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porque pareció que seria mejor que los caballos fuesen por tierra, se sacaron en la dicha bahia Filipina, y así fueron algunas capitanías por tierra al dicho puerto de Ichuse,, con obra de ciento cuarenta caballos que habian quedado, demás de doscientos cuarenta que llevaban, porque los demás se les murieron en la mar. En esta bahia de la Filipina donde estuvo Guido, á la entrada della, pasó el armada algunos trabajos, por el poco fondo que habia á la entrada del puerto para las naos gruesas, y asimismo por la gran corriente que hay y por el tiempo, que refrescó. Partió la armada de esta bahia Filipina al puerto de Ichuse dia de Ntra. Sra. de Agosto, por lo cual le pusieron nombre la bahia de Santa María Filipina: es uno de los mejores puertos que hay en lo descubierto de las Indias; la menos agua que tiene la entrada, son once cobdos, y entrados dentro, tiene á siete

y á ocho brazas, y es muy espacioso, puesto que tiene tres leguas de ancho de frente, donde están agora los españoles, y á la entrada de la barra tiene media legua de ancho, y tiene muy buenas señas á la entrada, que tiene una barranca bermeja á la banda del Leste abriendo la bahía, y pueden estar las naos surtas en cuatro y cinco brazas á un tiro de ballesta de tierra; y es tan seguro el puerto, que ningun viento les puede hacer daño ninguno. Halláronse algunos pocos ranchos de indios, que parescian ser de pescadores: la tierra es al parecer muy buena; hay en ella muchos nogales y uvas y otros árboles de frutales y otra mucha arboleda, y mucha caza y volatería, y mucho pescado y muy bueno, de muchas maneras: tambien hallaron una sementera de maiz.

A los 25 del dicho mes de Agosto, despachó el gobernador D. Tristan de Arellano un galeon, de los que lle

vó en su compañía para esta Nueva España, con la nueva de lo sucedido hasta entonces, el cual entró en el puerto de San Juan de Ulúa á 9 de Setiembre: en este galeon se proveerá con brevedad con el bastimento que de presente envia á pedir que es necesario, demás del que llevó consigo en la flota. Y en breve se esperan los demás navíos, que han de volver á esta Nueva España, y quedaron allá, hasta ver la dispusicion de la tierra y donde se hace la poblacion y fuerza primera, y entender las demás particularidades Ꭹ calidades que pudieren, para dar noticia de todo. Venido que sean los navíos, la daré á V. M. por la órden quel Gobernador, religiosos y oficiales de la Real Hacienda me escribieren, y terné cuidado de socorrerlos en nombre de V. M. de las cosas que tuvieren necesidad y que sean forzosas, para que no hagan vexacion á los naturales, y se entretengan hasta que siembren y cojan y pueblen; pues haciéndose esto, se escusará adelante la coita (1), por ser tierra tan fértil, y se conseguirá el efecto que se pretende como Dios N. S. y V. M. sean servidos y ensalzada nuestra Santa Fee.Guarde Dios N. S. la S. C. R. persona de V. M. y en mayores reinos y señoríos acreciente.-De México, á 24 de Septiembre, 1559 años (2).

(1) Así, por cuita ó trabajo.

(2) <Sin duda es copía de carta del virey D. Luis de Velasco. Con ella he cotejado la presente. (Nota de Muñoz.)

ESTRACTO DE UN PARECER DEL DOCTOR VAZQUEZ SOBRE LOS REPARTIMIENTOS, ENCOMIENDAS Y APROVECHAMIENTOS DE

LOS INDIOS. (1)

C. R. M.

En casi todas las provincias de las Indias ha habido y hay entre los españoles dos bandos, uno de los conquistadores y encomenderos, y otro de los religiosos que se han inviado para la conversion y dotrina de los indios. Los dichos encomenderos, pretendiendo que por el derecho que V. M. y sus gobernadores en su nombre le han dado con las dichas encomiendas y repartimiento de indios, se podrian servir y aprovechar dellos de la manera que hacian en tiempo de su gentilidad los que eran reyes y señores dellos: los cuales, por las informaciones que hay, parece que aunque habia diferentes costumbres, lo más comun y general era, que se servian como querian de las personas y haciendas de los indios que les eran subjetos. Y los dichos religiosos han pretendido que la dicha pretension de españoles era muy tiránica y contra conciencia y impeditiva de la conversion conveniente de los indios. Y escribiendo, y clamando y viniendo sobresto, Fr. Bartolomé de las Casas, obispo de Chiapa, fue causa que por la I. M., con órden

