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Hallaron Miravolanos Zerinos, salvo que estonce no estaban si no debajo del Arbol, e como la tierra era muy húmeda estaban perdidos, e tenian el sabor muy amargo, e creyose que seria del perdimiento, empero lo otro salvo el sabor que es corrompido es de Miravolanos verdaderos; e tambien hay Pimienta muy buena, e quema dos veces mas que la que acá tomamos. Críase en arbolillos como de ortaliza, es floxa no tan dura como esta que acá viene por la via de Alexandria, e es mayor un poco, la cual tienen los indios por cosa muy medicinal, e muy buena, e la siembran e cogen.

Es maravilla de como las gentes de todas aquellas Islas no tienen ni poseen Fierro, de las herramientas que tienen de piedras muy agudas, e fechas a maravilla asi como hachas, e azuelas, e otros ferramientas con que se sirven, e facen sus cosas. Sus mantenimientos son Pan de raices que Dios les echó, e dió en aquella tierra en lugar de Trigo, que Trigo, ni Centeno, ni Cebada, ni Havena, ni Escaña, ni Panizo, ni Paina, ni Mijo no hay allá ni cosa que le paresca.

Hay Casavi que se coge en unos racimos como que quieren parecer al Panizo, sino que son mucho mayores los granos, e mas blanco: hay Mais e a Jes, e otros manjares, e raices con que han vivido hasta ahora, e otras frutas e mantenimientos salues, e cosas que Dios alli les dió con que se crian e mantienen e han criado e mantenido desde que Dios Nuestro Señor alli los echó.

No habia cosa de mantenimiento fasta aquel tiempo que los Castellanos fueron allá a provar de las que acá hay, ni que se les pareciese; no habia Habas, ni Garvanzos, ni Yeros, ni Lanteja, ni Atremuces, ni Res de cuatro piés, ni Alimaña, salvo unos Gorques pequeños, e aquellas Utras que son como grandes Ratones, que son como entre Ratones e Conejos, e son muy buenas, e sabrosas de comer, e tienen piés e manos como de Raton, e suben por los Arboles; son de tamaño de un conejo nuevo. Los Goscos son blancos e prietos e de todos colores; hay Lagartos, e Culebras, e no muchos, porque los comen los indios e facen tanta fiesta de ellos como nos los Castellanos de Perdi

ces. Son los Lagartos de allá como los de acá en el tamaño, salvo que en la hechura son diferentes; aunque en una Isleta pequeña que está junto con un Puerto que se llama Monte Joan donde la Flota estuvo algunos dias se vido un Lagarto muchas veces de gordura de un Becerró, estan cumplido como una lanza, e muchas veces salian por lo matarse no podian cón la es→ pesura, e fuia, e metiase en la Mar. Otro si comen los Indios allende de comer Lagartos e Culebras, cuantas Arañas, e Culebras, e Gusanos hallan por el suelo; ansi que parece de su vestialidad mayor que la de ninguna vestia en el Mundo..

Llevó el Almirante este viaje 17 Navios como dicho tengo, en que iban 4 Naos, e 13 Caravelas e 1200 hombres de pelea para quedar allá; prosiguiendo la posesion de la tierra, e para exercitar e saber del oro lo cierto, e adquirirlo para el Rey e Reina, quien por grado de los habitadores, quien por fuerza de los habitadores, e llevó 24 caballos, e diez Yeguas, e tres mulas, e llevó Puercos, e Puercas, e Berracos, e Cabras, e Bacas, e Ovejas de todo un poco para criar, para lo cual la tierra fué muy conforme, e aprovechable, e muy mas sana que para los hombres.

