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y navíos de remo, previniendo el no embestirse nnas con otras con la obscuridad y cerrazón, y cargando alguna borrasca, tira la Capitana uno ó dos cañonazos, para que cada galera se gobierne como mejor pudiere, sin seguirla, teniendo órden en escrito, si van á jornada señalada en el puesto ó altura que se han de volver á juntar, en caso que haya esparcido ó derramado la tormenta los navíos.

> Haciendo otra vuelta de noche la Capitana, ó mudando derrota, suelen poner en la jarcia una linterna, y si saca las bonetas y velas de gavia, dos; y cuando toma todas las velas echando al través, pone en las jarcias tres linternas. En caso que alguna nao de la armada haga mucha agua, ó se rompa árbol ó antena, suele tirar un cañonazo, y hallándose en mucha necesidad, tres.

>> Descubriendo navío enemigo, echa fuego á la mar ó pone una linterna en parte del navío donde se vea bien, tirando algún cañonazo; y si fueren golpes de navíos, tirará cuatro ó cinco de camarada, poniendo tres linternas sobre el castillo de popa y otra sobre el de proa.

>>Queriendo que los navíos se junten de noche, tira la Capitana una pieza, poniendo dos linternas sobre las dos esquinas del castillo de popa en lo más alto déi, y otra sobre el mastil de la grande mesana, seña con que se juntarán, siendo estos los principales puntos sobre que se da instrucción por escrito, para las cosas que pueden suceder de día y de noche en la navegación, con las señas que se juzgan más convenientes, por no haber de servir las que he escrito sino de ejemplo con que orde

nar otras.>

NÚMERO 9.

ACOMPAÑAMIENTO DEL PENDÓN REAL.

Cómo se alzaron pendones en la ciudad de Zamora por la reina Doña Juana y el rey D. Carlos, su hijo.

«Domingo 18 días de Mayo del año del nascimiento de nuestro Salvador Jhesu Xrispo de 1516, entre las tres e las cuatro despues de medio día, estando en las Casas consistoriales el señor Corregidor e su teniente e los señores regidores, los dichos señores Justicia y Regimiento e dos reyes de armas con dos cotas de armas reales vestidas, salieron de las dichas casas y subieron á unɔ como cadahalso que estaba delante del auditorio, e todos allí juntos, en presencia de muchas personas que para ello estaban juntas, los dichos reyes de armas dijeron á altas voces: Oid, oid, oid, tres veces, e el dicho señor Corregidor, teniendo todos los bonetes quitados de las cabezas, tomó un pendon que estaban las armas reales de estos reinos de Castilla e de Leon e de Aragon e de Granada e de los otros reinos y señoríos de sus Altezas, e dijo tres veces á altas voces: Castilla, Castilla, Castilla, por la muy alta e muy poderosa reina doña Juana e por el muy alto e muy poderoso rey don Carlos, su hijo, nuestros señores, e alzó el dicho pendon, e esto mismo dijeron muchos caballeros e otras personas que estaban presentes, e fecho esto, el dicho señor Corregidor dió el dicho pendon al dicho Pedro Ordoñez,

aquien este año cupo la seña de la cibdad, e todos juntos cabalgando, e otros muchos caballeros e personas de la dicha cibdad se fueron acompañando el dicho pendon por muchas de las calles fasta que vinieron al mercado, é en el poyo que dicen de Concejo, que está en él, el dicho señor Corregidor tomó el dicho pendon, é lo alzó diciendo las mismas palabras, que fueron: Castilla, Castilla, Castilla, por la muy alta e muy poderosa reina doña Juana e por el muy alto e poderoso rey don Carlos, su hijo, nuestros señores; e de allí se fueron á la plaza de San Juan, de donde primero habían salido, é mandaron poner el dicho pendon en la ventana de las Casas Consistoriales, e el dicho señor Corregidor dijo que pedía por testimonio en presencia de los susodichos señores gobernadores de estos reinos, había fecho alzar los dichos pendones por sus Altezas en la manera que va dicho e relatado. Testigos que á ello fueron presentes: Luis de Moxica e asi mismo los dichos regidores e otros muchos vecinos de la cibdad. »

Ceremonia de alzar pendores por el rey D. Felipe II.

