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ria facer luego; e que saliese él con él, e que veria como lo ponia por la obra en se ir de la Ciudad por cumplir el mandamiento de SS. AA. e le respondió el Pesquisidor que se fuese él en buen hora, que él no tenia ahi su mula para ir con él, e el Marqués le tornó a decir e pedir por merced que saliese con él, que no faltaria en que se fucse, en que el Pesquisidor obo de salir con él fuera de la Casa de Cabildo, e luego a la puerta el Marqués fizo apear a uno de una mula, e fizo cavalgada al Pesquisidor, 'e fuéronse hablando fasta que salieron de la Ciudad, en la Puente encontraron a un Alcalde de la Hermandad, hombre principal llamado Joan Estevan, e el Pesquisidor ya sentia que iba preso, e como vió al Alcalde de la Hermandad le requirió que lo delibrase, e lo ficiese saber a la justicia como iba preso, e junto con esto el Marqués con buenas palabras que quiso o no tomó el cavallo al dicho Alcalde, e fizo cavalgar al ́· dicho Pesquisador en él, e el, Alcalde en la mula, e mandó a ciertos de Cavallo suyó que lo llevasen preso a Montilla, e que aguijasen presto, e lo entregasen al Alcalde, e le dixesen que le echasen en la Masmorra, e ansi se fizo todo, e el Marqués volviose a la Ciudad, e despues envió a mandar al Alcalde de Montilla que lo soltase, e soltó, e lo volvió a la Corte, fasta que la Corte vino antes se fué a tierra de D. Diego Lopez de Haro, donde estuvo fasta que el Rey vino, de lo que el Rey desque lo supo ovo tanto enojo que mayor no podia ser, e ninguno lo podia concertar ni aplacer, e concedíó venir en persona a costa del dicho Marqués poderosamente a lo castigar; e el Gran Capitan ovo eso mesmo sobrado enojo de lo acaecido a causa del Marqués su sobrino, e dixo al Rey: Señor, la Casa de Aguilar siempre fué leal, e si mi sobrino agora errado e fecho lo que no debia, mándelo V. A. castigar por justicia, e dixo otras muchas palabras al Rey por amansar el enojo; e escribió al Marqués su sobrino una carta en que se continia que decia: sobre los yerros fecho conviene que luego os vengais a poner en poder del Rey, e si esta faceis, sereis castigados, e si no lo faceis, sereis perdido del todo: e el Marqués se fué a la Corte luego, e el Rey no lo quiso ver, e mandolo andar preso dos leguas de la Corte.

El Rey partió de Castilla con la gente de guarnicion e de la guarda de su persona que tenia en la Corte en Burgos, e truxo consigo 600 hombres de armas, e 400 ginetes, e dos o tres mil peones a la Suiza, Espingarderos, e Artilleros, e Ballesteros, e Lanceros, todos muy armados e ataviados, e puestos en acto de guerra con sus Capitanes, e Coroneles, e Cavos de escuadras, e por sus hornadas el Rey vino a Córdoba con toda esta gente, e entró en ella en los primeros dias de Septiembre de 1508, e de los culpados fuyeron muchos de la Ciudad, e el Rey estuvo alli dos meses, e poco menos, e mandó facer sus pesquisas contra el Marqués, e contra los culpados, e contra el Regimiento de Córdoba, e contra todos los que fueron contra el Pesquisidor, e contra el Corregidor, e comenzaron de prender é facer justicia, e mataron e desquartizaron, e al Alcalde de la Hermandad Joan Estevan que dió el cavallo en que fué preso el Pesquisidor desde la Puente cortaron un pié, e derribaron las casas a todos los que fuyeron, e otros asolaron todos sus bienes, e muchos sentenciaron a muerte, e ser quarteados de los que fuyeron, de los quales fueron Carmona, Señor de Aguilero e Bocanegra, que eran Cavalleros Ciudadanos de los Principales de Córdoba, e él mandó facer proceso contra el Marqués, e cerrado el proceso, e visto por el Rey e, por su alto Consejo, el Rey dió en él su sentencia definitiva, en el qual se contenian muchas causas e cláusulas diciendo que merecia muerte, empero que por los servicios del Gran Capitan su tio se la reservaba, e condenolo en destierro de Córdoba, que por toda su vida no entrase mas en ella, e quitole la Tenencia de Antequera, e todas las otras cosas e juros que tenia de la Corona real, e tomole las Fortalezas todas de su tierra, e puso Alcaydes por si en ellas; e mandole que no entrase en sus tierras e fuese desterrado de ellas tanto quanto fuese la voluntad de la Reyna su fija e suya, e mandó derribarle la fortaleza de Montilla donde el Pesquisidor fué preso, por quanto en ella fué fecha cárcel privada, e que nunea mas fuese redificada, e ansi fué luego fecho que la derribaron totalmente por el suelo, e condenaron mas a el Marqués en todas las costas que se havian fecho en venir desde

Burgos fasta acá con toda aquella gente, que montaron muchos quentos de maravedis.

