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jearse con su mérito y poderosas relaciones. Si el estilo es el hombre como ha dicho Buffon, preciso es inferir por el que le es peculiar, que Andrés Bernaldez fuese de dulce y afectuoso trato, modesto y dotado además de aquella virtud y piedad evangélicas tan alabadas en los primeros tiempos del cristianismo. Si en su obra no brillan aquel interés filosófico y sana crítica, que distinguen las de los buenos historiadores contemporáneos, tiene en su abono que fué escrita en un siglo en que se formaba nuestra literatura y aun nuestra propia lengua. El cura de los Palacios fué uno de los que abrieron el camino, presentando los hechos con novedad, órden y exactitud á historiadores, que florecieron despues. El testimonio del señor Clemencin, del señor Martinez de la Rosa, del señor Tapia y otros literatos de igual nombre y autoridad, nos dispensan de hacer el elogio del manuscrito que publicamos. En la impresion seguiremos la misma ortografía del original.

Miguel Lafuente y Alcantara.

Copia

DE UNA NOTA Ó PRÓLOGO SIN FIRMA

con que empieza el manuscrito

que sirve de texto para esta impresion.

AL LECTOR.

Esta historia que siempre ha corrido manuscrita á nombre del Cura de los Palacios ha sido citada de muchos con este titulo solo y alguno mal informado llamó á este autor el Bachiller Medina. Yo hice particular diligencia viendo los libros del bautismo originales que escribió y firmó en la villa de los Palacios siendo alli cura desde el año de 1448 hasta el año de 1515 donde hallé escrito siempre Andrés Bernaldez, y algunas veces Bernal; y en los mismos libros apuntadas algunas cosas de las que en su tiempo sucedian.

Escribe esta historia como testigo de vista de los sugetos, y conocimiento de muchas personas principales como del gran don Rodrigo Ponce de Leon, Marqués de Zahara, Duque de Cádiz, y D. Cristobal Colon, ambos fueron sus huéspedes, e escribe su hábito y facciones, y asi de otros señores. Tuvo ajustadas relaciones de todo lo que escribió de fuera del Reyno: muéstrase entendido en la geografía y leccion de la antigua historia. Su lenguaje es el que corria entonces sin ninguna cultura, antes repite algunas cosas sobradamente, pero jamás falta á la verdad que es

el alma de la historia, y asi esta ha sido estimada de todos porque en ella demás de la sustancia de las cosas refiere algunas muy particulares y que otros de aquel tiempo no escrivieron como por el discurso lo podrá ver el lector. No tubo otro premio que de Cura de los Palacios y capellan del Arzobispo D Diego Deza, esto me pareció advertir, otros harán mejor juicio yo digo lo que siento. El Licenciado Rodrigo Caro.

Este libro hice trasladar de uno que tenia el licenciado Rodrigo Caro escrito de su mano que por su muerte fué á poder de D. Juan de Santelizes, del Consejo Real de Castilla, e por muerte del susodicho de mano en mano á la de D. Francisco Flores en quien oy para. Es la verdadera historia que escribió el cura de los Palacios, porque ademas de la fee que hace el estar escrita de mano de un hombre tan grande y firmado el prólogo de su nombre, yo he mostrado este traslado al Dr. Ciruela racionero de la santa Iglesia de Sevilla que no tiene primero en todo género de buenas letras, y me ha dicho ser esta la verdadera historia, y tener él otro traslado del mismo original donde yo saqué este. Háme obligado a escrivir estos renglones el ver que anda. otra que siendo trasladada de la que anda impresa que escrivió Fernando del Pulgar, la quieren confirmar por del Cura de los Palacios, esto es la verdad y porque el lector no se ofusque y se desengañe y lea con gusto esta si es que desea la verdadera, be tomado el trabajo de ver muchos grandes hombres mostrándosela y todos concuerdan ser esta la verdadera. Yo confieso de mi que me duró el deseo de conseguir el tenerla muchos dias, y mucha solicitud por ser doctor recibido.

