en ien la leyenda Bitsle de las monedas celtibéricas, sinó en diplomas de la edad media, como es de ver en la cesión que hicieron los condes Berenguer y Almodis, de la iglesia de Bitulona á la de Santa Cruz de Barcelona en 1054. «Donamus Domino Deo et praedictae canonicae ecclesiam Sanctae Mariae de Bitulona», etc. Appendix Marcae Hisp. CCXLII, pág. 1104.

IV.

CIVITAS-FRACTA MATARÓ.

Castillo denominado Mataró en el siglo X, cerca de esta ciudad. —Opiniones sobre la etimologia de Mataró. No revela una ciudad Marathron & Fenió cularia aquí existente. - Textos de Estrabón y de Cicerón en que se apoya el contrario parecer. Tampoco Mataró procede de Mata, ni de ningún apellido, ni es corrupción de Iluro. Viene del éuscaro Matza-r?Consideraciones sobre dicha etimologia. - Fraccionamiento de la antigua ciudad entre el Señor del castillo de Mataró y el de Burriac. Logra el primero dominar en toda Civitas-fracta y le impone la denominación de su castillo. - Época en que esto se efectuó. Abolido el feudalismo, la nueva población bajo el nombre de Mataró recupera su importancia y el título de ciudad.

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En el teso de un collado que se levanta á una milla del camino que desde Mataró conduce à Llavaneras, perseveraba aun en el siglo X uno de aquellos castillos que tanto abundaban cerca de de las vías militares de la España romana (1). Convenientemente restaurado y amplificado en el indicado siglo X, era entonces dicho castillo la morada de un señor feudal quien, entre sus extensos dominios, comprendia la parte oriental de Civitas-fracta. Llamábase Castillo de Mataró, según unos del griego Mápalov Ó Mapapo que de ambas maneras se escribe, y significa hinojo, suponiendo los que tal etimologia defienden, que la comarca mataronesa era con tal nombre señalada por abundar, dicen, en ella el hinojo, débil fundamento para reducir aquí el Campum foenicularium, citado por Estrabón el geógrafo y por Marco Tulio Cicerón; llevando sus extrañas deducciones hasta dotar su Campum foenicularium de una ciudad Foenicularia, nombre que además de Mapp (campo del hinojo) hubiera tenido Mataró.

Μάραθρον

No podemos admitir semejantes sutilezas, pues ningún autor antiguo menciona tal pueblo en la costa layetana, y en cuanto al

(4) Trata particularmente de esos castillos el Estudio V, n.° 4 y el X, n.o 2.

testimonio del geógrafo y del historiador citados, parécenos lo más conveniente transcribir y examinar sus propias palabras fielmente traducidas, pues ello bastará, no lo dudamos, paraque la supuesta Foenicularia no enturbie más los claros origenes de nuestra ciudad.

Dice Estrabón, describiendo la via romana desde Italia á la España ulterior: «Se dirige a Tarragona desde los troféos de Pompeyo por el campo Juncario, por Vêteres y por el campo que en latin se denomina Foenicularium, por la abundancia de hinojo que alli nace». Hasta aqui Estrabón (Lib. 3, pág. 160). Como se ve, ni una palabra de la pretendida Foenicularia. Se concreta á marcar los tres intérvalos más conocidos en que se dividia la vía romana desde los troféos de Pompeyo en el pirinéo hasta Tarragona, indicando: 1.° El campo Juncario en el alto Ampurdán. 2.° Véteres, ó sea el llano de Vidreras. 3.° El campo Foeniculario, próximo á Tarragona, por cuya circunstancia no puede ser otro que el llano del Panadés (1), único notable que ocurre en la vía desde el Ampurdán.

Menos aún pueden fundarse en Cicerón los inventores de la Foenicularia. Citan la carta IX del libro XII. Acudimos á la cita y, con gran sorpresa, encontrámos, ni más ni menos, lo que á continuación traducimos:

Cicerón á Ático, salud.

A muchos place la manera que tiene Cicerón de llevar los asuntos: es compañero entendido. Mas antes hay que ver como irá la primera paga. El dia está ya presente, corre por decirlo asi. Escribeme, pues, te ruego, lo que refiere Celer acerca la conducta de Cesar con los candidatos, si es que piensa en el campo del heno (Foenicularium) ó en el de Marte. ¿ Juzga acaso necesario que los comicios sean en Roma? Quisiera saberlo de cierto, pues no conviene desairar à Pilia, y menos la Ática» (2).

(1) Cf. Marca hispanica, cap. XI, III y cap. XX, IV, pág. 142 y 185. (2) Cicero Attico S. De Cicerone multis res placet: comes est idoneus. Sed de prima pensione ante videamus. Adest enim dies, et ille currit. Scribe,

-

Manucio opina que Cicerón llama irónicamente Foenicularium al Campo de Marte, porque durante el gobierno del Cesar estuvieron desautorizados los comicios, siendo el alcance de la frase: Verémos si, por fin, el Cesar destinará á ser campo de heno el de Marte, en donde se reunian los electores. Lipsio fundándose en el pasaje citado de Estrabón, pretende que el orador romano habla del campo Foeniculario de España, en donde tal vez entonces tenia el Cesar su campamento (1).

Cualquiera de las versiones que se adopte, no podrá menos de parecer ridiculo aducir esta carta en comprobación de haber sido llamada Foenicularia la Civitas-fracta layetana. Hágase derivar si se quiere Mataró de Marathon, respetamos la etimologia si bien no la admitimos (2); pero deducir de ella una série de argucias y sutilezas estupendas, sólo conduce à ofuscar la verdad y, de todas maneras, á dificultar el buen resultado de las investigaciones. Para evitarlo nos atreverémos à proponer que tanto Beturo como Foenicularia; asi Marathon como Setelsis (3), nombres todos de invención moderna en cuanto se relacionan con Mataró, queden sepultados en el olvido, ya que sólo una vana crudición les dió, durante algún tiempo, la vida efimera de las opiniones, que resistir no pueden al examen de la severa critica.

Creen otros que el vocablo Mataró, lo propio que el de la aldea Mata, cercana al Castillo, provienen del arbusto Mata (Pistacia.

quaeso, quid referat Celer egisse Caesarem cum candidatis ; utrum ipse in foenicularium, an in campum Martium cogitet. Et sane, scire velim, numquid necesse sit comitiis esse Romae, nam et Piliae satisfacendum est, et utique Atticae.

(1) Cf. Jacobi Facciolati, Calepinus septem linguarum, en el vocablo Foenicularium.

(2) No la admitimos, entre otras razones, porque à pocas leguas de Mataró se halla el pueblo de Marata, cuya procedencia de Mapatov deben admitir còn mas razón los que dan esta etimologia á nuestra ciudad. No se comprende que en un mismo territorio, gentes que hablaban un mismo idioma tuviesen que hacer una metátesis para convertir Marathon en Mataró, cuando sin tal figura han deletreado correctamente hasta nuestros dias Marata.

(3) Únicamente el Dr. Puigblanch atribuye sin fundamento ni autoridad el nombre Setelsis á Mataró. Sabido es que Setelsis se llama hoy Solsona.

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