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tulado: «Privilegios del monasterio de San Jerónimo de Córdoba, adquirido por D. José Lagorio. Copiados por D. Manuel de Goicoechea.

NÚMERO 3.

LUIS DE SANTÁNGEL.-SERVICIOS QUE PRESTÓ Á LAS CORONAS DE CASTILLA Y ARAGÓN.

El Sr. D. Vicente de la Fuente escribe en su Historia de la ciudad de Calatayud, tomo 11, página 131:

«La familia más notable de conversos de Calatayud fué la de Micer Luis de Santángel (Rabí Azarías Ginisllo), gran jurisconsulto, que no sólo llegó á ser Zalmedina de Zaragoza, sino que tuvo entre sus hijos un Obispo y un inquisidor, y con todo figuran personas de este apellido entre los conspiradores para el asesinato de San Pedro Arbués, con qué razón Dios lo sabe. Mas no debió caer infamia sobre el apellido, pues vemos á los Santángel figurar, y mucho, en la corte de los Reyes Católicos, y servir uno de ellos de tesorero, hasta el punto de ser quien adelantó el dinero para el descubrimiento del Nuevo Mundo. He oído referir que en ocasión en que D. Fernando el Católico andaba apurado de dinero, cosa que le SUcedía con frecuencia, vino apresuradamente á Calatayud, con escasa comitiva, y se fué derecho á casa de Santángel, que le sacó de aquel apuro.»

En corroboración del buen concepto escribió D. Fernando Colón, que Luis de Santángel, caballero aragonés y escribano de razón de la Casa Real, era sujeto de gran prudencia y capacidad, párrafo que, como tantos otros, copió al pie de la letra el P. Las Casas, añadiendo era también persona muy honrada. Menéndez y Pelayo consigna en la Historia de los heterodoxos (t. 1. pág. 637), que fué reconciliado por el Santo Oficio el 17 de Julio de 1491.

La colección de documentos de Indias de D. Bautista Mu

ñoz, que posee esta Academia contiene otras noticias de interés puestas por comentario á una licencia del rey D. Fernando, dada á 17 de Noviembre de 1504 á favor de Juan Sánchez de la Tesoreria, natural de Zaragoza, para llevar á la Española las mercaderías y otras cosas que pueden los naturales de estos reinos, no embargante que no seais natural de ellos.

La nota de Muñoz dice: «El marqués del Risco D. Juan Luis López (tomo xvII de S. Acasio de Sevilla) intenta probar que nunca los aragoneses se consideraron como extranjeros para lo de Indias, y se engaña, bien que entiendo que muerta la Reina Católica se abrió la mano, según escribe Antonio Galvao Dos descubrimientos, etc., tomándolo de Oviedo. Pruébase además el engaño del dicho Marqués, porque en las Cortes de Monzón de 1585 se estableció el fuero de que los de la Corona de Aragón gozasen en las Indias oficios y beneficios, prelacias y dignidades eclesiásticas y seculares, lo mismo que los de Castilla, como es de ver en los Anales de Aragón de Fr. Miguel Ramón Zapater, parte 11, lib. 11, cap. xxxiv, fólio 137, y la causal fué porque el secretario Coloma negoció la capitulación para el descubrimiento, y Santángel prestó el dinero para ejecutarlo.-Vide Argensola.

El licenciado Porreño comprueba la opinión de Muñoz escribiendo en los Dichos y hechos del Rey Felipe II1: «Con su gran rectitud declaró que los aragoneses debían gozar y gozasen en las Indias lo mismo que los castellanos, por cuanto el descubrimiento dellas y principio de las conquistas se hizo gobernando el católico rey don Fernando, con intervención de muchos de sus vasallos, hijos y naturales de Aragón, y así hizo capaces á los de esta nación para que gozasen de los oficios, beneficios, prelacias, dignidades eclesiásticas y seculares, y de todos los privilegios y preeminencias que gozan los naturales del reino de Castilla. »

1 Pág 203.

NÚMERO 4.

DOCUMENTOS RELATIVOS AL VIAJE A INGLATERRA DE LA INFANTA DOÑA CATALINA, PRINCESA DE GALES, y pago de su DOTE CON LAS JOYAS DE DOÑA ISABEL.

«El Rey y la Reina. - Maestres y pilotos de las naos de la armada que va con la ilustrísima princesa de Gales nuestra hija: habemos sabido que habéis servido muy bien en este viaje á la dicha princesa nuestra hija, lo cual nos ha placido saber y vos lo tenemos en servicio. Nos vos mandamos que en dando nuestro Señor buen viento para partir, parta la dicha armada para Inglaterra, y trabajad de guiar muy bien las naos y hacer todo lo que vierdes que cumpla al bien de la na→ vegación, y por dicho de nadie no volváis las naos ni dejéis de hacer lo que vosotros vierdes que cumple al bien de la dicha navegación, que en ello nos serviréis mucho. - De Granada a (en blanco) dias de Setiembre de quinientos e un años. --Yo la Reina. >>

Original, Bibliot. nac. de Paris. Esp. 318. fol. 63.

