Tesoro de los romanceros y cancioneros españoles, históricos, caballerescos, moriscos y otros, recogidos y ordenados: y adicionado con el poema del Cid y otros varios romances

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A. Pons y compañia, 1840 - 664 páginas
 

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Pasajes populares

Página 379 - Un español con dos lanzas, Y con el alma y la vida A una gallarda africana, Tan noble como hermosa, Tan amante como amada, Con quien estaba una noche Cuando tocaron al arma.
Página 212 - Por el mes era de mayo, cuando hace la calor, cuando canta la calandria y responde el ruiseñor, cuando los enamorados van a servir al amor, sino yo, triste cuitado, que vivo en esta prisión, que ni sé cuándo es de día, ni cuándo las noches son, sino por una avecilla que me cantaba al albor. Matómela un ballestero ¡Déle Dios mal galardón!
Página 410 - No puedo venir más lejos. Ni estoy bien ni mal conmigo; Mas dice mi entendimiento Que un hombre que todo es alma Está cautivo en su cuerpo.
Página 413 - Yo vi sobre un tomillo Quejarse un pajarillo Viendo su nido amado, De quien era caudillo, De un labrador robado. Vile tan congojado Por tal atrevimiento Dar mil quejas al viento, Para que al cielo santo Lleve su tierno llanto, Lleve su triste acento. Ya con triste armonía, Esforzando el intento, Mil quejas...
Página 373 - Vete de ahí, enemigo, malo, falso, engañador, que ni poso en ramo verde, ni en prado que tenga flor ; que si el agua hallo clara, turbia la bebía yo ; que no quiero haber marido, porque hijos no haya, no ; no quiero placer con ellos, ni menos consolación.
Página 185 - Rogarles heis de mi parte Que me quieran perdonar, Que con acuita lo fice De mi gran necesidad, Que aunque cuidan que es arena Lo que en los cofres está, Quedó soterrado en ella El oro de mi verdad.
Página 1 - Apeóse del caballo por hacelle cortesía; puso la niña en las ancas y él subiérase en la silla. En el medio del camino de amores la requería. La niña, desque lo oyera, di jole con osadía: — Tate, tate, caballero, no hagáis tal villanía; hija soy de un malato y de una malatía; el hombre que a mí llegase malato se tornaría.
Página 380 - EN un pastoral albergue, que la guerra entre unos robles lo dejó por escondido, o lo perdonó por pobre, do la paz viste pellico y conduce entre pastores ovejas del monte al llano y cabras del llano al monte, mal herido y bien curado, se alberga un dichoso joven, que sin clavarle Amor flecha le coronó de favores.
Página 379 - Valiente eres, capitán, y cortés como valiente; por tu espada y por tu trato me has cautivado dos veces. "Preguntado me has la causa de mis suspiros ardientes, y débote la respuesta por quien soy y por quien eres.
Página 381 - Los campos les dan alfombras, los árboles pabellones, la apacible fuente sueño, música los ruiseñores. Los troncos les dan cortezas en que se guarden sus nombres, mejor que en tablas de mármol o que en láminas de bronce. No hay verde fresno sin letra, ni blanco chopo sin mote; si un valle «Angélica» suena, otro «Angélica

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