El Almirante habia determinado de enviar los Navios a Castilla antes de ir a buscar las Minas del oro, segun el aviso que tenia de los Indios. La una a Cucao que es una Provincia donde hay mucho oro, e la otra Alti, tierras del Rey Canoaboa que era muy poderoso en aquellas tierras, los cuales hallaron muchas muestras donde se podia hallar mucho oro, e en mas de cincuenta rios, e arroyos, e fuentes hallaron que habia mucho oro, e se podia coger, e truxeron muestras de todas partes, e creyendo que cobrando la tierra bien honda se hallaria mucha cantidad de oro, pues que en las Arenas de los arroyadores del agua se hallaba, e pues que los indios no cababan mas en hondo la tierra de un palmo que no tenian con qué. Esto sabido del Almirante, despidió los Navios para acá para Castilla, e dexó allá los que vido eran necesarios quedar; e embió el oro que mas pudo haber al Rey e a la Reyna, e vinieron los Navios a Cádiz, donde fasta que el Señor Obispo D. Joan de Fon

seca fué no osaron salir a tierra fasta entregar el oro, e dende en adelante se tuvo esta forma, que todos los Navios que venian de las Indias, venian a Cádiz e alli entregaban lo que traian a dicho Señor fasta que SS. AA. lo pusieron en otro negocio mas alto que no este, e lo subieron en honra como él merecia de Embaxador entre SS. AA. e el Emperador de Flandes sobre los casamientos de sus fijos, e le ficieron Obispo de Badajoz, e des pues de Córdoba, e despues de Valencia de bien en mejor, é todo bien empleado; e despues que este Señor dexó el cargo dé las armadas, e recepturia del oro, ovo otras formas e ordenamientos en lo recibir

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En ese mismo año de 94 que vinieron los Navios de las Indias dexando en la Española el Almirante, e la gente Castellana en el Pueblo comenzado de edificar, envió otra armada el Señor Don Joan de Fonseca con refresco para la dicha gente de mucho pan, e vino, e vituallas, la cual fué a buen tiempo, e les hizo mucho provecho, e vinieron en Marzo de 1494, los Navios de las Indias, e volvió la Armada con los mantenimientos dende a pocos dias.

El Almirante no echó en olvido la muerte de los 39 hombres que le mataron, e fizo su inquisicion, e supo de los mismos Indios quien los habia muerto, e entró por la tierra e cautivó infinitos de ellos, de los cuales envió en la segunda vez que envió quinientas ánimas de Indios e Indias todos de buena edad, dende 12 años fasta 55, poco mas o menos, los cuales todos se entregaron en Sevilla al Señor Don Joan de Fonseca, e vinieron ansi como andaban en su tierra como nacieron, de lo cual no havian mas empacho, que alimañas, los cuales todos vendieron e aprovaron muy mal, e se murieron todos los mas que los provó la tierra.

Ovo cisma entre el Almirante, e algunos de los que fueron debajo de su mandado que no lo querian obedecer, e decian que habia engañado al Rey e a la Reyna en les decir que habia tanto oro, lo cual afirmaban que no era verdad, e que si algo habia que seria tanto e mas el gasto que se pondria en buscar

e sacar.

Muchos creyeron esto acá en Castilla, e ovo muy grandes murmuraciones e contra el Almirante, e él como soberano sobre ellos, envió presos algunos de ellos, asi como a Fermin zedo vecino de Sevilla que habia ido por Maestro para conocer e apurar el oro, el cual facia escarnio del oro; e él e otros decian, que aquel oro que aquellos Indios poscian e daban al Almirante, que lo tenian de mucho tiempo, e lo habian havido sucesivamente de sus antecesores, e embió preso a Bernardo de Piza Alguacil de la Corte, e a otros, e los entregaron en Sevilla presos, e de aqui se siguieron muchas disenciones contra el Almirante, e todas a muy gran sin razon, segun despues pareció la verdad.

- Esto todo acaeció despues que él vino de descubrir la tierra firme de la parte del Austro, donde se engorró o tardó alli cuatro o cinco meses del año de 1494..

GAPITULO GXXI.

De como el Almirante faé por la tierra a buscar el oro a la Provincia de Civao, e lo que le pareció de la tierra: de la Fortaleza que fizo.

Despues de parecidos los Navios en que fué la dicha armada de la Ciudad Isabela comenzada de fundar, los cuales vinieron debajo de la Capitania de Antonio de Torres hermano del Ama del Príncipe D. Juan, que partieron de la dicha Ciudad Isabela en 3 dias del mes de Febrero año de 94: El Almirante dió priesa en fortalecer la Ciudad e en aderezar las cosas que para ella convenian para remediar las vidas e la vianda de todas aquellas gentes que allá quedaron; e fecho algo de ello, a 12 dias de Marzo se partió con toda la gente que fué menester de a pié, e

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