ni él se fiaba de ellos, ni ellos de él, y creyose que muchas veces vivia con mucho temor entre ellos, e no los podia sojuzgar e muchas veces lo hubieran matado sino fuera por miedo del rey D. Fernando. E vista la embajada del rey D. Fernando en Granada, los Moros fueron por ello muy tristes, y respondieron que antes moririan que no dar la Ciudad, y otras cosas, que no convenian al Sevvicio de Dios ni pro de Castilla, e embiaron al Alguacil de Granada Aben Comix con la confirmatoria respuesta a Sevilla, un Lunes a diez de Mayo al rey e a la reyna, de lo cual el rey ovo un enojo, e invocó toda la gente de la Estremadura, e Maestrazgo e Andalucia, e partieron de Sevilla un Lunes a diez de Mayo el Rey e la Reyna e la Princesa de Portugal, e la Reyna quedó en Moclin, e el Rey e el Principe e todos los Caballeros e gente fueron á la Vega de Granada e sus comarcas, donde estubieron diez ú doce dias atalando é faciendo mal e daño en los bienes e haciendas de los Moros, donde les talaron panes, viñas, huertas e havales; e vino a esta tala el Caudillo de Baza, vasallo del rey D. Fernando, con ciento e cincuenta Moros de Caballo, e eso mismo vino con él el Alguacil de Baza, e desque besaron las manos a el Rey e al Principe, fuéronse á poner en los mas peligrosos pasos de la tala, donde hicieron mucho servicio al rey, que ellos tomaron la Torre de Roma, que está dos leguas de Granada, por una muy gentil arte: tomaron ciertos Moros de ellos una mañana ciertas reses, e dos Christianos maniatados, e fueron para la Torre, diciendo que trahian cabalgada, que les abriesen, que no habia donde fuesen a guarecerse sino alli; e como los de la Torre conociesen que eran Moros, abrieron e saliéronlos a recibir, e ellos entonces tomaron la Torre con cuanto en ella estaba, e a ellos embiaron libres a Granada, porque todos eran Moros; e de esto ovo el rey muy gran placer, e fizo mucho pertrechar aquella Torre e puso en ella guarnicion.

El rey moro Muley Baudili Azagal de Granada asimismo vino alli como vasallo del rey a servir con doscientos de caballo; los Moros de Granada pusiéronse a defender su Ciudad, e salieron fuera muy gran cantidad, e pusiéronse muy cerca de la Ciudad,

y no pudieron escusar la tala salvo muy poco de lo que estaba muy cercano, e alli ovo escaramuzas de que murieron algunos de ambas partes.

Fueron en persona a esta guerra e tala los Grandes de Castilla siguientes: Los Arzobispos de Toledo e Sevilla, Duque de Medina Sidonia, Marques Duque de Cadiz, Conde de Cabra, Conde de Ureña Marques de Villena, el cual ficieron los Moros muy mal en un brazo al pasar de una acequia de que quedó lisiado D. Alonso de Aguilar; los adelantados de Andalucia e Murcia, el Comendador Mayor Cardenas e otros muchos Señores y Condes, en presencia de los cuales el Principe D. Juan fué armado Caballero en la Vega de Granada por el Rey D. Fernando su padre: fueron sus padrinos los Duques de Cadiz e Medina Sidonia.

Vasteció el rey de esta vez el Castillo de Alhendin, que estaba por el y lo tenia un Alcayde Moro y entregóselo entonces el que lo habia tenido desde un dia despues de la toma de Baza, e dejó el rey de esta vez un Capitan que lo defendiese con doscientos hombres; e esto fecho el rey volvió por donde habia quedado la reyna e la Princesa de Portugal, e donde se vinieron a Córdova: dejó esta vez el rey en la frontera de Granada por Capitan General a D. Fadrique de Teledo muy noble Señor hermano del Duque de Alba.

La Leyenda Tradicional. Entrega 54.

Martin Gil. Entrega 38.

CAPÍTULO XCVII.

Como los Moros de Granada ganaron a Alhendin e llebaron todos los Christianos que ahi estaban cautivos, e como se alzaron los Moros vasallos del rey Baudili Azagal contra él, e como se cartearon los Moros de Guadix con los de Granada, e de lo que el marqués de Villena que era Capitan general hizo.

Los Moros de Granada e el rey Muley Baudili salieron a quince dias del mes de Julio de Granada muy gran multitnd de ellos, e fueron sobre Alhedin, e tubieronlo cercado cuatro dias, e combatieronlo, y entre los que dentro estaban ovo division, y dieronse y fueron cautivos todos a Granada, y cuando fué el socorro ya eran dados, y los Moros derribaron todo el Castillo por el

suelo.

