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destino preferente en beneficio del común, si bien á la par eran indicación de la dignidad real '.

Que el estandarte no era otra cosa, según queda dicho, que las armas del escudo, agrandadas y puestas en alto para hacerlas más visibles, se acredita por la arrogante frase del almirante Roger de Lauria al decir «que ni galera, ni nave, ni otro bajel, ni los peces mismos osarian andar por la mar ni levantar en ella la cabeza sin llevar un escudo de las armas de Aragón». Lo aclaró más cierto fraile franciscano anónimo escribiendo á mediados del siglo XIV una narración de viajes por el mundo entonces conocido, á la que por ilustración añadió, pintadas con sus colores apropiados, las señales e armas de todos los pueblos que visitaba. Echase de ver que en los de Europa se observaban las reglas admitidas como generales en el blasón, dando al estandarte, con ligeras diferencias, la forma misma del escudo, lo que se conseguía redondeando las puntas ó ángulos exteriores del cuadrado de la tela en que se pintaban las figuras, y aparecía por tanto la parte superior del escudo pegada al asta y la punta hacia afuera. El estandarte ó armas de Castilla y León unidos, uc discrepa del visto en los sellos reales; el de Aragón y Cerdeña muestra los bastones de gales verticalmente; en el de Portugal se dibnjan las quinas azules en campo de plata, con orla de gules y castillos de oro.

1 Abreu. Tratado jurídico politico sobre las presas maritimas, 2 Zurita, Anales de Aragon.

El libro del conoscimiento de todos los reinos, tierras y seño

rios que son por el mundo.

El corte de las puntas del estandarte ó forma de escndo, que no se menciona entre las definiciones del antor de las Partidas, tuvo sin duda origen extranjero, pues en el referido Nobiliario de Fernand Mejía se lee, á contianación de las señas españolas: «Estas diez señas siguientes son segund la comun manera ó mas usada en el mundo, especialmente en Alemaña, en Francia, en Inglatierra, en Ungria, e entre todos los xpianos..... La primera es dicha bandera real; su figura ha de seer mas luenga que ancha e sin farpar dos tantos. La segunda forma de seña se llama pendon, el qual es la tercia parte mas luengo que ancho; el cabo dél es redondo. »

No es solamente en el códice del Franciscano donde este pendón se ve pintado; asimismo lo representan algunas cartas de marear de los siglos XIV y XV, y tal es la forma del pendón antiguo de la ciudad de Sevilla, descrito por D. José Gestoso; mas en estos mismos siglos se siguió también usando el estandarte cuadrado, según parece por otras cartas de marear y pinturas.

A medida que los tiempos se acercan á nosotros, anmentan las indicaciones y noticias con los escritos de toda especie. El Poema de Alfonso Onreno, del mismo siglo XIV, cuenta al salir la hueste coligada contra el moro:

El Rey

Como natural guerrero

Armas leuaua de asero
Con castiellos e leones,
E por ir mas conoscido,
Leuaua sobre sennales
Un su pendon bien tendido
Entre los sus naturales.

En 1375 se trazaba la carta de marear catalana que ha reproducido el Vizconde de Santarem ', dibujando el luxer de Jaime Ferrer con bandera de cinco fajas horizontales, de oro tres y rojas las intermedias y exteriores, conforme á la ordenanza naval dictada en 1354 por don Pedro IV. En 1396 acordaba el Consejo barcelonés:

<<Item: se ha ordenado que las galeras no lleven banderas, cendales ni paños con otra divisa que la del Condado de Barcelona, esto es, barras amarillas y coloradas. solamente» 2.

:

Por la idea que presidió al adorno de la sala de batallas del palacio del Escorial, se conserva dibujo de la de la Higueruela, estimable prenda á la indumentaria y la panoplia vese allí en formación el ejército castellano, llevando á su cabeza al rey D. Juan cabalgando armado; la vesta y paramento del caballo, cuartelados de castillos y leones, tal como en los sellos y pinturas de los reinados anteriores se representa, precediéndole un alférez que, por notoriedad, lleva también á caballo el estandarte ó armas reales, seña cuadrada en la lanza, con los mismos cuarteles rojo y blanco de castillos y leones. Este año (1431) iban á la guerra de Granada las galeas regidas por el almirante D. Fadrique, «e llevaban un pendon real de las armas enteras de Castilla, bien obrado e rico de oro e de seda » *.

