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CAPÍTULO LXV.

Como fueron conquistadas primero estas Islas.

Fueron conquistadas estas Islas la primera vez por un Capitan francés, que andaba de armada por la mar, llamado Mosen Bctancor, en el año de 1400, o muy poco antes o despues segun parece, por razon de los tiempos, creo que seria en tiempo del Rey D. Enrrique Tercero, en aquellos diez años que reynó, o en comienzo de la tutela del Rey D Juan el Segundo, su hijo, que comenzó á reynar de veinte meses en el año de 1407 años, e ovo victoria aquel Capitan de las cuatro Islas dellas de las mas pequeñas, e poderosas, combiene á saver de Lanzarote, Fuerteventura, la Gomera y el Hierro, estas ganó e tomó e sojuzgó, e con las otras no pudo, e quedaron por ganar en su vigor, e este capitan Monsen de Betancor, no contento con ellas, buscó quien se las comprase en Sevilla, e compróselas el Conde de Niebla D. Juan Alonso, padre del primer Duque de Medina, que fué el Duque Viejo D. Enrrique, y el dicho Conde, no contento con ellas se las vendió e trocó por otros lugares a Fernan Peraza, caballero de Sevilla, que vivia con él, e Fernan Peraza las tubo e señoreó e poseyó cuanto vivió, y aun fizo guerra a las otras tres, donde en la conquista en la Palma le mataron los Palmeses un hijo llamado Guillen Peraza, soltero, que no tenia otro varon, e por eso quedó su fija Doña Inés Peraza por heredera y Señora de las Islas, e el dicho Peraza nunca pudo ganar ni señorear las tres Islas, conviene saber, Gran Canaria, Tenerife e la Palma; empero por alagos como quiera que fué, los regimientos de todas tres le besaron la mano por su Rey y Señor, y llamábanle las gentes Rey de Canaria, no sé yo si él se intituló de ello. Murio Fernan Peraza, Señor de las dichas Islas en buena fama de muy buen Caballero que fué, e dejó casada su fija Doña Inés Peraza, con Diego de Herrera, Caballero de Castilla, hermano del Mariscal de Ampudia e quedaron ella e su marido Señor de las dichas

Islas, e llamábanlos Rey e Reyna de Canaria, y durante su matrimonio tubieron tres fijos y dos fijas, a Pedro Garcia de Herrera, e Fernan Peraza, e Sancho de Herrera, e a Doña Maria de Ayala, que casó en Portugal con el Conde de Porto Alegre Don Diego de Silba, e a Doña Fulana, que casó con Pedro Fernardez de Saavedra, fijo del Mariscal de Zahara, e señorearon las cuatro Islas suyas, empero nunca pudieron sojuzgar las tres; e luego como el Rey D. Fernando e la Reyna Doña Isabel vinieron a Sevilla a la primera vez sabiendo la ferocidad de aquella gente de aquellas tres Islas y la fertilidad de la tierra propusieron conquistarlas y embiaron á la Gran Canaria a Juan Rejon e Pedro de Algaba dos Capitanes con quinientos hombres y ficieron la torre donde es ahora la poblacion: e ovieron discordia entre ambos capitanes, e embidias, e siendo compadres e mucho amigos, mató Juan Rejon á Pedro de Algaba, e despues fizo matar Fernan Peraza, fijo de Diego de Herrera á Juan Rejon, ansi el malo feneció mal.

No contentos de esta conquista Diego de Herrera y Doña Inés Peraza pusieron su justicia con el Rey y la Reyna diciendo, que era la conquista suya; hallose por justicia, que pues era vasallo, no se podian llamar Reyes, y que a ellos seria imposible sojuzgar ni ganar aquellas tres Islas, que perdiesen la accion que a ellas tenian, e reciviesen cinco cuentos de maravedis, e tantos le dieron, y asi quedó la conquista al Rey y Reyna de Castilla de aquellas tres Islas e la ovediencia de todas, e vista la discordia de aquellos dos Capitanes, embiaron el Rey y la Reyna allá a Pedro de Vera por Capitan Mayor, como dicho es, e quedaron Seǹores de sus cuatro Islas Diego de Herrera y Doña Inés Peraza, e falleció el de esta presente vida dende á poco despues de hecho el partido, e vivió ella despues mas de veinte años viuda e governose muy bien como muy noble e muy varonil e virtuosa Dueña e falleció en Sevilla en buena vejez de edad de mas de ochenta años.

GAPITULO LXVI.

De las Islas de la Gran Canaria, e quién y cómo las ganó y de

sus cosas.