El Rey se sintió mucho del Marqués porque tenia deudo con él, e lo havia casado con su prima fija de D. Enrique Enriquez; e de otra parte estaba de él muy enojado por ciertas vistas e ligas, e que se ayuntaron él e el Conde de Ureña, e el Duque de Medina, e el Conde de Cabra quando falleció el rey D. Felipe, a los quales D. Luis Ponce de Leon gobernaba la casa del Duque de Arcos Marqués de Inara su fijo, aunque fué llamado no quiso ir; de las quales vistas fué público, que ellos no eran contentos que él volviese a gobernar a Castilla, que si vieran tiempo e lugar e se fallaran poderosos para ello le impidieran la entrada. E todas estas cosas el Rey tenia la informacion, e desque vino en esta Vandalucia se informó mejor, e supo bien el que lo quiso bien, e quien no lo queria. Deciase que la causa porque el Marqués tenia reguridad contra el Rey, era porque no mató todos los Moros de Sierra Bermeja quando mataron al muy noble e esforzado D. Alonso de Aguilar su padre. E fecho lo susodicho, el Rey, e la Reyna de Aragon, e el Infante D. Fernando su nieto, e toda su Corte, e Cavalleria, e gente se partieron de Córdoba, e vinieron para Sevilla por Ecija e Car

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CAPITULO CEXV.

De como el Rey vino a Sevilla, e lo que ende acaeció.

Entró el rey D. Fernando en Sevilla de esta vez con la reyna de Aragon su muger, e con el Infante su nieto, a 28 dias del mes de Octubre, dia de los Apóstoles San Simon e San Judas, año 1508 susodicho, donde les fué fecho un muy solemne recibimiento por la Ciudad e por el Arzobispo D. Diego Daza Arzobispo de la misma Ciudad, e por los Canónigos e Clerecia que lo recibieron con una muy solemne procesion. E la Ciudad tenia fechos 15 arcos triunfales de madera muy altos, cubiertos e emparamentados muy ricamente desde la puerta de Macarena por donde entraron fasta la Iglesia: en cada uno estaba pintada e por letras una de las victorias pasadas havida por el rey D. Fernando que era cosa maravillosa de ver; por debajo de los quales arcos el Rey e todos pasaron, e fueron fasta la Iglesia, e dende se fueron a aposentar a los Alcázares, e la mayor parte de la gente se fueron a aposentar la de Armas, e Ginetes a Alcalá de Guadaira e a Alcalá del Rio, e otros lugares en derredor de Sevilla: los mas de los Artilleros e Escopeteros e gente de a pié que venia a la defensa pasaron a Utrera, e muchos se aposentaron en Sevilla e en Triana.

Luego el Rey entendió en la gobernacion de la cosa de Niebla e Medina, e envió a mandar a D. Pedro Giron, fijo del Conde de Ureña yerno del Duque D. Joan que no gobernase por ciertas quejas que de él tenia e informaciones, e porque el Rey traia voluntad de tomar seguridad de la Casa de Niebla e Me

dina; e envió a mandar sobre los cercos de Gibraltar que estaba escandalizado contra ella; e por las vistas e ligas que en esta Vandalucia havian fecho quando murió el rey D. Felipe estando en la Italia, e traia voluntad de tomar en reenes seguridad las Fortalezas de Bejer, e San Lucar e Huelva, e antes que viniese a Sevilla la envió a demandar a D. Pedro Giron mandando que las entregase a D. Iñigo de Velasco, Asistente de Sevilla, e D. Pedro Giron fué tras de no las dar, e tuvo manera de velar a su Cuñado el Duque de Medina, que estaba desposado con su hermana, e desque los veló dixo que el Duque era casado, e que él era señor de lo suyo, que a él se las deinandasen, e D. Iñigo de Velasco se volvió a Sevilla sin la tomar, e como el Rey fué a Sevilla despues que envió a decir a D. Pedro Giron que no gobernase, lo envió a llamar a él e al Duque su cuñado a Medina donde estaban; los quales dilataban la venida, e no queriau venir fasta que so ciertas penas que el Rey puso ovieron de venir, e aparecieron ante el Rey, e él recibió al Duque, e no quiso fablar a D. Pedro Giron, e luego entendieron en los negocios, e el Rey desterró a D. Pedro Giron, e mandó que se fuese de la Ciudad, e mostró muy buen gesto e semblante de amor al Duque, e de esto ovo muy gran celo D. Pedro Giron, porque vulgarmente se decia que porque el Duque e el Conde de Ureña havian hecho aquellos casamientos que trocaban fijo e fija con fijo e fija con intencion de parcialidad sin licencia de la Corona real, de la qual a la Corona real le venia muy gran daño e inconveniente que el Rey queria descasar al Duque, pues era muchacho e no de edad para muger, e lo queria casar con una su nieta, fija del Arzobispo de Zaragoza, e con este temor lo havia sacado de Osuna el D. Pedro Giron; e siendo el Duque de trece años e mozuelo endeble, lo llevó a Medina e lo fizo velar con su hermana, e como el Rey lo mandó ir de la Ciudad, luego pensó lo que despues fizo, e D. Pedro Giron se fué a las Cuevas esa noche del dia que fué quando el rey le mandó ir.

El Duque danzó en el Palacio del Rey, e ovo mucho placer una noche ante el Rey e la Reyna, e las Damas, e se despidió

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