Imágenes de páginas
PDF
EPUB

fuesen cuatro cuentos de renta de cada un año para siempre, e que quedase él e sus Moros Mudejares vasallos de Castilla del rey e de la reyna como en los partidos de Baza, que Dios fizo a los Moros por abreviar la guerra e escusar las muertes de los Christianos y grande gasto habian quedado tantos Mudejares, con que toda aquella tierra quedaba en muy gran peligro, no plugo a Nuestro Señor, que entre los Christianos hubiese e quedase tal ocupacion ni oviese rey Moro por tantos tiempos como del partido se publicaba puso en corazon de los Moros la division, como ellos sean muy livianos en sus movimientos e muy boltarios: alzaronse los Vasallos del rey Baudili Azagal rey de Fandarax contra él todos los mas, y aun lo mataran si pudieran, esto ficieron cuando los Moros de Granada tomaron e Alhendin y alzáronse por el Comun y rey de Granada, e como esto viese el rey Moro susodicho por dar seguridad a su vida, la cual él no podia seguramente tener entre aquellos Moros, vino a Guadix y suplicó al rey D. Fernando que reciviese las Fortalezas que le habian quedado y cumpliese con él lo que entre ellos habia quedado que el se queria pasar a allende, que el rey D. Fernando le diese pasage seguro, e al rey D. Fernando plugo mucho de esto, e cumplió con él todo lo que le habia prometido, y diole pasage a él y a cuantos Moros con él quisieron ir a allende, habiendo primero recivido del, e de los Alcaydes, que por él estaban todas las Fortalezas, e derribando algunas no provechosas; y de esta vez se pasaron a allende con el rey Baudili Azagal muchas casas de Moros, a los cuales el rey D. Fernando permitió pasar e pasaron seguramente, porque en los partidos habia quedado, que cada y cuando el rey o cualquiera de los Moros que se dieron en su partido se quisiesen pasar allende, que el rey D. Fernando les diese pasage seguro, e esto hecho, e vastecidas las fortalezas que el rey le dió de gente e mantenimientos, y gente e armas, dejando sus guarniciones donde convenia, e al marqués de Villena por Capitan General, el rey D. Fernando, Victorioso, e mucho honrado se bolvió a Córdova.

GAPITULO XGIX.

Como la Infanta D. Isabel fué la primera vez á Portugal casada con el principe D. Juan.

En Jueves once dias del mes de Noviembre del dicho año de 1490 años, ficieron el rey y la reyna y su corte estando en Constantina villa de la Ciudad de Sevilla, las fiestas de la Partida de la Princesa de Portugal su fija, e desde alli la embiaron a Portugal al principe D. Juan su esposo, e fueron con ella con los poderes para la entregar, el Conde de Feria D. Gomez Suaez de Figueroa, e el Obispo de Jaen D. Luiz Osorio, e Rodrigo de Ulloa Contador Mayor de Castilla e acompañáronla fasta Monzon de Portugal el Cardenal de España e el Conde de Benavente, e dos hermanos suyos, e otros muchos Caballeros e fidalgos que partieron de la Corte con ella, e en el camino salieron otros muchos Caballeros, que la acompañaron, ansi como D. Pedro Puertocarrero con muchos Comendadores de la Orden de Santiago, e el Maestre de Alcantara.

Partieron de Constantina, e fueron á Guadalcanal, e dende a Llerena donde el Maestre D. Alfonso de Cárdenas les fizo gran recivimiento, e honradamente hospedar, e les fizo grandes convites y salas, e donde por sus jornadas fasta Portugal donde la entregaron al rey de Portugal e el Principe de Portugal D. Juan su fijo al mojon de Castilla entre Portugal, al mojon entre Badajoz y Silves en la Puente del Rio Caya, donde la salieron a recivir con muy noble recivimiento de gente, e dende el Cardenal e los otros caballeros se bolvieron, e entraron con la Princesa en Portugal el Conde de Feria, e el Obispo de Jaen e Rodrigo

de Ulloa susodichos, e fueron fasta Ebora, donde le fué fecho solemne recivimiento, e se celebró el Matrimonio, e fueron las fiestas, e justas e muchas alegrias, e grandes gastos, e el Rey e la Reyna e el Príncipe dieron grandes dádivas á los caballeros que fueron con la Princesa e a las Dueñas e Damas, e pasadas las fiestas la Princesa se quedó en paz con su marido, e los que la entregaron se volvieron en Castilla a la Corte a Sevilla a dar razon de su viage.

GAPÍTULO G.

Del cerco de Granada e de lo que acaeció al comienzo.

