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DEL «ORIGEN Y DEFINICIONES DE LA NECEDAD»

El Confiado de sí mesmo y la Porfia, al cabo de largo tiempo y de entrañable amor que el uno al otro se tuvo por inclinación natural (amando cada cual su semejante), se casaron, y de este ayuntamiento tuvieron copia inumerable de hijos. Éstos se juntaron unos con otros por dispensaciones del Tiempo, y no perdiéndole en el producir, dió este grano ciento por uno, por cuya causa vino a ser infinito el número de los necios, y sus impertinencias y abusos sin enmienda ni reparo. Cada uno de por sí introdujo nuevo len guaje y jerigonza, procurando que ni el olvido los sepultase ni el tiempo los consumiese; y así lograron sus designios, de suerte que, con haber comenzado pocos años después que el yerro de nuestros primeros padres, es grandísimo su número, y muy limitado y no conocido el de los discretos, a quienes la necedad aflige y persigue con las produciones que vemos.

Necedad se llama y es todo aquello que se hace o dice en contra o repugnando a las costumbres de cortesía o lenguaje político.

Algunas necedades se apuntan en este breve discurso, como por él se verá, pues que todas sería intentar lo imposible, siendo, como es, tal y tanta su diversidad, calidades y muchedumbre, de que el hombre debe huir, como el navegante del peñasco o bajío que le amenaza; y son las siguientes:

El ocupar uno lugar de donde le pueden decir que se quite, necedad a perfil.

El competir con persona poderosa quien no lo es, necedad a prueba de mosquete...

El preguntar uno al otro cuando le entra a visitar, habiendo visto la ocupación en que está: «¿qué hace vuesa merced?», necedad aventajada.

El decir uno a otro cuando se ven en alguna parte: «¿Acá está vuesa merced?», necedad garrafal.

Tener un libro en la mano y quitárselo otro, necedad con capi. rote; y si éste añade quitárselo estando leyendo, necedad con falda, de que no releva la amistad; si ya no es que el que leyese se le ofrece segunda vez. Lo mismo se entiende en un instrumento en que otro está tañendo; y si, tras quitársele de la mano, se pone a templar, dando a entender el defecto del que le tañía y su mal oído, queda declarado por necio de pendón y caldera.

Preguntar una persona a otra, viéndole con muestras de salud entera, que ¿cómo está? superfluidad parece en medio de necedad; siendo más propio decir: «Huélgome de veros con salud».

El sacudirse un hombre los pies del polvo o lodo habiendo ya entrado a estancia o pieza adonde está la persona a quien va a visitar, necedad con capuz.....

Repetir uno en un mismo día y en una misma conversación una misma cosa, por la primera vez se le atribuye a falta de memoria, y la segunda se declara por necedad venial, y la tercera reincidencia se confirma por necedad entera con bordón y esclavina, y notoria falta de caudal.

Y si alguno apuntase alguna necedad con palabras significativas, llevándolo por lo perfilado y escuchandose, y la quisiere dejar en parte advertida (por no poder salir de ella, como de ordinario aconte ce), se le compela por todo rigor de razones picantes a que juegue de ella como de pieza tocada, o quede desde luego declarada por necedad con caparazón, y la segunda vez por necedad con gualdrapa.

Si alguno interrumpiere el discurso o plática por alguno comenzada en conversación, quede declarado por semi-tonto, por el a, b, c, de la cortesía; la segunda vez por necio alcoholado en tinto, hablador de ventaja y sobresaliente de la baraja de los necios; y a la tercera sea acusado que ignora la puerta por donde se entra a los términos cortesanos. Declárese asimismo por necio el que se metiere en la conversación, plática o habla de otros, mayormente si en ella están dos solos; y si a esto se añade ver que se recatan de él o mues tran disgusto, y sin embargo perseverare, quede por necio de la China, y si diere su razón sin pedírsela, libresele ejecutoria gratis para que allí y en toda parte use de su oficio, sin que se le pida otro examen o recaudo.....

A los que, pasando de una vez, se arriman al común bordoncillo del vituperio de los tiempos, si están fríos o cálidos, lluviosos o secos, que son las ventas, mesones y paraderos perpetuos de la necedad, se les declara tales de por vida.