En el nombre de Dios

aqui comienza

La historia e vida del Rey D. Enrrique segun la escrive Fernando de Pulgar Coronista del Rey D. Fernando, y de la Reyna Doña Isabel nuestros señores en el libro que fizo de los claros varones, con algunas cosas entretegidas que él dejó de poner que acaecieron en vida del dicho rey D. Enrrique en los reinos de España; y por que sus prosperidades y sus grandes trabajos y siniestras fortunas acaecieron en mis dias de lo cual yo ove vera noticia, quise tomar por principio escrivir desde su vida las memorias de las cosas mas hazañosas que en mi tiempo han acaecido que yo ove verdadera informacion.

CAPITULO I.

Del Rey D. Enrrique.

El rey D. Enrrique quarto hijo del Rey D. Juan el segundo fué hombre alto de cuerpo y hermoso de gesto y bien proporcionado en la compostura de sus miembros, y este Rey siendo Principe dióle el Rey su padre la Ciudad de Segobia y púsole casa y oficiales seyendo en la edad de 14 años: estubo en aquella Ciudad apartado del Rey su padre los mas dias de su menoridad en los quales se dio en algunos deleytes que la mocedad suele demandar y la onestidad deve negar, hizo ávito de ellos porque ni la edad flaca los sabia refrenar, ni la libertad que tenia los sofria castigar: no bebia vino ni queria vestir paños muy preciosos ni curaba de la cirimonia que es muy devida a persona Real: tenia algunos mozos acceptos de los que con él se criaban y dabales grandes dádivas: desovedeció algunas veces al Rey su padre no porque de su voluntad procediese mas por inducimiento de algunos que siguiendo sus propios intereses le trabian a ello:

era hombre piadoso y no tenia ánimo de hacer mal, ni ver padecer a ninguno y tan humano era que con dificultad mandaba executar la justicia criminal y en la execucion de la civil y en las otras necesarias en la governacion de sus reinos algunas veces era negligente y con dificultad entendia en cosa agena de su deleytacion porque el apetito le señoreaba la razon: no se vido en él jamas punto de soberbia en dicho, ni en echo ni por cobdicia de haver grandes señorios le vieron hacer cosa fea ni deshonesta, e si algunas veces avia ira durábale muy poco y no le señoreaba tanto que dañase a él ni a otro: era gran Montero y placiale muchas veces andar por los bosques apartado de las gentes. Casose siendo Principe con la Princesa Doña Blanca hija del Rey D. Juan de Aragon su tio que entonces era. Rey de Navarra con la cual estubo casado por espacio de diez años, y al fin ovo divorcio entre ellos por el defecto de la generacion que él imputaba a ella, y ella imputaba á él. Muerto el Rey D. Juan su padre año de 1454, reynó él luego pacíficamente en los Reynos de Castilla y de Leon, siendo ya de edad de 50 años, e luego que reyno uso de gran magnificencia con ciertos Cavalleros e Grandes Señores de su Reyno soltando a unos de las prisiones en que el Rey su padre los havia puesto, e reduciendo e perdonando a otros que andaban desterrados de sus Reynos, e restituyéndoles todas sus Villas e lugares e rentas, e todos sus patrimonios e oficios que tenian.

Teniendo la primera muger de quien se apartó casó con otra hija del Rey D. Duarte de Portugal, y en este segundo casamiento se manifestó su impotencia porque como quier que estubo casado con ella por espacio de quince años e tenido comunicacion con otra muger nunca pudo aver a ninguna con allegamiento de varon: Reynó veinte años y en los diez primeros fue muy próspero e llegó a gran poder de gente e de thesoros, é los Grandes y Cavalleros de sus Reynos con grande obediencia cumplian sus mandamientos: era hombre franco y hacia grandes mercedes e dádivas, y ni repetia jamas lo que dava, ni le placia que otros en su presencia ge lo repitiesen. Llegó tanta abundancia de thesoros que allende de los grandes gastos y dádivas que

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