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Almirante Pedro Barba encontró resistencia por parte de Maciot, llegando á tener varios encuentros con los franceses; y que por fin vino todo á un arreglo, habiendo quedado Maciot, durante algunos años, como rey y señor de las Canarias, hasta que, cansado de ellas, las vendió á Don Guillen de las Casas, hermano del obispo Don Alberto, dándolas luego aquel en dote á una hija casada con Hernan Peraza, y éste á su vez dotó tambien con ellas á su hija Doña Inés Peraza, que casó con Don Diego de Herrera.

Como se vé, Gomez Escudero dá por sentado que el Rey de Francia envió en efecto á Maciot de Bethencourt una escuadra para que protegiese sus soñados derechos á las islas; cuando, por el contrario, Viera y Clavijo dá á entender que todo ello fué sólo un pretexto alegado por parte del Obispo Don Mendo de Viedma, cerca del Rey de Castilla, para desprestigiar á Maciot de Bethencourt; y tanto que la Francia en aquella época no estaba en situacion de suministrar subsidios de ninguna especie.

El historiador Cedeño (1), compañero de Escudero, al decir que Juan de Bethencourt se embarcó para España, dejando en Lanzarote á su sobrino con algunos franceses, cree que el mismo Juan de Bethencourt, desde que llegó á la Península, hizo gestiones para vender las islas al Marqués de Medina Sidonia que se hallaba en el Puerto de Santa Maria; pero no habiendo podido llevar á efecto el contrato, pasó á Sevilla y las vendió á Don Diego de Herrera y á su esposa Doña Inés Peraza.

Vemos por lo dicho, que si bien entre estos historiadores no existe conformidad respecto á la venta, la hay en cuanto á haber pertenecido las islas á Don Diego de Herrera y á su esposa; de cuyos hechos se aparta mucho Andrés Bernaldez (2) al decir que Mosen de Bethencourt, disgustado de las islas, buscó quien se las comprase en Sevilla, y las vendió al Conde de Niebla Don Juan Alonso, padre del primer Du

(1) Cedeño. M. S. cit.-Viaje de Juan de Vetancurt à España. (2) Andrés Bernaldez, op. cit. Tom. I, cap. LXV, p. 181.

TOMO II.-51.

que de Medina Sidonia. Pero el historiador Espinosa (1), al parecer con más acierto, refiere que, por muerte de Juan de Bethencourt, heredó las islas su pariente Menant de Bethencourt, y este nuevo rey maltrataba á sus vasallos, los cuales se vieron obligados á quejarse al rey Don Juan, cuyo Monarca, informado de los desafueros que cometia Maciot, mandó á las islas á Pedro Barba con tres navíos, y despues de varios altercados se las vendió al dicho Pedro Barba, y éste á Hernan Perez, Caballero Sevillano, quien á su vez las enajenó al Duque de Medina Sidonia, y éste á Guillen de las Casas, de quien las adquirió Hernan Peraza padre de Doña Inés Peraza.

Cairasco (2) nos describe en los siguientes versos las sucesivas traslaciones de las islas Canarias en la época á que nos referimos:

«Dejó las islas á Mosiur Maciote

>>>Sobrino suyo, y dió la vuelta á España;
»Éste las dió en empeño, muerto el tio,
»Á Don Guillen llamado de las Casas:
»>Y éste las dió con una hija en dote
»Á Hernan Peraza Caballero noble,
»El cual las dió tambien en casamiento
>>Con su heredera Doña Inés Peraza,

>> Ilustre, generosa y bella dama

»Al valeroso Diego de Herrera.....

Tambien el poeta Viana (3) refiere que la armada de Pedro Barba de Campos tomó puerto en la isla de la Gomera, y Maciot acobardado se vió obligado á rendirse. Hé aquí co mo lo describe:

«Que el Rey Don Juan doliéndole tal lástima
>>>Como cristiano, pio, recto y justo

(1) Espinosa, op. cit. Lib. III, cap. II, p. 54.

(2) Cairasco, op. cit. Tom. II,

p. 285.

(3) Viana, op. cit. canto II, p. 42.

>>Despachó luego al punto cierta armada,
>> Por General á Pedro Barba Campos,
>>Con prevencion de dalle asalto y guerra,
>>>Si á su corona el Reino denegase.
>>Del próspero Nordeste combatida
>>> La armada, tomó puerto en la Gomera,
>>Y Menaute se vió afligido y triste,
>>Siendo su daño y perdicion notoria,
>>Y no cual Rey pues era Rey injusto,
>>Tímido de las guerras sin batalla,
>> Acobardado se rindió, y al punto
»A Pedro Barba transfirió el derecho
>> Del bien que en las Canarias poseía,
»>Quedando, aunque era Rey, como vasallo,
»Y dando el Rey Don Juan en el concierto
>>> Licencia expresa, luego en poco tiempo
>>Dejando Pedro Barba el cetro y silla,
>>Huyendo peligrosas ocasiones,

