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rado para siempre el de la democrácia europea, si el ex-demagogo, si el que habia sido encarcelado en el fuerte de Ham por agitador, en una palabra, si Napoleon el pigmeo no se hubiera vendido á una inmunda gavilla de apóstatas ambiciosos.

La reaccion levanta su cabeza sedienta de sangre y pide al Czar de Rusia sus cosacos.

El papa se estremece de su obra!..... No quiere ir tan lejos por la senda de las reformas que la revolucion cercene su autoridad temporal, y prefiere la fuga á una gloriosa transicion !

A las sacramentales palabras de la Francia: libertad, igualdad, fraternidad, responde el eco del desengaño: ¡ Mentira! ¡Mentira! ¡ Mentira!

¡Una república ahoga á otra república !!!

Las bombas francesas derrumban los gloriosos monumentos de la capital del mundo católico!

Triunfan los opresores..... Se restablece la inquisicion en la ciudad de Rómulo!..... Corre á torrentes la sangre de los liberales!..... Maldicion !.....

Pero guardad silencio, aduladores de los déspotas, no canteis victoria..... no entoneis el hossanna á la restauracion, ébrios de alegria ante la vencedora águila imperial. Vuestro gozo será efímero, y esa sangre vertida en los cadalsos será fructífero semillero de héroes, gérmen de valientes campeones que tarde ó temprano alcanzarán el galardon de sus esfuerzos, y brillará un dia solemne, el dia de la justicia y de la espiacion que debe preceder á la eterna paz del mundo.

Digan lo que quieran los enemigos del progreso. El año de 1848 fué pródigo de portentos y fecundo de bellas esperanzas. La avasallada humanidad, rompiendo sus cadenas, dió un paso gigantesco hácia su gloriosa emancipacion. Emancipacion justa y sublime, que no es posible deje de verificarse, por que todo se encamina á la inmensa fraternidad de todos los paises, á la paz del mundo. Los ejércitos de los tiranos lograrán retrasarla; pero no vencerla y exterminarla para siempre. Ellos sí, los opre

sores de la tierra, sucumbirán un dia para no levantarse jamás. Una vez conocidos de los pueblos los poderes bastardos que convierten el gobierno en fraude y monopolio para enaltecer privadas fortunas sobre la miseria general, una vez derrocados bajo el peso de sus iniquidades, no han de volver á entronizarse esos déspotas que apelan á la ridícula sandez de su derecho divino, como si las naciones ignorasen que no puede haber honra y prosperidad en ningun sistema gobernativo, cualquiera que sea su denominacion y su forma, que no emane de la SOBERANÍA DEL

PUEBLO.

Pero ¿no tiene la humanidad otro linage de enemigos? Sentada la imposibilidad de triunfo duradero en la reaccion ¿no pueden los pueblos ser víctimas de esas sectas de insensatos demagogos, que adulan á las masas con lisonjeras utopias para esplotar su credulidad y buena fé?

Hé aquí el peligro de la actual crisis europea, peligro grave; pero no inminente de todo punto, y hay debates de tal importancia, que es punible en todo escritor concienzudo no lanzarse al palenque para contribuir al triunfo de la humanidad.

No sin desconfianza de nuestras escasas fuerzas emprendemos tan espinosa mision.

Tal será la parte filosófica de este libro.

Deseamos que una verdadera fraternidad reemplace el odio que ciertas pasiones de índole bastarda hacen germinar entre

POBRES Y RICOS.

¡Feliz el dia en que no se vea ese espectáculo espantoso, de

EL HOMBRE DERRAMANDO LA SANGRE DEL HOMBRE !

¿Llegará ese dia dichoso en que se acaten los preceptos de Dios y se oiga la voz de la naturaleza?

Victor Hugo ha dicho:

«La ley del mundo no puede ser diferente de la ley de Dios, que quiere la paz y no la guerra. Es evidente que los hombres tienden á la paz al través de la lucha. La armonía del universo salió del caos. Si en épocas lejanas se hubiera dicho á los picardos

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y á los borgoñeses y á los normandos, «ya no os batireis mas, y os encontrareis reunidos, de esta contienda saldrá una Asamblea única que dirá á cada uno: hé aquí tu derecho, ¡abajo las armas! ya no habrá mas Borgoña, Normandía, Picardía, Provenza, no habrá mas que civilizacion; » si esto se hubiera dicho entonces, ¿cuánto no se hubiera censurado á los profetas? Pues bien; el tiempo ha cambiado, todos los pueblos que combatian entre sí no forman mas que uno. Llegará dia en que la guerra será imposible, desde Paris á San Petersburgo, á Lóndres etc. etc. Llegará dia en que todos los intereses serán debatidos ante una gran Asamblea de todos los pueblos, sustituida á los Parlamentos de Inglaterra, Francia, Bélgica etc. etc. Llegará dia en que se enseñará en nuestros museos, un cañon como una cosa rara. No pasarán cuatrocientos años.....»

Nosotros vaticinamos tambien que llegará ese dia; pero ese dia de paz, de fraternidad y de ventura, llegará en pos del triunfo de la democrácia universal, que indudablemente ocurrirá mucho antes del plazo que prefija Victor Hugo. Para que haya paz es preciso que sucumba la tiranía y se respete el derecho de las naciones. Mientras haya pueblos oprimidos, la paz es de todo punto imposible; pero el sufrimiento y paciencia de los pueblos no han de durar cuatrocientos años.

¡Sublime naturaleza!..... Hemos trazado tu panorama encantador..... ¡Hemos visto que todo convida á amar..... y los hombres se aborrecen! ¡y los hombres se asesinan!.....

Era el dos de mayo.

Mientras en el campo respiraba todo júbilo y contento....... mientras la galana primavera esparcia sus benéficos dones por todas partes..... mientras las sublimes obras del Criador semejaban querer dar á los hombres ejemplos de fraternidad, y repetirles con muda elocuencia estas evangélicas palabras: AMAOS LOS UNOS Á LOS OTROS, el mortífero plomo y asesinas bayonetas de un ejército usurpador salpicaban de sangre española las calles de Madrid!

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La Bruja de Madrid, por D. Wenceslao Ayguals de Izco.

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