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Caragol (Saperez), Ros de Eroles, Tristany, Llauger y el Muchacho (Sobrevies), al frente de las de Cataluña, amenazaban á Manresa y se apoderaban de Prats del Llusanés; las de la Mancha burlaban á fuerza de actividad las operaciones de una multitud de columnas volantes de tropas de línea y de urbanos, destacadas en su seguimiento; las de Galicia y Asturias, aunque insignificantes y siempre puestas á raya por las tropas leales, á quienes favorecia el buen sentido del pais, inquietaban á este y daban que hacer á aquellas; todo, en fin, demostraba que la situacion no habia mejorado en las provincias del centro y del Noroeste de España, en tanto que en las del Norte y Noreste habia empeorado en términos de hacer dificilísima la mision de los generales encargados del mando militar de aquellos territorios, y muy particularmente la del nuevo virey de Navarra, don Francisco Espoz y Mina que, llegado á Pamplona el último dia de octubre, debia en breve venir á las manos con su paisano Zumalacárregui.

FIN DEL LIBRO SEGUNDO.

MANIFIESTO

DE S. M. LA REINA GOBERNADORA.

Palacio 4 de octubre de 1833.

APENDICE NUMEBO

Sumergida en el mas profundo dolor por la súbita pérdida de mi augusto esposo y soberano, solo una obligacion sagrada, á que deben ceder todos los sentimientos del corazon, pudiera hacerme interrumpir el silencio que exigen la sorpresa cruel y la intensidad de mi pesar. La espectacion que escita siempre un nuevo reinado, crece mas con la incertidumbre sobre la administracion pública en la menor edad del monarca: para disipar esa incertidumbre, Y y precaver la inquietud y estravio que produce en los ánimos, he creido de mi deber anticipar á conjeturas y adivinaciones infundadas la firme y franca manifestacion de los principios que he de seguir constantemente en el gobierno, de que estoy encargada por la última voluntad del rey, mi augusto esposo, durante la menoría de la reina mi muy cara y amada hija doña Isabel.

La religion y la monarquía, primeros elementos de vida para la España, serán respetadas, protegidas, mantenidas por mi en todo su vigor y pureza. El pueblo español tiene en su innato celo por la fé y el culto de sus padres la mas completa seguridad de que nadie osará mandarle sin respetar los objetos sacrosantos de su creencia y adoracion: mi corazon se complace en cooperar, en presidir á este celo de una nacion eminentemente católica, en asegurarla de que la religion inmaculada que profesamos, su doctrina, sus templos y sus ministros serán el primero y mas grato cuidado de mi gobierno.

Tengo la mas íntima satisfaccion de que sea un deber para mi conservar intacto el depósito de la autoridad real que se me ha confiado. Yo mantendré religiosamente la forma y las leyes funda

mentales de la monarquía sin admitir innovaciones peligrosas, aun que halagüeñas en sus principios, probadas ya sobradamente por nuestra desgracia. La mejor forma de gobierno para un pais es aquella á que está acostumbrado. Un poder estable y compacto, fundado en leyes antiguas, respetado por la costumbre, consagrado por los siglos, es el instrumento mas poderoso para obrar el bien de los pueblos, que no se consigue debilitando la autoridad, combatiendo las ideas, los hábitos y las instituciones establecidas, contrariando los intereses y las esperanzas actuales para crear nuevas ambiciones y exigencias, concitando las pasiones del pueblo, poniendo en lucha ó en sobresalto á los individuos, y la sociedad entera en eonvulsion. Yo trasladaré el cetro de las Españas á manos de la reina, á quien le ha dado la ley, integro, sin menoscabo ni detrimento, como la ley misma se lo ha dado.

Mas no por eso dejaré estadiza y sin cultivo esta preciosa posesion que le espera Conozco los males que ha traido al pueblo la série de nuestras calamidades, y me afanaré por aliviarlos: no ignoro, y procuraré estudiar mejor, los vicios que el tiempo y los hombres han introducido en los varios ramos de la administracion pública, y me esforzaré por corregirlos. Las reformas administrativas, únicas que producen inmediatamente la prosperidad y la dicha, que son el solo bien de un valor positivo para el pueblo, serán la materia permanente de mis desvelos. Yo los dedicaré muy especialmente à la diminucion de las cargas, que sea compatible con la seguridad del Estado y de las urgencias del servicio; à la recta y pronta administracion de justicia; á la seguridad de las personas y de los bienes; al fomento de todos los orígenes de la riqueza.

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Para esta grande empresa de hacer la ventura de España necesito y espero la cooperacion unánime, la union de voluntad y conatos de los españoles. Todos son hijos de la patria, interesados igualmente en su bien. No quiero saber opiniones pasadas, no quiero oir detracciones ni susurros presentes, no admito, como servicios ni merecimiento, influencias y manejos oscuros, ni alardes interesados de fidelidad y adhesion Ni el nombre de la reina, ni el mio, son la divisa de una parcialidad, sino la bandera tutelar de la nacion: mi amor, mi proteccion, mis cuidados son de todos los españoles.

Guardaré inviolablemente los pactos contraidos con otros Estados, y respetaré la independencia de todos; solo reclamaré de ellos la reciproca fidelidad y respeto que se debe à España por justicia y por correspondencia.

Si los españoles unidos concurren al logro de mis propósitos, y el cielo bendice nuestros esfuerzos, yo entregaré un dia esta gran nacion recobrada de sus dolencias á mi augusta hija para que complete la obra de su felicidad, y estienda y perpetue el aura de gloria y de amor que circunda en los fastos de España el ilustre nombre de Isabel. En el palacio de Madrid.á.4.de octubre de 1833. -Firmado.-Yo la reina Gobernadora.

ESPOSICION

DEL GENERAL LLAUDER A LA REINA GOBERNADORA.

APENDICE NUMERO

Señora:-La fidelidad á mi soberano y el amor á mi patria, han sido el móvil de todos mis servicios y acciones en todas las vicisitudes y épocas de mi carrera: en los destinos subalternos que be desempeñado, mi responsabilidad ha descansado siempre en la de los gefes superiores a cuyas órdenes he servido, pero en los destinos superiores, mi deber es de otra importancia, y bastarian para convencerme de toda la estension de mi responsabilidad las aprobaciones que he recibido del mismo gobierno, reconociendo mi provision y mí celo en haber tomado sobre mi varias medidas que algunos meses antes se me prohibian, y por las que se me calumnia en el concepto del soberano, asi como espresarme el presidente del Consejo Real, duque de Bailen, que mi prevision y resolucion en no conformarme con las órdenes que se me comunicaban por el ministro, habia salvado á esta provincia y servido de apoyo a la causa de Isabel II: asi que en la direccion y mando superior del arma de infanteria he servido, durante las circunstancias mas dificiles y en medio de notorias contradiciones, con la perseverancia y prevision que despues ha acreditado en repetidas y críticas ocasiones la valiente y benemérita arma de infantería, que ahora -mismo está poniendo el sello á sus heróicas acciones, defendiendo con una decision y disciplina que admira y aprecia toda la nacion, el trono combatido de nuestra inocente reina doña Isabel II.

En el destino de virey de Navarra y capitan general de las provincias Vascongadas, que he ejercido largo tiempo, he esperimentado la estabilidad y las ventajas que resultan à los pueblos y á los que mandan, de una representacion legal en la forina prescrita

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