>> Le hizo venta de las islas todas
»>A Hernan Perez noble sevillano,
>>>Del cual las hubo desde algunos dias
>>El generoso Duque de Medina
>>Sidonia, el cual usando como Príncipe
>>>De la franqueza de su hidalgo pecho;
>> Dellas cedió el derecho y señorio

»A Guillen de las Casas su criado,

>>>Que de ellos hizo venta á Hernan Peraza >>>Caballero de gran linage y renta, >>>Cuyos ilustres sucesores gozan >>El título de Condes y Marqueses, »De las cuatro que estaban conquistadas, >>>Orlados con Ayalas, y Castillas, >>Con Bobadillas, Rojas y Loaisas »Y Saabedras, á quien sello pone, »>La noble antigua casa de Herreras, >>Porque del gran Peraza que he nombrado

>>> Las heredó su hija y sucesora,

>>>Que hubo por nombre doña Inés Peraza,
»>Que fué Reina y señora destas Islas,

>>> La cual casó con don Diego de Herrera».... Abreu Galindo (1) dice, que viendo Guillen de las Casas, Alcalde mayor de Sevilla, el derecho que sobre las islas tenia su yerno Hernan Peraza, trató con Pedro Barba de Campos que las comprase á Maciot, traspasándolas luego á su yerno y pagándole su importe, á más de que Hernan Pe raza le recompensaría el favor. El mismo encargo le habia hecho el conde de Niebla con anuencia de Doña Catalina Regenta del Reino aprestándole cinco navios; y en 1418, poco antes de la muerte de la reina, despues de arregladas todas las cosas en Lanzarote, Mosen de Bethencourt se embarcó para Castilla con Pedro Barba de Campos, con propósito de dar descargo de la culpabilidad que se le exigía; siendo bien recibido por el conde de Niebla, quien le atendió y quedó satisfecho, dándole por libre y quito de toda responsabilidad; y examinando los títulos, poderes y demás documentos que Maciot le presentó y que acreditaban su derecho sobre las islas, se las compró, si bien con la condicion de que durante su vida continuaria siendo gobernador de ellas; contrato que se celebró con autorización y consen timiento del ya rey Don Juan II de Castilla. Dueño el conde de Niebla de las islas Fortunadas de Gran-Canaria, envió á Maciot de Bethencourt para que continuase como Gobernador, poniendo á sus órdenes naves y tropas, con las cuales intentó algunas excursiones; pero con tan poca suerte, que unido ello al descrédito que anteriormente habia adquirido entre todos los habitantes de las islas y muy especialmente con el Prelado, se vió obligado á dejarlas, embarcándose para la Madera, donde constituyó su domicilio, casando á su única hija Doña Maria de Betancor con Ruy Gonzalez Da

camara.

(1) Abreu Galindo, op. cit. lib. I, cap. XXI, p. 60.

Nuñez de la Peña hace relacion de este particular en los siguientes términos (1):

«Faltóle á Mosen Juan de Bethencourt socorro para pro>>seguir la conquista de las demás islas, con que le fué ne>>cesario ir personalmente á buscarlo á Francia en donde >>tenia su hacienda: dejó en su lugar representando su pro>>pia persona, con su poder, para que gobernase las islas, á >>un sobrino suyo llamado Maciot de Bethencourt, tambien >>le llamaban Menaute de Bethencourt. Este caballero, con »el autoridad y poderío de rey y señor de aquellas islas, >>vendia por esclavos á los naturales nuevamente converti»>dos, que lo mismo hacia su tio; de esto resultaron algunos >>enfados con Hernan de Alarcon, porque le procuraba es»torbar este mal proceder que á ninguno parecia bien por >>ser cristianos. Sentia mucho el obispo Don Mendo estas »>cosas, y yéndole á visitar, le rogó que no vendiese ni suje»tase por esclavos á aquellos naturales, pues eran ya cris>>tianos y reducídose á la fé de Jesucristo nuestro Señor, >>>que los habia criado libres: díjole el Santo Prelado muchas >>razones como dimanadas de tan científica fuente por donde >>no debía proseguir en venderlos, de que su divina Majes»tad se ofendia mucho por ser grave el pecado que en aque »>llo cometia. A todas estas razones amorosas dió poco oido >>Maciot de Bethencourt, con que le obligó al Obispo á amo»>nestarlo con aspereza y públicamente, reprendiéndole su >>culpa por ser tan pública, por cuya causa tuvieron algunas >>demandas y respuestas; y viendo el Prelado el poco fruto >>que sus razones sacaban de Maciot de Bethencourt, ni con »>amor ni aspereza, dió de ello cuenta al Señor Rey Don Juan >>el segundo de Castilla, y su Majestad escribió una carta á >>>Maciot de Bethencourt, reprendiéndole lo mal que hacia >>en vender los naturales, que no prosiguiese en la venta: >>>fueron segundas quejas á la Córte, de la poca enmienda de »Maciot; y para poner su Majestad remedio, mandó á Pe

(1) Nuñez de la Peña, op. cit. Lib. I, cap. VII, p. 50.

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