Primavera y flor de romances, ó Colección de los más viejos y más populares romances castellanos, Volumen1

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A. Asher y comp., 1856

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Página 99 - Rodrigo esto oyó, apriesa pide el caballo; con una voz alterada, contra el rey así ha hablado: —Por besar mano de rey no me tengo por honrado; porque la besó mi padre me tengo por afrentado. — En diciendo estas palabras, salido se ha del palacio; consigo se los tornaba los trescientos hijosdalgo; si bien vinieron vestidos, volvieron mejor armados; y si vinieron en muías, todos vuelven en caballos.
Página 53 - Eso que decís, buen rey, véolo mal aliñado; vos venís en gruesa muía, yo en ligero caballo; vos traéis sayo de seda, yo traigo un arnés tranzado; vos traéis alfanje de oro, yo traigo lanza en mi mano; vos traéis cetro de rey, yo un venablo acerado; vos con guantes olorosos, yo con los de acero claro; vos con la gorra de fiesta, yo con un casco afinado; vos traéis ciento de muía, yo trescientos de caballo.
Página 15 - Rodrigo deja sus tiendas y del real se salía: solo va el desventurado, que no lleva compañía. El caballo de cansado ya mudar no se podía: camina por donde quiere, que no le estorba la vía. El rey va tan desmayado, que sentido no tenía: muerto va de sed y hambre, que de velle era mancilla; iba tan tinto de sangre, que una brasa parecía. Las armas lleva abolladas, que eran de gran pedrería...
Página 254 - El Alhambra era, señor, y la otra la mezquita; los otros los Alixares, labrados a maravilla. El moro que los labraba, cien doblas ganaba al día, y el día que no los labra otras tantas se perdía. El otro es Generalife, huerta que par no tenía; el otro Torres Bermejas, castillo de gran valía.
Página 116 - Apenas era el Rey muerto Zamora ya está cercada; De un cabo la cerca el Rey, Del otro el Cid la cercaba, Del cabo que el Rey la cerca Zamora no se da nada, Del cabo que el Cid la aqueja Zamora ya se tomaba.
Página 17 - Si duermes, rey don Rodrigo, despierta por cortesía, y verás tus malos hados, tu peor postrimería, y verás tus gentes muertas y tu batalla rompida, y tus villas y ciudades destruidas en un día.
Página 174 - Alonso, namorado se había de ella, dice: — Si es hija de rey que se casaría con ella, y si es hija de duque serviría por manceba. — Allí hablara el buen Cid, estas palabras dijera: — Vuestra hermana es, señor, vuestra hermana es aquella.
Página 79 - Gómez que llamaban: —Dios os perdone, el mi hijo, hijo que mucho preciaba; jugador era de tablas el mejor de toda España, mesurado caballero, muy buen hablador en plaza...
Página 253 - ¡Abenámar, Abenámar, moro de la morería, el día que tú naciste grandes señales había! Estaba la mar en calma, la luna estaba crecida; moro que en tal signo nace no debe decir mentira.
Página 96 - Rodrigo, el soberbio castellano ; todos cabalgan a muía, sólo Rodrigo a caballo ; todos visten oro y seda, Rodrigo va bien armado ; todos espadas ceñidas, Rodrigo estoque dorado ; todos con sendas varicas, Rodrigo lanza en la mano ; todos guantes olorosos, Rodrigo guante mallado ; todos sombreros muy ricos, Rodrigo casco...

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