En este tiempo se alzaron los mas de los vasallos Moros al rey Baudili Azagal, rey de Fandarax, vasallo del rey D. Fernando, e los Moros de Guadix se cartearon con los de Granada, e tenian ordenado de matar a todos los Christianos que estaban en la fortaleza, e de alzarse con ella, e con la Ciudad por Granada, e algunos de los mismos Moros, no siendo de ello contentos, lo revelaron, e el Marqués de Villena que habia quedado por Capitan General, entró allá con dos mil de caballo e asaz peones, e diciendo que iba a Fandarax a los lugares que se habian revelado contra el rey Baudili Azagal; hizo el viage por la ciudad de Guadix, e aposentáronse alli cerca de la fortaleza, e basteciola muy bien, e otro dia fizo salir todos los Moros de la Ciudad, e facer alarde, e desque estubieron fuera fizo cerrar muy bien las puertas de la Ciudad, e no dejó entrar en ella mas

los Moros, salvo de dos en dos, e de tres en tres, les mandó que entrasen a sacar sus mujeres e fijos e hacienda, e asi los echó a todos fuera, e ellos quejáronse, e el decia que lo hacia con causa, que oviesen paciencia, que por lo que ellos ordenaban contra el servicio del rey en esta ciudad los mandaba salir de ella, e el Marqués con muy buenas razones les rogó que se aposentasen por ahí cerca, e que él escribiria al rey sobre ello, para que los culpados fuesen castigados, e los sin culpa se volviesen a sus casas, e los Moros se aposentaron en las huertas, e por eso embiáronse a quejar al rey del Marqués de Villena, e el rey les embió a decir desde Córdova, que no oviesen enojo, que él volveria muy presto a Guadix, e les guardaria su justicia, e volverian a su casa.

CAPÍTULO XCAIII.

De como el rey moro se pasó allende con muchos moros.

Partió D. Fernando otra vez el dicho año en 1490, de Córdova á veinte dias del mes de Agosto para Granada a le talar los panes, e le facer la guerra con siete mil de Caballo, e veinte mil peones e esta vez no fué con él el Marques Duque de Cadiz, porque quedó enfermo en su Marchena é corrió e taló toda la Vega, e confines de Granada, e fizoles a los Moros muchos daños, e embió gente a descercar a Salobreña, que se la tenian los Moros cercada, e fué la via de Guadix donde el Marqués de Villena estaba, e hizo pesquisa de la traicion que los Moros ordenaban primer que el Marques los sacase de la Ciudad e supo la verdad de todo, e los Moros le suplicaron, quejándose del Marqués de Villena, que les dejase entrar a vivir en sus casas, como les habia prometido, e el rey les respondió diciendo: Ami

gos, yo soy bien informado de la traicion que entre vosotros me teniades ordenada de matar mi Alcayde e Escuderos, que guardaba mi Alcazaba, y alzarvos con ella, e con la Ciudad contra mi por el rey e comun de Granada, por eso ved como sois dignos e merecedores de grandes penas; empero porque no digais que no uso con vosotros de piedad, y que no vos quiero oir justicia, a mi place que sea de esta manera; que se haga la pesquisa mas larga e mas en forma, e que todos los que aparezcan culpables padezcan por ello, e los que no sean libres, e de cierto os fago saver y digo, que mireis que de cuantos fallare culpados, no ha de escapar uno, por ende yo os doy plazo para que vos vais e escojais de dos cosas una, lo que dicho tengo o que os váyais con vuestras Mugeres e fijos e vecinos, donde quisiéredes, e yo vos mandaré poner en salvo, o me entregareis todos los que eran en esta traicion, para que faga Justicia de ellos, e saved que no ha de escapar ninguno de ellos, y los Moros de Guadix, como todos o la mayor parte de ellos fuesen culpados, o consentidores de la traicion que ordenaban, havido su Consejo e acuerdo sobre ello, pidieron por merced al rey, que los dejase ir libres con todo lo suyo por do quisiesen, y quedase con su Ciudad, y el rey los embió seguros a cada uno con lo suyo donde quiso ir, e asi deliberó el rey del todo la Ciudad de Guadix de manos de los enemigos de Nuestra Santa fee Cathólica, en cavo de setecientos y setenta años que habia que la posehian desde el tiempo del rey D. Rodrigo que la ganaron e tomaron a los Christianos, e esto fué misterio de Nuestro Señor que no quiso consentir que tan noble Ciudad dejase Mudejar en poder de Moros mas tiempo de lo pasado; e el rey fizo luego vendecir todas las Mezquitas en Iglesias en toda la Ciudad donde fizo luego decir Misas y Oras, y dió vecindades, e pobló la Ciudad de Guadix de Christianos, donde Jesu Christo fuese adorado, como los tiempos antiguos, antes que fuese de Moros y por ventura mejor.

El rey Muley Baudili Azagal habia quedado por rey e Señor de Fandarax dos mil vasallos Moros de aquella comarca, que le rentase, o que el rey le diese de Castilla otros dos cuentos, que