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ellos metidos e acorralados en aquel corral, e acorralados, e contados, e cautivos, e vendidos, e alli apartaron los Gandules de los naturales, e vendieron, e estuvieron en aquel corral hasta que dieron forma de los llevar á Castilla los cuales trugeron por mar á Castilla en las galeras e navios de la armada fasta Sevilla, e otros muchos por tierra, e repartiéronlos por las ciudades, e villas e lugares por casas de los vecinos, á cada uno, uno o dos, e que les diesen de comer, e se sirviese de ellos fasta cumplido el tiempo en que habian de pagar todos el cumplimiento del rescate. Nunca pude saber cuantas ánimas fueron las del rescate, empero la ciudad era de mas de tres mil vecinos, e por aquí podreis entender que ánimas habria poco mas o menos, que yo creo que pasarian de once mil áninas: aunque algunos de ellos vinieron por la tierra, la mayor parte vinieron en los navios y se repartieron en Xerez, e en Sevilla, como dicho es, e en su tierra.

E despues pasó el tiempo, e no pudieron cumplir el resto del rescate, e quedaron todos cautivos del Rey e de la Reyna.

Los judios partieron postreros de Málaga en dos galeras de la Armada, e echaronlos en el Bodegon del Rubio, e alli los dieron por cuenta en primero dia del mes de octubre del dicho año, en fallaron cuatrocientas e cincuenta ánimas, las mas eran mujeres en la lengua arábiga e vestidas á la morisca.

El Rey antes de partirse de Málaga fizo adovar lo derribado, e dió vecindad á muchos vecinos, que la venian demandando, dejó sus guarniciones, e puso por Alcayde y Justicia Mayor á D. Manrique, de Málaga e toda su tierra, e puso sus Alcaydes en Mijas, e Osuna, é en todas las otras fortalezas, qne ganó de esta entrada. Las cosas del cerco de Málaga no hay quien contarlas todas pueda.

El Rey tenia cruces e campanas con lo que les daba muy mal solaz a los moros, que continuamente veian la Cruz, e oyan las campanas tañer á todas oras, e repicar á todos rebatos desde la primera fortaleza que ganó, que á la ora siempre el Rey llevaba Campanas en sus huestes e Reales, e al comienzo le decian los moros: Como no teneis las bacas, e traeis los cencerros; las cua

les campanas andaban con el artilleria, y de alli se repartian por el Real. Al comienzo de tan santa guerra el Papa Sisto le dió Cruz por estandarte, e dejó en las Iglesias, que de Mezquitas se consagraron en Iglesias en Málaga mas de cuarenta campanas grandes e muy fermosas; e en los lugares que se ganaron de esta entrada. Fué el Real de Málaga fué muy bastecido de todas las cosas, salvo de paja para las bestias e caballos, que ovo mucha mengua porque no se encareciese el pan en el Real, que aquel año no se cogió muy sobrado; puso el rey tasa por cuatro años, el trigo a cuatro reales, e la cebada a dos reales, e hubose a mantúbose. Habia en el Real de Málaga muchos clérigos e frayles de todas órdenes que decian misa e predicaban por todo el Real asi a los sanos como a los enfermos, e absolvian a todos primeramente por virtud de la Santa Cruzada. Allende de los clérigos e cantores de la capilla del rey e de la reyna, e de otra capilla de grandes, que asi era honrado el Culto Divino en aquel Real, como en una muy gran ciudad, e asi parecia, que lo ordenaba Dios con infinitas músicas e cantores. Habia un hospital muy grande de tiendas, que el rey mandó facer, donde todos los enfermos e feridos eran curados, e mantenidos a costa del rey, asi de los moros como de cualesquier enfermedades que enfermaban; habia fisicos e cirujanos cuantos eran menester que los curaban.

GAPITULO LXXXVIII.

Como estubieron en el cerco de Málaga la flor de grandes y caballeros de Castilla.

Los nombres de los grandes de Castilla que se hallaron presentes en dicha victoria, no es razon queden en silencio; pues que ovieron parte de la gloria de ella, e fueron victoriosos sirviendo a su rey fueron los siguientes: Primeramente el carde

nal de España arzobispo de Toledo, D. Pedro Gonzalez de Mendoza, que vino con la reyna al medio tiempo del cerco, e algunos obispos.

El Maestre de Santiago D. Alonso de Cárdenas.

El Maestre de Alcántara D. Juan de Estúñiga.

El Maestre de Calatraba D. Juan Garcia de Padilla, no vino a esta ni a la de Ronda, porque quedaba siempre en las fronteras de Granada para guardar la tierra.

El Marqués Duque de Cádiz D. Rodrigo Ponce de Leon.

