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ros de alli de un peñon e risco por fuerza, e yendo tras de ellos descubriéronse por un lugar que los Moros de a cavallo pudieron llegar, e alli mataron al Capitan de Córdoba, e los Xpnos. huyeron al Real, e los Moros en pos de ellos, e mataron 100 christianos poco mas o menos, e de los Moros se supo despues murieron mas de 500, e los Capitanes desque esto vieron, enviaron parte de la flota a Málaga por agua e leña, con que dexaron vastecida la fortaleza, e repararon la armada, e dexado buen recado, se volvieron a Málaga.

GAPITULO GGII.

De como casó el rey D. Fernando segunda vez.

Gobernando el rey D. Ferncndo a Castilla por la reyna Doña Juana su fija e por el rey D. Felipe, ovo gran zelo e envidia en algunos Caballeros de Castilla, e procuraron la vanidad del rey D. Felipe, e por ventura él no se moviera tan aina de Flandes a venir a reynar, pues que de ella podia reynar e mandar a Castilla, si lo no sismaran e invocaran algunos de los Grandes de Castilla sembrando discordias, e poniendo diferencias entre el rey D. Felipe e el rey D. Fernando su suegro; de la qual causa el rey D. Felipe estuvo en muchas cosas por lo que la reyna Doña Isabel de gloriosa memoria mandó e ordenó en su testamento; e como el rey D. Fernando sintió la voluntad del rey D. Felipe dada a los Cavalleros de Castilla que le invocaban, mas con aficion de le demandar e tomar la corona real que no por pro de los reynos, e conoció e supo como lo hacian venir sin tiempo e concierto, e supo la intencion con que de Flandes a Castilla se querian mover muy ofrendado de las malicias de Castilla, no como fijo obediente como la razon le obligaba, salvo como yerno. Temió de la necesidad que vió en Castilla e

él le podia venir, porque él estaba enemigo con el rey de Francia sobre los debates e guerras de Nápoles, e las treguas que tenian se cumplian a cierto tiempo que se acercaba: Ntro. Señor que siempre le fué favorable, le dió poder e gracia con que salteó la necesidad antes que viniese, e no faltó quien le aconsejó que tomase parentesco con el rey de Francia, e tomase por muger a su sobrina fija de su hermana e de Mr. de Marbonay. El casamiento se concertó en comienzo del año 1506, e luego fueron asentadas perpetuas paces entre el rey de Francia e el rey D. Fernando, e España e Francia, e todos sus reynos e senorios por tierra e por mar. E asentaron entre ambos su amistad e hermandad perpetua, de donde procedió mucho bien por toda España; e el rey D. Fernando envió a Francia al Dnque de Cifuentes por su muger, e a otros honredos Cavalleros, e el rey de Francia se la entregó e envió en el mes de Abril. Entró en Castilla, e el Rey la salió a recibir muy honradamente, e se desposaron luego, e velaron en la villa de Dueñas, e dende se fueron a Valladolid.

En este medio tiempo en el dicho mes de Abril año 1506 tomaron los Christianos Castellanos que estaban en Melilla, e Mariño de Ribera Capitan suyo e Alcayde de Melilla, la Villa de Cazaza a los Moros, la qual está alli cerca de Melilla, e tomáronla por concierto de un Moro muy amigo de dicho Mariño, que se la dió de dia sin peligro e sin pelea, siendo idos todos los Moros fuera a trabajar, e a otros negocios.

CAPITULO QEIII.

De la venida del rey D. Fellpe.

En dicho año de 1506 en el mes de Febrero o Marzo, partieron de Flandes el rey D. Felipe e la reyna Doña Joana su muger para vivir e reynar en Castilla; e entrados en la mar obieron tantas fortunas, que sus personas fueron tantas veces puestas en mucho peligro, pues mas despedidos de la vida que no de la muerte se vieron, e al mayor peligro socorriolos Nuto. Señor Dios, e salieron en Inglaterra donde la fortuna los echó, e perdióseles una Nao donde venian ciertos Pages, e muchas ropas e joyas.

Estuvieron en Inglaterra mas de un mes, donde el Rey e Principe de Inglateraa les ficieron mucha honra, e la reyna Doña Joana obo con la Princesa de Inglaterra su hermana mucha consolacion, Aportaron a la Ciudad e Puerto de Salisbre, e dende por tierra el rey de Inglaterra los llevó a Londres.

Partieron de Inglaterra parà venir en Castilla, e aportaron en la Coruña, Ciudad del reyno de Galicia, donde fueron muy bien recibidos, e se detuvieron algunos dias; e el rey D. Fernando tenia mandado e proveido en todos los Puertos de Castilla e Vandalucia, porque no sabia donde aportarian, que les ficiesen buen recibimiento e servicio como a sus Reyes naturales a do quiera que aportasen; e mandó que de los Crandes de Castilla fuese ninguno al recibimiento de sus fijos los Reyes de Castilla delante de él, porque él queria ser el primero en el recibimiento. Estó ansi fué voz e fama que lo mandó, empero no fué en ello obedecido, que ciertos Cavalleros e Grandes de CasToxo II.

