UNA ADVERTENCIA. Como Catedrático numerario de Historia general del Derecho español me he creido obligado á proporcionar á los alumnos un texto de estudio para dicha asignatura que, á la sencillez de exposición y á la exactitud de sus datos, uniera la brevedad y agradable forma de presentar un cuadro detallado y completo del desenvolvimiento del Derecho en esta nación tan rica por su suelo como por sus leyes. A este efecto examiné detenidamente las obras de este género publicadas hasta hoy por apreciables compañeros de profesión, gloria los unos del foro y los otros del profesorado: de este exámen llegué á convencerme de lo dificil que era el realizar una buena y acertada selección; el propósito que informaba algunas de dichas obras las ofrecía bastante extensas, y más de consulta que de guia, para los jóvenes que, por primera vez y no con la suma de conocimientos necesarios, se dedican al estudio de esta asignatura: y temí que desmayaran creyendo que era este una empresa superior á sus fuerzas, si no á sus deseos, teniendo que estudiar á la vez, en el mismo curso, otras materias también de importancia en la Facultad: otras obras, de igual modo apreciables, las encontré faltas de datos y del método didáctico preciso en la que debe de ser texto para la cátedra; y por más que el trabajo del profesor pudiera suplir este defecto con sus explicaciones, no podía ocultarseme que los alumnos matriculados en enseñanza privada carecerían de este medio de suplir las deficiencias del libro que se les indicaba por guia de su estudio. Por el pronto, y rindiendo un tributo de respeto á la memoria del sabio y virtuoso catedrático, mi maestro, D. Domingo R. Domingo de Morató, no hice alteración alguna en el señalamiento del texto que este proporcionó á sus discípulos y que viene figurando en el cuadro anual de estudios en esta Universidad; pero como este trabajo se hizo en época en que la Historia del Derecho español formaba una sola asignatura con el primer curso de Derecho civil, lo cual limitaba necesariamente la extensión de su estudio, y posteriormente se han operado investigaciones valiosas en el campo de la ciencia y realizado reformas importantes en el Derecho, no podía llenar ya ni mis aspiraciones ni las de los alumnos. Preciso fué que pensara en ofrecer un nuevo texto que estuviera acomodado á las exigencias que puede tener hoy legitimamente el jóven estudioso, exigencias que se traducen en deberes para el Profesor, atendida la situación en que se hallan los conocimientos científicos del Derecho; creí que se precisaba un texto más completo, que, si bien dejara campo abierto á las explicaciones en la Cátedra, atendiera en lo posible y más preciso al particular estudio de la asignatura por aquellos jóvenes que, matriculados en enseñanza libre. no asisten á las clases oficiales y sin embargo se ven obligados á contestar en el exámen á todos y á cada uno de los enunciados de las lecciones del programa del profesor. No se me ocultó, ni por un momento, mi pequeñez para realizar dicho trabajo, pues me considero inferior en conocimientos científicos á los que fueron mis maestros y á los que hasta hoy han dado á la impreuta obras de este género; pero el que entiendo deber profesional se me impuso y trabajé esta obra esencialmente didáctica que, sin pretensiones ni orgullo que jamás he tenido, ofrezco á mis discípulos para facilitarles el conocimiento de lo que fué y de lo que es la cultura del Derecho en nuestra patria: los hombres doctos no hallarán en ella nada nuevo ni enseñanza alguna. sí defectos que censurar, y de su crítica severa agradeceré la lección; los que se dedican á aprender creo que hallarán en sus páginas lo que desean, un texto acomodado á el programa oficial de la asignatura en esta Universidad. y los necesarios elementos para conocer la Historia del Derecho español en lo bastante para entrar de lleno y con fruto en el estudio de las importantes disposiciones del Derecho positivo vigente, en sus diversas manifestaciones. En este aprecio y no en otro debe de tenerse este trabajo, para el que me han servido de elementos ó fuentes capitales la mayor parte de los que, dignos de mi consideración y respeto. cito en sus lugares opor tunos. EL AUTOR. |