«En la muy noble e muy leal cibdad de Zamora á 8 días del mes de Abril, año del Señor de 1556, en presencia de mí, Juan de Villalobos, secretario del Regi miento e de los testigos de yuso escriptos, el muy magnífico señor Corregidor de esta ciudad y el magnífico señor Alcalde mayor y los muy magníficos señores regidores (los nombra) cumpliendo las cédulas de S. M. del Emperador y rey nuestro Señor y de la Majestad del

rey D. Phelipe, nuestro señor, por las cuales mandan alcen pendones por el dicho señor rey D. Phelipe, á la hora de las tres de la tarde fueron á las casas del Regimiento, ques la plaza de San Juan, y delante dellas estaba un cadalso cuadrado, bien adornado y colgado y con sus gradas altas, en lo frontero un dosel rico de brocado, en el cual subieron los dichos señores Corregidor y teniente y algunos de los regidores y el señor Antonio Delgadillo, regidor que había de llevar el pendon por haberle cabido este año la seña bermeja (la de la ciudad) y algunas dignidades y canónigos desta santa Iglesia, que fueron llamados por parte de la dicha ciudad para el dicho auto, con otros muchos caballeros. Luego subieron en el cadalso dos reyes de armas con cotas blancas con las armas reales, segun estaban en el dicho pendon, y mazas con sus armas reales, y estando así todo, los reyes de armas dijeron tres veces: Oid, oid, oid. Luego el dicho señor Corregidor tomó el dicho pendon de tafetan colorado, bordado de oro, puesto en una lanza colorada, con un escudo de armas de Castilla y León y Aragón y Austria, y en el otro medio escudo las armas de Ingalaterra y Francia con su corona real encima, y tomando el pendon lo alzó y dijo en alta voz tres veces: Castilla, Castilla, Castilla, por la majestad real del rey don Felipe nuestro Señor, rey de Castilla, de Leon, de Aragon, de Ingalaterra, de Francia, de Nápoles; y todos á altas voces dijeron lo mesmo con gran alegría, y luego se tocaron muchos menestriles altos y bajos, trompetas y atabales, que duraron gran rato. Despues el dicho señor Corregidor entregó el dicho pendon al dicho

Antonio de Delgadillo, el cual lo tomó con gran acatamiento y lo meneó por el dicho cadalso, despues de lo cual se bajaron todos dél, y cabalgando los dichos señores Corregidor y Conde de Alba, tomaron en medio al dicho Antonio Delgadillo, sin gorra, con el pendón real, y los reyes de armas delante y los dichos señores regidores y caballeros y eclesiásticos cabalgando, y otras muchas personas á pie, y así todos se fueron por la Rua adelante hasta llegar á la plaza de la iglesia mayor, donde los dichos reyes de armas dijeron las mesmas palabras que en el cadalso, y todos dijeron en alta voz: Castilla, Castilla, Castilla, y de allí se fueron por las calles que van al mercado, que todas estaban colgadas, y subieron al tablado del dicho mercado, que estaba muy bien adornado, donde los dichos señores Justicia y regidores se subieron con el dicho pendon e hicieron la mesma solenidad que en el cadalso, y así fueron por Valborraz arriba y por San Andrés hasta San Miguel y de allí se fueron por Santiago y el Riego y por la Platería arriba hasta llegar á las Casas de Consistorio, donde el dicho Alférez subió el dicho pendon en los corredores de las dichas Casas y lo dejó allí tendido, y los dichos señores Justicia y regidores acompañaron al dicho Antonio Delgadillo hasta lo poner en su casa, y allí todos se vinieron con el dicho señor Corregidor á su posada, y todos de allí se fueron á las suyas. Testigos presentes, etc.>>

El pendón real en Indias.

«En las ciudades de las Indias es costumbre usada guardada sacar nuestro Pendón Real las vísperas y días

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