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DE

LA GUERRA CIVIL,

Y DE LOS PARTIDOS

LIBERAL Y CARLISTA,

SEGUNDA EDICION,

refundida, y aumentada con la historia de

LA REGENCIA DE ESPARTERO,

POR

DON ANTONIO PIRALA.

TOMO

MADRID: 1869.

IMPRENTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE CREDITO COMERCIAL.

Calle del Tribulete, número 1.

17-2

HARVARD COLLEGE LIBRARY

MAY 24, 1918

MINOT FUND

FROM THE OLIVART COLLECTION

Esta obra és propiedad del autor.

HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL.

LIBRO DECIMOTERCIO.

1840.

PRIMERAS OPERACIONES EN ESTE AÑO.

I.

Al comenzar el año de 1840 contaba el ejército carlista del Centro con veinte mil quinientos ochenta y cuatro infantes, inclusos los artilleros, dos mil ciento quince caballos y ciento ocho piezas de artillería (1): mandábale Forcadell durante la enfermedad de Cabrera. Para aumentarle y contrarestar las proclamas de los liberales, se publicó una con el nombre de Cabrera, el 8 de Enero, estimulando á la desercion á los soldados enemigos (2).

El 9 se confirió desde Bourges á Cabrera el mando tambien del ejér

(1) Véase el documento núm. 1.

(2) A los soldados del ejército de la revolucion:

Cien veces os han prometido vuestros jefes que darian las licencias á los cumplidos, y á los no cumplidos, que pronto, que mañana, de aquí á quince dias, dentro de dos meses está todo concluido y os ireis á descansar. Ocioso es deciros que os engañan, pues sois vosotros las víctimas de esta mala fé; pero sí os advierto que vuestros jefes, que son la causa de las desdichas que sufre nuestra comun patria, por empeñarse en sostener el gobierno que ellos mismos han puesto para su provecho, no os cumplirán la palabra, pues si se ven privados de vuestros brazos y de vuestras vidas, son hombres perdidos, porque son delincuentes.

¡Españoles hermanos nuestros! tiempo es ya del desengaño; la guerra que os obligan á hacer es inicua. Sois cristianos; no perdais vuestras vidas por tan mala causa. Conservadlas, ó para reconquistar la santa religion y las leyes que hicieron felices à nuestros abuelos, ó para que, retirándoos al hogar paterno, podais dedicaros à vuestras respectivas tareas. Movido, pues, del deseo de que terminen los males de nuestra afligida patria, que únicamente subsisten por el abuso que se hace de vuestra sangre y de vuestras vidas, os prometo:

Que el que se presente en este ejército real, además de la gratificacion que recibirá, queda en completa libertad, ó para incorporarse en las filas, ó para retirarse con licencia absoluta á

su casa.

Cuartel general de Hervés 8 de Enero de 1840.-Ramon Cabrera,

cito de Cataluña, autorizándole don Cárlos para que «por medio de un >empréstito ó del modo que considerase más oportuno y conveniente, >> proporcionase los recursos necesarios para la próxima campaña.» En una carta particular le manifestó don José Tamariz, que se titulaba primer secretario de Estado y del despacho, el sentimiento de don Cárlos por su enfermedad y el afan que mostraba por su salud, de la que dependia su causa.

Tambien el mando del duque de la Victoria se hizo estensivo al ejército de Cataluña el 18, y el 4 del mes siguiente lo anunció desde Mas de las Matas á aquellas tropas, ofreciéndoles que así que diera la paz á Aragon y Valencia iria á completar el esterminio de los enemigos de Cataluña, para lo cual confiaba en los jefes y soldados (1).

Algunos encuentros que demostraban la insistencia de los carlistas, en cuyas fortificaciones ondeaba la bandera negra, la brusca acometida de Gracia al fuerte de Onda, bizarramente defendido por don Ramon Iriarte, que halló una muerte gloriosa, y los movimientos de las columnas de unos y otros enemigos para protejer convoyes, fueron las opera⚫ciones con que se inauguró el año, hasta que Espartero marchó contra Segura.

Los carlistas habian resuelto estar á la defensiva mientras Cabrera permaneciese enfermo, sostener las plazas hasta el último estremo, llamar la atencion del duque hácia diversos puntos, moverse todos los jefes y quedar Forcadell cerca del convaleciente para cuidarle, circular órdenes, recibir partes y ser el centro de accion y mando. Arnau, con 1.700 infantes y 1.500 caballos, fué á Castilla en busca de recursos y vituallas; llegó hasta la inmediacion de Albacete, y por Pozo-Amargo y Santa María del Campo ganó el puente de Villagordo, repasó el Jucar, y por Huete entró en Beteta el 16 de Febrero, al abrigo de cuya fortaleza y de la de Cañete, aumentó el considerable botin, que trasportó al interior del Maestrazgo. En el tránsito de esta espedicion hubo algunas pequeñas escaramuzas. La persiguió la division de Hoyos.

Palacios hizo otra escursion á la provincia de Guadalajara; batió en Alcocer el 21 de Enero á la columna del brigadier Quiñones, y el 24 á la de Rodriguez en Peralejos de las Truchas, siendo ambos encuentros desventajosísimos para los liberales. El duque de la Victoria comprendió el objeto de sus enemigos, y se propuso contenerlos para evitar el mal efecto que causaban aquellas derrotas en detalle.

(1) Véase el documento núm. 2.

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