En la Gran Canaria habia dos Guardatemes e dos Fagzames; los guardatemes eran Reyes en lo seglar, e en todo mayores; los Fragzames eran asi como en lo espiritual, el uno era Rey, el otro era Obispo de Galda, el otro Rey de Telde y el otro Obispo de Telde, que eran dos parcialidades e dos Reynos en toda la Isla, y era mayor el Rey de Telde de mas gente que el otro, e el Rey de Galda se fizo amigo de los Christianos, e asegurose è fizose vasallo del Rey de Castilla, e embiolo Pedro de Vera á Castilla donde el Rey y la Reyna le ficieron mucha honra, e lo vistieron e fizo con ellos su amistad e prometió de serles siempre leal, e bolbió en Gran Canaria, e ayudó mucho a hacer la guerra a el Rey e ovieron un dia una batalla en el invierno del año de 1483 en una sierra fortaleza de peñas e puertos que llaman Ventangay e tenian la fortaleza del risco los de Telde: e los christianos e Pedro de Vera su Capitan Mayor, e un Vizcayno que llamaban Michel que era Capitan debajo de Pedro de Vera: el Rey de Galda con sus Canarios tenian la cuesta abajo y llebaron de vencida al Rey de Telde, e retrájose con su gente en Ventagay y bolvieron sobre los christianos a pedradas, e mataron muchos de los delanteros y entre ellos al Capitan Michel que se habia metido mucho en ellos, y los cristianos desmayaron, e volvieron a huir; e los canarios de la parcialidad se pusieron a la frente, e el mismo Rey de Galda, e defendieron a los christianos, que si asi el Rey de Galda no lo ficiera, no escaparan aquel dia sino á uña de caballo, e vista la flaqueza de los christianos la hueste de Telde o Guadarte de Galda dijo: conoce este dia y quitate de enmedio y mataremos todos estos christianos, y quedaremos libres vosotros y nosotros, e nunca nos podrán sojuzgar; y dijo el Guar

dateme: no quiero, que no faré traycion por cierto, que asi lo tengo prometido; e aquel dia se volvieron los christianos vencidos poco a poco dejando muertos doscientos hombres con Michel, e murieron de los canarios mas de cien hombres; e dende a quince dias tomaron los christianos de noche a Ventagay, e los de Telde viendo que no se podian amparar ni defender, dieronse a partido á Pedro de Vera con su Guardateme, diciendo que querian ser christianos, e los dejusen libres, e ansi los recivieron e bautizolos el Obispo de Canarias D. Juan de Frias e Pedro de Vera, diciendo que fuesen con él en las Caravelas a facer cabalgada, e correr a Tenerife para ganar para los bestir, con este engaño debajo de tilla en las Carabelas, los embió a Espaǹa, e los trageron a Cádiz, e al Puerto e dende a Sevilla el año de 1485 años cerca de San Juan de Junio: fué en esta conquista Alfonso de Lugo Capitan al cual los canarios querian mucho, porque con mucho amor los trataba e conquistaba, era medianero muchas veces entre ellos, e Pedro de Vera en las paces e treguas e conciertos. E si de la manera dicha Pedro de Vera no sacara los varones de aquella Isla con aquel engaño, fuera gran maravilla poderlos sojuzgar, que habia entre ellos seiscientos hombres de pelea grandes e muy ligeros, y braceros y esforzados é muy feroces, y tenian en lugares muy fuertes tierra e pasos para se poder defender. Quedaron entonces en Canarias las mujeres todas e la gente menuda, las cuales despues las embiaron en Castilla y les dieron casas en Sevilla, y toda la parcialidad del Rey de Telde vino a Sevilla, y fueron alli vecinos a la puerta de Miojar, e muchos se mudaron donde quisieron libremente, e muchos se finaron que no los probó la tierra, y despues los volvieron por su grado en las Islas en la misma Gran Canaria desque estaba poblada de gente de Castilla los que quedaron, y muchos llebaron a la conquista de Tenerife donde murieron asaz de ellos. E así el Rey D. Fernando e la Reyna Doña Isabel conquistaron y ganaron la Gran Canaria e habia en ella los lugares e aldeas siguientes poblados.

Telde de donde se titularon el rey e un Obispo. Galda de donde se intitularon el otro rey y el otro Obispo.

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Todos estos lugares tenian poblados al tiempo que la conquista se comenzó habia entre estos canarios hombres fidalgos y caballeros, a quien los otros tenian acatamiento, habia entre ellos e ellas leyes diversas y costumbres; cuando habian de casar alguna doncella, ponian despues de concertado el matrimonio, ciertos dias en vicio a engordar, y salia de allí y desposábanlos, y venian los caballeros y fidalgos del pueblo ante ella, e habia de dormir con ella uno de ellos primero que el desposado, cual ella quisiese, y si quedaba preñada de aquel caballero el hijo que nacia era caballero, y si no los hijos de su marido eran comunes, y para ver si quedaba preñada, el esposo no llegaba á ella fasta saberlo por cierto por via de la purgacion, esa y otras costumbres gentilicas, y como de Alimañas tenian, y asi como bestias no habian empacho de sus verguenzas, ellas e ellos, y eran grandes criadores de cabras y obejas, e las mujeres exercitaban tanto el trabajo como los hombres, e aun mas para el mantenimiento de sus casas: no tenian viñas, ni cañas de azucar, ni habia en la Isla la riqueza y fertilidad que hay, salvo fiqueras, y despues que fueron los christianos pusieron parras, e viñas, e cañaverales de azucar, e llevaron ganados que ellos no tenian sino muchas cabras e trigo e cebaba, no tenian caza de conejos, e de un conejo e una coneja que los christianos llebaron, se hicieron tantos en tan poco tiempo que toda la Isla era

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