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DE LOS

INVESTIGACIÓN

FUNDAMENTOS DE LA TRADICIÓN QUE SUPONE LLEVÓ EL SERENÍSIMO DON JUAN DE AUSTRIA EN LA GALERA REAL Á LA BATALLA DE LEPANTO LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, QUE ACTUALMENTE SE VENERA EN EL PANTEÓN DE MARINOS ILUSTRES.

I.

Origen y objeto de la investigación.

El regimiento de infantería titulado del Rey, número 1, cuya historia trazó el Conde de Clonard en la Orgánica de las armas de infantería y caballería española, acompañando documentos auténticos que acreditan la fecha de su creación y acciones más notables, venera por patrona á la Virgen del Rosario, cuyo culto especial sostenían por contribución voluntaria los jefes y oficiales constituídos en cofradía, no pudiendo entrar ni intervenir en ella los capellanes, cirujanos, sargentos y soldados.

Tomo IX.- Madrid, 1856.

Esta cofradía se gobernaba por las ordenanzas que mandó formar en 1640 D. Luis Méndez de Haro, Maestre de Campo, que renovó en 1673 D. Juan Arias Pacheco, conde de Puñonrostro, y que en junta de oficiales, presidida por el coronel conde de Fernán Núñez, se reformó en 1776, ajustando los preceptos á la variación que en usos y costumbres había causado la marcha del tiempo.

El historiador mencionado, Conde de Clonard, publicó las últimas ordenanzas reformadas ', por las cuales se entiende que el regimiento poseía una imagen de la Virgen del Rosario, y cuando cambiaba de destino, se había de colocar en iglesia en que se celebrara el culto ordinario, así como el extraordinario de fiesta anual el domingo primero de Octubre, con vísperas, vigilia, misa y sermón, y honras por los difuntos cofrades el día siguiente.

Previsto el caso de disolución del regimiento y de la cofradía, por consecuencia, determinaba el art. 20 de las constituciones, que se entregase la imagen de nuestra Señora del Rosario al Santuario que se obligara á decir las misas de sufragio y celebrar la fiesta de cada año, mediante obligación escrita, prefiriendo á los conventos de la orden de Santo Domingo. Extendida la obligación para archivarla en los oficios reales, se habían de entregar también todos los bienes y caudal que existiera por entonces en la cofradía.

Llegó este caso el año de 1824. Disuelto por enton

Loc. cit, t. 1x, p. 24.

ces el ejército que se llamó constitucional, se reorganizó el regimiento, perdiendo el título de Rey. Hubo de creerse obligatorio el cumplimiento de la ordenanza citada, y como se hallara por entonces en Reus la capilla, se verificó la entrega de la imagen, joyas, ornamentos, ropas, á la cofradía de la misma advocación del Rosario que existía en la iglesia mayor de la villa, mediante inventario y escrituras firmadas en 20 de Enero.

Se consignó en los documentos que la entrega de la imagen y efectos de su culto era condicional y en depósito, por el tiempo que existiera la duda de permanencia ó extinción definitiva del regimiento. Si lo primero, habían de serle devueltos los objetos en la misma forma; si lo segundo, dispondría del depósito S. M. el Rey, quedando la cofradía obligada á tenerlo á disposición de la persona ó corporación que por Real orden expedida por el Ministerio de la Guerra fuese designada para recibirlo.

Poco después, por Real disposición circulada en 24 del mismo mes y año, se previno de un modo general que los objetos destinados al culto divino, pertenecientes á los cuerpos militares extinguidos, se enviaran á la Inspección general de Infantería, y de allí al archivo del Vicariato general. La Inspección ordenó en consecuencia al Capitán general de Cataluña la remisión de aquellos que formaban la capilla del Regimiento del Rey, y el prior de la cofradía del Rosario de Reus devolvió el depósito con las formalidades convenidas, verificando la entrega al capitán comisionado D. Antonio Pueyo el 11 de Marzo del propio año 1824.

Consta por despacho del Gobierno militar de Tarragona, firmado el 26 del siguiente, haberse puesto todos en tres arcas encorchadas y selladas con lacre, de las que se hizo cargo el conductor de la diligencia-correo de Madrid, llevándolas á disposición de la Inspección general de Infantería.

El año de 1826 recobró el regimiento el título de Rey; suscitó luego competencias respecto al lugar preferente en formaciones y solemnidades públicas, acreditando el celo con que los Jefes del cuerpo atendían á la conservación de las tradiciones, y es de presumir que entre aquellas diligencias no se descuidaría la de reivin dicación de la imagen de la Patrona con los efectos que constituían la capilla; no hay constancia, sin embargo, de que ninguna se hiciera hasta el año 1883, cuando habían transcurrido cincuenta y nueve desde el depósito de Reus.

D. Bonifacio Hellín y Pérez, coronel del regimiento en la última fecha, hizo á S. M. el Rey un memorial ', exponiendo que la imagen de la Virgen del Rosario, patrona del Cuerpo, fué donada por el rey D. Fernando III el Santo à una de las bandas que asistieron al sitio de Sevilla en manifestación de lo satisfecho que se hallaba de su servicio. El regimiento siguió prestando culto á dicha imagen como una de las mayores glorias, así por los motivos de su adquisición, como por otros considerados milagrosos, que acrecentaban la fe en el simulacro. Creía el Coronel que ésta, juntamente con alhajas y ro

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En Zaragoza 15 Abril 1883.-Apéndice núm. 15.

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