El Duque de Medina Sidonia, Conde de Niebla, que vino á medio tiempo del Cerco con muchos mantenimientes e gente de refresco, D. Enrique de Guzman.

El Duque de Najera, Conde de Trebiño, D. Pedro Manrrique.

El Duque de Escalona, Marqués de Villena, D. Juan Pacheco.

El Conde de Benavente don Juan Pimentel.

El fijo del Duque de Alba 1). Fadrique de Toledo.

El Conde de Cabra, Mariscal de Baena, D. Diego Fernandez de Córdova.

El Conde de Feria D. Gomez Suarez de Figueroa.

El Conde de Ureña D. Albaro Tellez Giron.

El Conde de Cifuentes D. Juan de Silva.

El Adelantado del Andalucia D. Fadrique Enriquez.

El Señor de la Casa de Aguilar, D. Alonso Fernandez de Córdova.

D. Pedro Puerto carrero Señor de Moguer.

D. Luis Puerto carrero Señor de Palma.

El Comendador Mayor de Leon D. Gutierre de Cárdenas.

El Conde de Miranda.

El Conde de Rivadeo.

El Adelantado de Murcia D. Juan Chacon. E otros muchss Condes e Señores, que serian luengo de escribir.

El Conde de Castilla no vino acá esta vez empero vino su hijo D. Bernardino con su gente.

El Duque de Alburquerque no vino; pero vino su hijo con su

gente; en manera que todos los Caballeros de Castilla, e de la mayor parte de ellos el Rey e la Reyna fueron servidos en esta victoria.

Llegó el Rey sobre Málaga mas de diez mil de Caballo, e decian que mas de ochenta mil peones.

Fatigáronse algo los Pueblos con los repartimientos de los pechos para los grandes gastos de aquel Cerco, e ayudaron la Clerecia e Iglesias con subsidios.

La Ciudad puesta en cobro el Rey e la Reyna e los grandes de Castilla se volvieron en Castilla con victoria e mucha honra con su Ejército e Artilleria.

Los Moros de Málaga embiaron a Granada e Baza e Guadix e Almeria, e por todo el reyno de Granada, e embiaron a los Moros e reyes de allende a demandar limosna para el rescate de todos, e ovieron por respuestas que tenian tantas necesidades, que les non podian socorrer; asi que de aquende ni de allende no pudieron remediarse; e cumplido el plazo del partido, el Rey los mandó vender a todos, e fueron vendidos mas de once mil ánimas de Málaga, dejando los Gandules e valedores estranjeros que les vinieron a ayudar.

CAPITULO LXXXIX.

Como el Rey tomó á Vera con toda su Tierra.

En el nombre de Dios en el mes de Mayo del Nacimiento de Nuestro Redemptor Jesuchristo de 1488 años, el Rey D. Fernando sacó su hueste por la via de Murcia, e juntó luego gente a Murcia estando él e la Reyna su mujer alli, e juntó poco mas de cuatro mil de Caballo, e catorce mil peones e algunos de los Grandes de Castilla, e cuando la Reyna, e el Cardenal de España en su compañia, el Maestre de Santiago que se sentia mal en

Murcia, e el Rey fué con su gente pasando por Lorca, sobre la Ciudad de Vera, e embió al Marqués Duque de Cadiz con una gran batalla de Caballeros a les facer requerimientos a los Moros de Vera que le quisieron desempachar la villa e entregársela al Marqués, fizo sus requirimientos e diligencias e protestaciones, que sino se daban e el cerco consentian poner, que no se les daria otro partido sino como a los de Málaga, que fueron todos cautivos; a los Moros de Vera, con temor que ovieron, concedieron todo lo que el Marqués les dijo, e con ciertos partidos que de parte del Rey les prometió luego le entregaron la fortaleza, sin mas esperar cerco ni combate, e el Marqués puso en ella al Señor D. Diego su hermano, el cual entró con algunos escuderos, e se apoderó de ella, e la tubo fasta que el Rey llegó; e el partido fué que los Moros se fueron con todo lo suyo a donde quisieron, e desempacharon la ciudad en ciertos dias e como el Rey llegó, fizo bastecer la Fortaleza de Vera de gente e armas e mantenimientos, e dió la Tenencia de ella a Garcilaso de la Vega, e embió por toda la comarca de Vera a requerir a todos los Lugares, que le vengan a dar ovediencia, a siguio su via con su hueste acia Almeria, tomando muchos Lugares e llegó fasta Almeria, e estaba dentro el rey moro Muley Bandili Azayal, e fizole atalar la tierra, e dió vuelta por toda esa cercania de los Moros, e contando desde Vera tomó los Lugares siguientes, de los cuales, o de la mayor parte Vera es

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