Item. Se declara y confirma por necio de manga de armar al que, refiriendo las gracias de sus hijos, tapa y pone de lodo una conversación, causa de desabridos bostezos en los circunstantes; y si a esto afñadiere el estado de sus pleitos, hacienda y fábricas de sus casas, edificios y designios de sus pretensiones, quede por necio de tres altos y impertinente de veinte y dos quilates. Y se le echa calza para otras conversaciones, en las cuales sin nota alguna se le vuelvan las espaldas. Y cualquiera que le denunciare por tal, sea creído por sola su palabra, sin otra prueba, averiguación ni jura. mento, y se le libre título de quebrantahuesos.

También se declara por necio gordal justísimamente, y por ignorante con más bastas que un colchón, el que difiere para mañana lo que hoy su fortuna le pone en las manos, sin alcanzar la excelencia de lo que aquel día es, ni las dudas del que viene, ni la diferencia que hay de lo que es a lo que puede ser, y lo que hay del acto a la potencia.....

Declárase por necio de pernil al que, entrando por una puerta que halló cerrada, la deja abierta; y si se le probare la inmemorial costumbre, se declara por necio perpetuo, como censo irredimible.

Dásele una parte de necio de volatería y dos de desmemoriado, una de embelesado y tres de modcrro, al que, refiriéndole otro un caso, al medio o casi a lo último se le vuelve a hacer repetir, preguntándole: «¿Cómo es eso? que no he estado en ello». Declárase en reincidencia por hombre que siente mal de las cosas de la loable discursiva y sus excelencias; y a la tercera se repele su asistencia de los lugares donde se tratase de tan alta materia, como a incapaz de ella.

Item. Se declara por caballero aventurero de la necedad el que, yendo a caballo, lleva los pies engargantados en los estribos, y los talones metidos en la jineta, fuera del uso común y ordinario de andar; pues por lo menos saca de semejantes actos nota de extre mado, de que debe huir todo hombre.

Declárase por necio de primera tijera el que, siendo hombre de razonable hábito, va por la calle hablando con voz desentonada, descompuesta y alta, argumentando, lleno de incapacidad y de todo género de compostura interior, de que los exteriores dan verdadero y claro testimonio. Exclúyese el tal de ser ocupado en actos pruden. tes y cuerdos, por el olor y cercanía que tiene con los temerarios.

Item. Se declara por necio de los de cuatro en púa al que va por la calle hablando consigo mismo a solas entre sí, y se pregunta y se responde; y si a esto añade efectos de rostro y manos, estiramiento de cejas y alzar de ojos, paradillas de cuando en cuando, de trecho en trecho, se declara juntamente por legítimo sucesor de aposento, jarro y vela de la casa del Nuncio de Toledo.

Item. Se declara por necio de tres suelas y por chueca a lo del pecho de azor al que tiene medido el trecho del levantar la mano al quitar el sombrero a otro, con más pausa que pulso de cuartanario en declinación, y va con cuidado tanteando por la geometría del desvanecimiento si hay uno o dos dedos de diferencia y dilación en el acometimiento del otro a él o dél al otro; se le añade sobre su necedad o presunción el esmalte de malquisto y aborrecible y el ser estafermo y dominguillo de todo género de lenguas, a que él mismo se condena; y debésele despachar ejecutoria de necio, de descomedido y ocasionado.

Declárase por necio perdurable al que de la atención, espacio, comedimiento y cortesía del otro hace obligación precisa, queriéndole encabezar como arrendamiento de alcabalas, advirtiendo a sus hijos y sucesores desta costumbre como de fuero o heredad vinculada para su posteridad y descendencia.

Declárase por necio frisado al que se llega a la persona que está leyendo o escribiendo algún papel; y si a esto añadiese el mirar cuyo o para quién es, declárase, demás de ser necio, por digno de jáquima, cincha y cola jumental.

Declárase por necio de la ijada al que se ríe del que pregunta y aprende, procurando la especulación de las cosas y su fin; pónesele además desto perpetuo silencio en el voto de ninguna dellas, por la poca estimación que hace de su poco conocimiento, sin el cual es imposible dar a ninguna el lugar que pide y merece...

Declárase por necio de más quilates que el oro más subido de Tibar, y por ignorante con una punta de homicida de sí mismo al que, teniendo el estómago a teja vana y el vientre vacío, convidándole a comer una y dos veces, dice que ya es después...

