TOMO CLXXIV LA CIUDAD DE DIOS OBRA ESCRITA POR EL PADRE DE LA IGLESIA SAN AGUSTÍN OBISPO DE HIPONA traducida directamente del latin POR D. JOSÉ CAYETANO DÍAZ DE BEYRAL TOMO III CAL MADRID LIBRERÍA DE LA VIUDA DE HERNANDO Y C.a calle del Arenal núm. 11 1893 LA CIUDAD DE DIOS LIBRO DÉCIMOTERCIO CAPÍTULO I De la caída del primer hombre, por quien heredamos el ser mortales. Ya que hemos ventilado las escabrosas y difíciles cuestiones sobre el origen de nuestro siglo y del principio del humano linaje, parece exige el orden metódico que continuemos ya la disputa acerca de la caída del primer hombre, ó por mejor decir, de los primeros hombres, y del origen y propagación de la muerte del hombre; porque no crió Dios á los hombres de la misma condicion que á los ángeles, los que, aunque pecasen, no pudiesen morir; sino de tal condición, que, cumpliendo con la obligación de la obediencia, pudiesen alcanzar, sin intervención de la muerte, la inmortalidad angélica y la eternidad bienaventurada, y siendo inobedientes incurriesen en pena de muerte por medio de una justísima condenación, como lo ínsinuamos ya en el libro anterior. 339824 |