Antes de acabar la Edad Media estaban, pues, sóli

Recherches sur la priorité de la decouverte des pais situés sur la côte occidentale d'Afrique.

2 Sans de Barutell.

Navarrete, Colecc, de viajes y descubrim., t. 1, p. 410.

damente determinadas las armas ó divisas de los reinos de Castilla y Aragón; se usaban y mostraban en cualqniera ocasión por mar y tierra, siendo reconocidas por símbolo y distintivo nacional en el concierto de los pueblos de Europa.

Vino á modificarlas un fausto acontecimiento: el enlace matrimonial de los príncipes D.a Isabel y D. Fernando, que unía en una sola entidad las regiones tanto tiempo apartadas. Con consulta y acuerdo de los Grandes, de los Prelados y de las Cortes de ambos reinos, con vista de lo acordado cuando Castilla y León se fundieron, se determinó que las armas de estos antiguos reinos se antepusieran á las de Aragón y Sicilia, y éstas á las demás que estaban unidas, quedando todas en el orden siguiente, que se ve en instrumentos públicos de la época: Castilla, León, Aragón, Sicilia, Toledo, Valencia, Galicia, Mallorca, Sevilla, Cerdeña, Córdoba, Córcega, Murcia, Jaén, los Algarves, Algeciras y Gibraltar, Barcelona, Vizcaya y Molina, Atenas y Neopatria, Rosellón y Cerdaña, Oristán y Gociano.

Los Reyes encomendaron este negocio al cardenal de España D. Pero González de Mendoza y á D. Alfonso Carrillo, arzobispo de Toledo, y éstos acordaron, según Dormer, que debía de comprenderse con los de la «Concordia entre los señores Reyes Católicos D. Fernando D. Isabel, acerca del regimiento de sus reinos», en la forma y orden siguiente:

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«Primeramente, que la intitulación en las cartas patentes de justicia e en los pregones e en la moneda e en los sellos, sea comun a amos los dichos Señores Rey e

Reina; seyendo presentes o absentes; pero que el nombre del dicho Señor Rey haya de preceder, e las armas de Castilla e de Leon precedan a las de Sicilia e Aragon.

>..... Fecho en Segovia, a 15 de Enero de 1475.>>

Los Reyes aprobaron y juraron cumplir la Concordia el mismo día, y los Prelados y los Grandes prometieron guardarla y mantenerla. Firmaron y pusieron sus respectivos sellos: por Castilla, Cardenal, Arzobispo, Almirante, Conde de Benavente, Duque de Alburquerque, Duque de Alba, Marqués; por Aragón, Conde D. Enrique, Obispo de Avila, Conde de Luna, Conde D. Pedro.

Seguidamente se dió cuenta del concierto en las Cortes celebradas en Segovia el mismo año de 1475, y quedó aceptado por ley del Reino.

Hernando del Pulgar, Crónica de los Reyes Católicos, capítulo XXIII, refiere como se trató del particular en dichas Cortes; el P. Juan de Mariana, Ilistoria general, tomo II, lib. XXIV, cap. v, y Diego de Colmenares, Historia de Segovia, cap. XXXIV, lo hacen también; Zurita, Anales de Aragón, t. IV, lib. XIX, cap. XVI, lo comenta escribiendo: «Y las armas reales de Castilla y de León habían de ser preferidas á las de Aragón y Sicilia, lo que se ordenó diferentemente de lo del tiempo del príncipe D. Ramón Berenguer; porque las armas de los Condes de Barcelona se antepusieron á las de Aragón, como de varón.»

Las armas de Aragón combinadas por la Concordia no eran ya las que se formaron en 1137 al unirse Aragón y Cataluña; D. Jaime II el Justo las había alte

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