Imágenes de páginas
PDF
EPUB

CAPITULO GOXXV.

Del breve que el Papa Julio II envió al Rey D. Fernando a Burgos.

1

Estando el rey D. Fernando en Burgos vino a él un venerable Doctor llamado Guillelmo Cazador, enviado por el Papa Julio II por Embaxador e Nuncio a le notificar un Breve o copia signado de la Bula, e sellada la convocacion del Concilio general que Su Santidad tenia convocado en Roma en San Joan de Letran, al qual Nuncio S. A. mandó honradamente recibir, e cuando le fué a besar las manos e a presentar el dicho Breve, le suplicó se quisiese mandar dar pública audiencia para decir su embaxada, e S. A. se lo otorgó, e luego el Domingo adelante que se contaron 16 dias del mes de Noviembre año de 1511 a la hora de las ocho de la mañana fue S. A. a la Iglesia mayor acompañado de muchos e grandes Prelados e Señores de este Reyno, e de muchos de su alto Consejo, e de Cavalleros, e de otras personas de Corte, e alli se llegó gran muchedumbre de pueblo; e luego se comenzó una Misa muy solemne, al medio de la qual, al tiempo que suelen predicar, S. A. se levantó de la silla, e el dicho Nuncio presentando su Breve en presencia de todos al cabo propuso en Latin una muy solemne oracion. La qual en nuestro comun hablar Castellano es esta que se sigue.

Entre los otros cargos del Pontificado de nuestro muy Santo Padre Julio Papa II despues de su asuncion, de dos cosas siem

pre tuvo principalmente mucho cuidado Su Santidad (invictisimo e cathólico Principe), lo uno que V. A. de continno ha invocado, conviene a saber, que se hiciese la espedicion contra los malvados Turcos que ha tantos años que tienen ocupados tantos Reynos e Provincias de los Xpnos.; lo otro que fuese celebrado Concilio general para las ocurrencias de la Religion Christiana, e para la reformacion de las costumbres, e de las otras cosas necesarias de ella; a cuya causa Su Santidad ha procurado de continuo en los Principes de la Christiandad, pero viendo de una guerra e contienda nacer otra, no solamente entre los Principes temporales por sus entrañables odios e por endurecimiento del diablo; le pareció no sc poder nunca facer ningun aparejo de guerra contra los muy crueles infieles, si primero no fuesen remediadas las semejantes guerras e contiendas por via del Concilio general, para que de esta manera apaciguadas e del todo quitadas de comun consentimiento e consejo de todos los Principes de la Christiandad, se ficiesc aquella santísima espedicion, por la qual Su Santidad determinó de convocar e convocó el Concilio general, e porque entre todos los otros Principes de la Religion Christiana a ninguno tiene tanto amor ni aficion como a Vuestra Catholica Majestad, asi porque despues que comenzasteis a reynar ninguna otra cosa haveis procurado que ampliar e crecentar la Religion Christiana, segun lo demuestran tantos Reynos e Ciudades de los restituidos a la Christiandad, como porque siempre faisteis muy obediente fijó a la Iglesia Romana, e asi mesmo porque de ningun Principe mas ha sido ayudada la dignidad Eclesiástica, e Majestad Pontificia, ni se espera que de otro será mas favorecida.

Por tanto, Su Santidad me ha enviado a Vuestra Cathólica Majestad para que yo de su parte le notificase que en el mes de Abril primero que vendrá se comenzará en Roma en el Palacio Lateranense el Concilio general ya convocado por Su Santidad; e rogase asi mesmo de su parte a Vuestra Católica Majestad que asi mesmo como otras veces por su benignidad ha defendido la dignidad de la Sede Apostólica, e para la difinicion de ella algunás veces apercibió muy grandes exércitos, por consiguiente

ahora tambien por la su acostumbrada piedad cerca de la Religion, quiera dar como bueno e esforzado defensor de Christo todo el favor oportuno para que este Concilio general sin cisma e sin escándalo, mas antes con temor e celo de Dios todopoderoso e de la Religion Xpna. sea celebrado, asi porque el pueblo Xpno. claramente sepa la religiosa intencion e legítimas escusaciones de Su Santidad, e de que bien haya sido impedida en estos sus santisimos propósitos; como porque sea manifiesto quan provechosa e necesaria sea a la Religion Xpna. la celebracion de este Concilio, e quan pestifera e peligrosa a la salud de las Animas la division e riesgo de ella, que a Dios plega quitar; suplico a Vuestra Majestad que mande leer en este venerable Templo de Dios con alta e inteligible voz el Breve Apostólico de Su Santidad que presenté a V. M. con toda su real Corte, a la qual la Sede Apostólica envia salud e su bendicion

elc. »

Lo que dixo al Arzobispo de Toledo Cardenal.