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tilla, el que mas podia aguijar e andar mas andaba, de manera que muchos fueron delante del rey D. Fernande e lo recibieron, lo qual se podia facer muy mejor que fueran juntos con el rey D. Fernando, pues que era su Padre, e honraba a todos; e en este recibimiento se manifestaron los sembradores de la discordia que fué sembrada entre el rey D. Fernando e sus fijos. Segun parece el rey D. Felipe traia sospecha desde Flandes que el rey D. Fernando le havia de impedir e contrariar algo de su reynar, segun la relacion tenia, e guarneciose de favores de los Cavalleros, prometiéndoles mercedes; e partidos de la Coruña, por sus jornadas vinieron en Venavente, donde todos los Cavalleros de Castilla e sus nupciales fueron a recibir e besar las manos por sus naturales Reyes.

E antes que alli llegasen desque fueron desembarazados havia havido contienda entre marido e muger sobre el regir mandar de los reynos, que la Reina e sus parientes, e quien bien la queria, querian que mandase e firmase juntamente con el Rey, ansi como facia la reyna Doña Isabel de gloriosa memoria con el rey D. Fernando su padre; e el rey D. Felipe, e los del su consejo, e los que mucho se adelantaron a lo recibir parece que consintieron, e aquel consejo que la Reyna no firmase: e viendo al Rey en aquella opinion de la qual lo debieran quitar, no lo quisieron contradecir porque algunos de ellos havian sido en lo poner en aquel siniestro; e esto se vino a purificar e acabar en Benavente; e quedó en que la reyna Doña Joana no entendiese ni firmase en los negocios del regir, salvo el rey tan solamente, puesto caso que los reynos eran de la reyna e de su patrimonio, e no del rey D, Felipe, e asi se fizo ese poco tiempo que el rey D. Felipe vivió, de donde no poca turbacion e enojo a la reyna se siguió. E el rey D. Felipe proveyó que en ninguna manera la reyna no viese a su padre, aunque viniese a su Corte, e asi se fizo e tuvo, que nunca se lo dexaron ver; e el rey D. Fernando estaba en Toro mientras el rey D. Felipe estaba en Benavente; e dende antes de se ver fueron e vinieron los Embaxadores e mediantes de un real al otro, porque el rey D. Fernando demandaba la mitad de lo ganado, e

de lo que por justicia era suyo, e lo que la reyna su muger le havia mandado en su testamento, e lo que por Bulas del Santo Padre le era concedido por su vida en los Maestrazgos, e que se quedasen en buen hora con sus reynos.

E en fin los Consejos de un Rey e otro se juntaron con compromisos de ambos Reyes, e vistas las divisiones e la justicia que cada uno tenia, e lo que demandaba, ficieron la particion en esta manera: Que el rey D. Fernando oviese por suyo de lo acrescentado el reyno de Nápoles, e la reyna su fija el reyno de Granada, tal por tal, e que el rey D. Fernando tuviese por todos los dias de su vida los Maestrazgos el de Santiago, Alcántara e Calatrava, asi las rentas, como las Fortalezas, e justicias de ellas e gobernacion, porque el Papa le havia fecho merced de ellos, e a él e a la reyna Doña Isabel por sus vidas en galardon de la santa guerra que a los Moros ficieron, e por otras muchas razones que para ello ovieron: mandó que en sus vidas na oviese Maestres porque ya no havia Moros aquende: e Castilla estaba tan repartida en Señorios, que el rey e la reyna lan liberalmente como convenia a su real cetro no la pódian sojuzgar, á causa de las datas sin medida que en ella ficieron el rey D. Joan, su Padre de la reyna Doña Isabel, e el rey D. Enrique su hermano antecesores. Quedó mas que por todos los dias de su vida el rey D. Fernando llevase la mitad de las rentas de los reynos de las Indias, de oro, perlas; e esclavos, e otras qualesquier cosa que rentaren. Quedó mas, que el rey D. Fernando haya e tenga por todos los dias de su vida en las Alcabalas de Castilla diez quentos de maravedises: e esto fecho e sentenciado por los del Consejo del un Rey e otro, árbitros para ello elegidos, mandaron e sentenciaron que el rey D. Fernando saliese luego de Castilla, e la dexase libre e desembarazada al rey D. Felipe, e se fuese a sus reynos de Aragon.

Luego ambos reyes consintieron la sentencia e estuvieron por ella, e el rey D. Fernando se movió de Toro, e se fué a Benavente, e se vido e abrazó con el rey D. Felipe, e de alli sc despidió de él, e de los Cavalleros de Castilla que alli estaban, e abrazó al Duque de Náxera, al Conde de Benavento, a a otros

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