Item. Se declara por necio anticipado, como flor de almendro y fruta de la Vera, al que, habiendo subido de bajo estado a dignidad, no conserva, agasaja y da la mano a los amigos de aquel tiempo, para que el que se presente no sea, como dice el Sabio, pregonero de quién fué, de su bajeza y miseria, y se diga por él que los oficios mudan los hombres de poco valor.

Declárase por necio albar al que, yéndose paseando, aguarda a que el que está en algún puesto le hable, salude y quite el sombrero, no siendo para esto la diferencia del uno al otro notable por calidad o preeminencia de oficio...

Declárase por necio de entre gallos y media noche y que siente mal de las leyes bucólicas al que, comiendo a mesa ajena, vitupera y pone tacha a los manjares que a ella vienen y se ponen; siendo más conforme a razón y buena cortesía comer y callar, pues no le cuesta nada.

Item. Se declara por necio acantarado, templado a unos sones con la groseria, al que, sin ser uno criado inferior y súbdito, le llama de vos y en voz inteligible y alta, por el riesgo en que se pone de una mala respuesta y resolución; y si a esto añadiere hinchar los carrillos en la pronunciación y lo repitiere algunas veces, menudeando como jarro en manos de mayordomo de cofradía, con el fin de que le oigan los circunstantes, y se ensayen algunos para ser mártires de aquella odiosa impertinencia, se le libre ejecutoria de majadero mejido y grosero pasado por agua.

Declárase por necio en la quinta esencia al que, preguntándosele una cosa, responde otra, debiendo el tal hacerse capaz de la pregunta para prevenir y acudir con la respuesta; y si a eso añadiere el proseguir con su plática todavía, perseverando en la dilación de la enmienda, e impedir la comenzada, se le libre ejecutoria de necio de los de marca mayor.

Declárase por necio argentado al que, yendo por la calle, lleva su sombra por espejo ordinario, preguntando al sol los defectos de su bigote por junto a su sombrero, bajo sacadura de pescuezo y espada, y tiesura de cabello, con más continencias, mudanzas y pausas que un maestro de danzar.

Item. Se declara por necio colchado al que a la primera oferta y comedimiento toma el lugar, asiento, entrada de puerta o paso estrecho, sin respuesta ni cumplimiento alguno, no siéndole muy debido sin él.....

Asimismo se declara por necio alcanforado y enemigo de su salud al que en reino o en república extraña se pone a alabar la suya; y si a esto añade vituperar aquella en que se hallare, se le libre ejecutoria de ignorante y temerario, pues aventura no menos que la vida, donde sin nota la podría conservar.

Declárase por necio cuatralbo y parroquiano de la ignorancia al que, ofreciéndole otro alguna cosa de su aumento y comodidad, se hace de rogar y usa de la vanidad del cumplimiento; segunda vez, librásele al tal ejecutoria de ignorante espiritual; y en reincidencia, se proceda contra él hasta matar candelas.

Item. Se declara por necio inaguantable al que no deja cosa ni apellido de donde no corte un girón para su alcurnia, hasta dejarla con más cuartos que una pelota francesa; y si a esto añadiese salir del propósito de que se trata en la conversación por traer esto al suyo, como narices sacadas de vaso, desde luego, sin otra diligencia ni declaración, se le afñade el título de desvanecido, y se considera cualquiera de los circunstantes, sin incurrir en nota, que se pueda ausentar dejando el juego comenzado y al tal con la pelota en la

mano.....

Item. Se declara por necio con verdugo en el celebro y campanario en la mollera al que juzga ajenos motivos desde su casa por imperfectos, y quiere gobernar la ajena; y si sobre esto cayere de traerlo dando parecer al que lo hace, sin pedirle o proceder grande amistad, se le libre ejecutoria de necio en siete lenguas y de impertinente en todas facultades.

Declárase por necio general al que de la causa ajena la hace tan propia, que la viene a echar sobre sus hombros, y los riesgos y dañosos efectos que della resultan y atan las manos en la cabeza, metiendo paz, como ignorante de las reglas de la caridad bien ordenada.

Item. Se declara por necio sayagüés y regoldón al que en conversación, fija y puesta la vista en alguno della, habla con otro en secreto; y si a esto añadiere efectos risueños o de admiración, quede declarado por inocente de campanilla y mentecato de gurupera, con permisión a cualquier circunstante de reprenderle públi

camente.

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