(1) Coleccion de Muñoz LXXXVIII.

y parecer de su Consejo de Indias, proveyesen que se tasasen y moderasen los tributos que los indios daban á sus encomenderos, de manera que los indios diesen menos de lo que daban á sus señores en tiempo de su infidelidad; y entendiesen que, por conocer á Dios y tener por señor á V. M., eran más aliviados. Y asimismo se quitaron los servicios personales que hacian los indios á los encomenderos y á los otros españoles que tenian indios, que llamaban anaconas, para su servicio. Y se quitó la servidumbre de los indios que tenian los españoles por esclavos, y se declararon ser libres, y se dieron otras muchas provisiones piadosas y muy favorables á los naturales de aquella tierra, á los españoles, aunque sin ser oidos, y siendo algunas dudosas de derecho. Y todo esto parece piadosa y cristianamente hecho; pero esta opinion de religiosos, y el favor que en el Consejo ha tenido el dicho Obispo de Chiapa, ques hombre eficacísimo en persuadir, ha venido en tan gran estremo, que ha pretendido y trabajado persuadir que ninguna cosa pueden tener los españoles en aquella tierra, y que todo lo que tienen es usurpado y robado, y que no los pueden absolver los confesores si no lo restituyen. Y han hecho sobresto libros, confesionarios y otros, difamatorios de los españoles. Y aunque confiesan ser de V. M. el supremo señorio de aquellas partes, tambien dan á entender, por sus razones, que no puede tener nada en ellas. Y en la gobernacion y provision de aquella tierra ha tenido el dicho Obispo tanta mano en el Consejo, entrando en él muy continuamente y trabajando que los oidores y gobernadores y otros jueces fuesen los que entendia ser de su opinion: á los cuales ha procurado conservar, acreditar y aprovechar; y á los de otro parecer

ha procurado se les tome luego residencias y se 'oigan otros daños; y en todo ha tenido tan gran fuerza y efeto, que se han seguido estos inconvenientes (1).sh, rit

1.° Que los repartimientos han sido tasados cuantas veces por parte de los indios se ha pedido, sin conocimiento de causa: los más no han quedado en la 114 ni aun en la 115 de lo que solian rentar. No se oyó recurso ni apelacion de encomenderos; V. M. recibe el principal daño, pues ha de suceder en todos, y los ha de tó, mar en la tasa que los halla.

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2.° Que espresamente en la Nueva España pudo hacer el dicho Obispo que se nombrase visitador un Diego Ramirez, cantor de la iglesia de México y deudo suyo, al cual conservó en el cargo hasta que pocos dias há faHlesció; lo que fue como si se cometiera al mismo Obis po, porque tiene por opinion que no se ha de dexar nada á los españoles. Así reciben gran baja los repartimientos. Y porque un oficial de la Audiencia de México dió en ella una petición, años há, diciendo que mirasen el Presidente y Oidores que, despues haber sido por ellos sobre muchá informacion y acuerdo basados los repartimientos, este Diego Ramirez, siendo lego y sin informarse ni aun ver la tierra, habia quitado á V. M. más de cient mill castellanos de renta, so color de una comision que tenia para visitar los indios; los dichos Presidente y Oidores le echaron en la cárcel. En aquella provincia expresamente se ha disminuido el patrimonio de V. M.

3. Que aunque los repartimientos se perpetuen, no osarán servir por ellos á V. M., por el temor de las retasas y del disfavor en no oillos.

(1) Hinc porro carptim formaque ad litteram. (Nota de Muñoz, de cuya mano parece necha toda esta copia ó extracto.f

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