«El Rey.- Contadores mayores de cuentas: Yo vos mando que todas las nóminas e cédulas firmadas de mi nombre e señaladas del Ilmo. Cardenal de España de las joyas de oro y plata, e perlas, e piedras e otras cosas que se han vendido ó vendieren de la cámara de la Señora Reina, mi muy cara e muy amada mujer, que aya santa gloria, que son á cargo de Juan de Velázquez, Contador mayor e del Consejo e con fe del se cretario Sebastian de Olano escribano de Cámara de su señoría de como se vendieron por los precios en ellas contenidos, que las recibáis e pongáis en cuenta sin le pedir ni demandar otros recabdos algunos. E non fagades ende al. Fecha en la cibdad de Burgos a xviij dias del mes de Abril de 1508 años." -Yo el Rey.Por mandado de Su Alteza, Miguel Perez de Almazan.»-Acad. de la Hist., Salazar, k. 4, fol. xlj.

El Rey Juan Vazquez, Contador mayor e del Consejo de la Serenisima Reyna y princesa my muy cara e muy amada hija, yo vos mando que de cualquier maravedis que hayáis recibido ó recibiéredes de las joyas e tapicería e otras cosas de la Cámara de la Serenísima Reina my mujer, que haya santa gloria, dedes e paguedes a Agustin Italian, mercader estante en la Corte ó aquien su poder oviere, ocho mil e seiscientos ducados de oro en que monta un cuento e setecientos e veinte e cinco mil maravedís que los ha de haber para cumplimiento de once mil ducados que se le dan por diez mil ducados de oro que agora nuevamente se asentó que ha de haber pagados en la cibdad de Londres para la dote de la princesa de Gales, my hija, á razón de á cuatrocientos e doce maravedis y medio el ducado de más y allende de los otros setenta e cinco mil ducaque ovo de cumplir por otro asiento antes de este á fin de Febrero pasado, de los cuales le pagad los tres mil seiscientos e sesenta e seis ducados dellos luego e los otros nuevecientos e treinta e cuatro ducados restantes de aquí al dia de Sant Juan de Junio deste primer año de la fecha desta mi cédula, e dadgelos e pagadgelos e tomad su carta de pago ó de quien el dicho su poder oviere, con la cual e con esta mi cédula mando que os sean rescibidos los dichos un cuento e syetecientos e veinte e cinco mill maravedis. Fecha en Burgos a diez dias de Abril de 1508 años.-Yo el Rey.- Por mandado de Su Alteza, Miguel Perez de Almazan.»— Acad. de la Hist., Col. Salazar, k. 4, fol. xxxvi.

dos

NÚMERO 5.

LAS NAVES DE CORTÉS.

En el Boletín de la Academia de la Historia, tomo x, página 377, año 1887, apareció la siguiente noticia:

« El académico de número Sr. Salas (D. Javier de) presentó en nombre de la Comisión de Indias el tomo 111 de la Nuera colección de documentos inéditos de las regiones de Ultramar,

llamando la atención de la Academia hacia un párrafo de la Relación escrita por Juan Martínez á mediados del año 1566, que parece demostrar la verdad de la tradición referente á la quema de las naves de Cortés.>>

La Relación que se cita es de los sucesos ocurridos durante el viaje de la nao San Jerónimo que salió de Acapulco bajo el mando de Pero Sánchez Pericón, y fué escrita por Juan Martinez, que iba de soldado en la propia nao y hubo de ser testigo de los motines y asesinatos ocurridos durante la navegación. El autor los va contando confusamente, y llegando al momento de desembarco en una isla del Pacífico, donde anduvieron atribulados diez días, dice del Piloto 2:

«Tenía los pensamientos muy altivos, que cierto no cuadraban con su calidad y ansi pensaba ser otro Marqués del Valle, de quien una noche le vi proponer una autoridad no menos maliciosa que cautelosa, diciendo que cuando desembarcó en la Veracruz hizo á su gente de consuno una oración o parlamento en que se contenia que su intento era entrar á sus aventuras la tierra adentro con gente que para ello tenía, que los que en contrario no tenían esta voluntad, antes a la isla de Cuba volver pretendían, se lo dijesen, que él los aviaría dándoles recaudo de lo que tenía, y que los unos a un cabo y los otros á otro que se apartasen para dello hacer memoria, y que cuando esto hubo efecto, a los que se habían apartado para ir con él, les había rendido muchas gracias con protestación de galardonar, e a los otros ultrajó, baldonó y afrentó muy gravemente, diciéndoles que aunque les pesase habían de ir con él, y que los castigaria y trataría conforme quienes eran, y que ansi lo hizo y dió fuego á las naves; esto decía él a fin de que la gente que él escogiese para llevar consigo, no le osase negar ni contradecir, para lo cual ansi mismo tenían inteligencias diabólicas, porque de industria echaba hombres echadizos a que á cada uno para promovernos dijesen en como fulano y zutano y todos casi, sin dejar ninguno, procuraban e intentaban de ir el viaje.....»

1 Empieza la Relación en la página 371. 2 Pág. 402.

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