Partieron de Sevilla a once dias del mes de Abril del Nacimiento de Nuestro Salvador Jesu-Cristo de 1491 años, el rey D. Fernando, e la reyna Doña Isabel, e el príncipe D. Juan su fijo, e las Infantas e Corte para ir a poner cerco sobre Granada; e primera jornada fueron a Carmona, e dende a Córdova, e dende Alcalá la Real, donde por estonce quedó la Reyna e el Principe e las tres Infantas. Partió el Rey de Alcalá la Real con su hueste con la gracia de Dios en un miércoles, veinte dias de abril del dicho año, e asentó su real en la Cabeza de los Oginetes, e esperó alli el jueves la gente que le seguian, e mobió de alli el viernes siguiente, e fué al Valle de Vellillos cerca de la Puente de Pinos, e alli llegó a él la gente de Sevilla e de su tierra, que iban por la parte de Loja; e el sávado siguiente partieron de alli e fueron a los ojos de Huécar, que es una legua de Granada.

Esa noche, sábado, el Rey mandó ir al Duque de Escalona, Capitan General de la Frontera, con fasta tres mil de caballo e

1

diez mil peones al Alaceria, que son unos valles que están á la entrada de la Alpujarra donde hay muchas aldeas, a las destruir porque era tierra muy rica, de donde Granada habia mucho reparo; e partido el Marqués Duque de Escalona, dijeron al Rey que podrian juntar de la Alpujarra treinta mil hombres de pelea, e por eso movió su real para ir a facer espaldas a la gente inviada, e fué la via de Padul, e a la pasada de Granada, salieron todos los Caballeros de Granada a dar en la falda a la gente, e trabaron la escaramuza con ellos; e por mandado del rey, y el Conde de Tendilla e el Conde de Cabra salieron a la escaramuza e dieron tan gran priesa con ella que los moros hubieron de huir e fueron algunos muertos e fueron tomados algunos de ellos, e presos ansi a caballo como estaban, e hecho pasó todo el real sin peligro, e llegó al Padul, donde fallaron que venia el Marqués Duque de Escalona con la presa e con la gente que habia tomado, que ellos habian entrado a las aldeas del Alcarin, e como los Moros estaban descuidados, diciendo que no habria quien osase alli entrar, tomáronlos de saito, e robaron e destruyeron nueve aldeas, e mataron mas de quinientos moros, e ovieron muy gran presa de moros e ganados, e ropas e joyas, e oro e plata, e destruyeron lo que pudieron, e alli todos juntos con el real durmieron aquella noche domingo en la noche, e otro dia de mañana lunes, el rey acordó de tornar a entrar a destruir del todo los lugares que el dicho Marqués habia destruido, e otros que estaban mas adelante en medio de las Alpujarras: e esa mesma noche domingo vinieron de Granada por la sierra tres Capitanes Moros con mucha gente de cavallo e de a pié vallesteros a ponerse en un paso áspero para defender aquella gente del real no pasase adelante; e el rey, otro dia lunes, partió de alli con su hueste, e el Duque de Cádiz con otros Grandes del real e con algunos Capitanes de los contrarios de el Rey aderezaron el paso donde los Moros estaban, e pelearon con ellos, e desbaratáronlos, e los Moros huyeron, e quedaron alli muertos mas de ciento, e tomaron a vida mas de sesenta, e pasaron adelante a las Alpujarras, e quemaron e destruyeron del todo los nueve lugares primeros, e roba

ron, quemaron y destruyeron otros quince lugares adelante de las Alpujarras, en que fueron muchos muertos, e muchas Moras chicos e grandes cautivos, e ovieron los Christianos muchos despojos de sedas, oro, ropa, plata, alajas, ganados y de otros muchas cosas, que aquella tierra estaba muy guardada y rica, y bien creian los Moros, que primero se perderia Granada que alli les entrasen, e despues de esto el rey mandó talar los panes, c talaron los todos cuantos en esta tierra habia y este dicho dia lunes, dia de San Marcos, el rey y todo el real volvieron a dormir al Padul; en todo esto no ovo muerte ni daño en los Christianos salvo algunos pocos peones, que fueron heridos de saetas, ni ovo daño de muerte en persona señalada salvo en un page de la reyna llamado Albellaneda, que murió de una herida que le dieron los Moros en la pelea, e el rey se bolvió a la Vega de Granada, e de vuelta tomaron la Torre de Gandía donde se tomaron treinta Moros, e asentó su real en el agosto, en donde edificó la villa de Santa Feé, cerca de los ojos de Huccar a vista de la Ciudad de Granada, muy fuerte y de muy fuertes edificios, e de muy gentil echura en cuadro como hoy parece, para enfrenar a Granada, e el rey le puso Santa Feé; porque su deseo, e el de la reyna su mujer era siempre en acrecentamiento e favor de la Santa Fee Catholica de Jesu Christo; puedese contar el comienzo del cerco de este vencimiento desde veinte y seis de Abril un dia despues de San Marcos, que bolvió el rey desde el Padul, asentó a cerca de donde está agora la villa de Santa Feé, e duró el cerco ocho meses fasta el dia de los Reyes Magos, e mas ocho dias, déjando los dias de Abril pasados en el egercicio susodicho.

« AnteriorContinuar »