«A vos Rmo. Prelado Arzobispo de Toledo, Cardenal de España, Prelado de la Santa Madre Iglesia, asi como estais colocado cabe el Sumo Pontifice Vicario de Christo por vuestros merecimientos, e por acrecentamiento de la Fe Catholica haveis guerreado contra los infieles tan peligrosamente; ahora por consiguiente no dexeis de pelear por la Iglesia Romana, ni defender la union de ella, e venir personalmente a la celebracion del Concilio segun especialmente sois llamado.

>> Asi mismo vosotros Prelados Arzobispos e Obispos, que sois firmisimos pilares de la Santa Madre Iglesia, e siempre fuisteis aparejados siendo necesario derramar la propia sangre por la fe de Christo e por la union de los fieles. De parte de Su Santidad sois convidados a estas santísimas e necesarias bodas, a la celebracion de las quales ireis en su tiempo e lugar personalmente TOMO II.

24

=186=

si pudiereis, e sino enviareis a su tiempo e lugar personas idoneas en vuestro nombre.

«E vosotros tambien grandes Señores Duques, Marqueses, Condes, e otros nobles Señores e virtuosos Cavalleros, asi mesmo varonilmente en favor de la fe con vuestro cathólico e glorioso Rey haveis havido victoria e vencimiento de los infieles; asi agora por consiguiente tomad armas como fieles Cavalleros de Christo para defender la union de la Iglesia Romana vuestra Madre, e reformacion de los fieles de ella, e defenderla e ayudarla esforzadamente, e seguir con buen ánimo a vuestro Rey Catholico, al qual yo he invocado e rogado por parte de Su Santidad quiera tomar a cargo la defension de la Fe Apostólica como espero lo fará, lo qual si asi lo ficiéredes (que yo no desconfio) conseguireis por ello entre los fieles de Jesucristo gloriosa fama e nombre perpetuo, e de la Sede Apostólica gracia que en su tiempo no vos podrá faltar, e de Dios todopoderoso convenible galardon, por cuya Ley guardar nuestro muy Santo Padre siempre está vigilante, el qual sea bendito para siempre jamás. Amen.»

Oida la dicha oracion e fabla, S. A. mandó al Rmo. Obispo de Oviedo D. Veleriano de Villaquiran del su Consejo, que estaba presente, respondiese en latin brevemente la respuesta, del qual tornada en romance es la siguiente:

«Con cuanta humanidad e atencion su cathólica Majestad haya oido vuestra embaxada, e con quanta obediencia e devocion haya recibido el Breve Apostólico por vos presentado no seria a mí fácil decir, mas en fin el negocio placiendo a Dios cada dia lo mostrará: manda S. A. que ansi por lo elegante vos dicho elegantemente, como por lo que en el breve se contiene, no solo a S. M., a los Prelados e Grandes que están presentes, mas a toda la Corte e todo el pueblo como lo pedis, sea manifiesto. Subiré al Púlpito, e alli lo mejor que pudiere trabajaré de lo declarar.»

«Aguzad los oidos (egregio Doctor e Nuncio meitísimo), e lo que oyéreis reponedlo en el armario de vuestra memoria, porque despues de la próspera jornada, lo podais relatar a Su San

tidad; próspero Dios a los que desean obedecer la Sede Apostólica, e tener e guardar la fe sin mancilla, conservar e favorecer la única e Santa Iglesia.»

El dicho Breve vuelto de latin en romance decia asi.

Julio Papa Ik

Christianismo in Christo filio nostro, salud y Apostólica bendicion.- El año pasado como Alfonso Estense que era Duque de Ferrara, se oviese ensoberbecido e alzado los cuernos contra Nos e la Santa Sede Apostólica, cuyo feudatario e vasallo es, e despues menospreciando nuestras moniciones, le huviesemos provido consistorialmente del dicho Ducado, ni por eso diese ninguna señal de obediencia, acordamos de ir a Bononia para que de aquella Ciudad mas cercana truxésemos al dicho Alfonso a la verdad e debida obediencia, e librásemos tan escelente Ciudad nuestra de su tyrania, para lo qual Vuestra Cathólica Magestad haviendo sido por Nos requerido, envió en nuestra ayuda 500 lanzas gruesas. Tambien entonces mandamos a los Venerables Hermanos nuestros Cardenales de la Santa Romana Iglesia, que para la recuperacion de tan gran Ciudad fuesen con Nos e nos acompañasen e siguiesen, lo qual casi todos obediente e prontamente ficieron, porque siguiéndonos por las Ciudades de la Santa Romana Iglesia, entraron con Nos en Bononia, escepto cinco Cardenales, los quales teniendo mal pensamiento en sus corazones fueron por otro camino a Florencia, e como quier que fueron por nuestra parte, asi por Nuncios como por Letras requeridos para que viniesen a Nos, e estuviesen presentes, e juntamente con los otros Cardenales a las deliberaciones de las cosas pertenecientes a la dignidad de la Santa Sede Apostólica, no vinieron mas, e furtivamente fueron á gran priesa por manera de decir a Pavia, e de alli a Milan: e puesto que su

« AnteriorContinuar »