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llevar de su arrojo la quinta compañía de Navarra, sale de la formacion atacando á la bayoneta, se ve á poco abrumada por sus enemigos, conocen tarde su imprudencia, que se esforzó inútilmente en remediar Sacanell, y desde entonces todo fué desórden, no oyéndose más voz que la del jefe liberal que gritaba: ¡Navarros, viva Isabel II, todos somos unos, somos navarros; hay cuartel, pero el que se separe las lanzas serán su muerte. Rodea le caballería liberal á los carlistas y se rindieron á discrecion (1). Eran cerca de cuatro compañías del primero de Navarra, seis del cuarto y media de la junta (2).

Este triunfo, conseguido en unos momentos en que toda la Península se hallaba en fermentacion y por las tropas que primero habian aclamado la Constitucion, alentó á los liberales; y el anuncio exagerado en Gaceta estraordinaria de este hecho de armas, fué acogido con entusiasmo, y vigorizó la situacion política que inauguró el motin de la Granja.

ENCÁRGASE ORÁA DEL EJÉRCITO DEL NORTE.-PROYECTO SOBRE VILLARREAL, FRUSTRADO POR LOS CARLISTAS.

XLVII.

En el interregno que contó la direccion del ejército del Norte desde que cesó en ella Córdova hasta que la aceptó Espartero, la desempeñó nterinamente don Pedro Mendez Vigo; y por real órden de 19 de gosto se le confirió á Oráa (3) con el mismo carácter de interino. Así o anunció á los soldados el 24 en Miranda, diciéndoles, «que el estado le sus heridas, y el íntimo convencimiento de que esta era una carga nuy superior á sus débiles fuerzas, le hubieran obligado á suplicar á 3. M. admitiese su renuncia, si no contase con las virtudes cívicas y

(1) Sacanell se apeó de su caballo para entregar su espada; aun quiso pelear para morir por no volver á las prisiones de las que no hacia un año habia salido, pero pudo fugarse de entre los prisioneros, y se salvó gracias à la velocidad de su caballo, que no permitió le alcanzaran los enemigos.

(2) Llevados á la isla de Leon, quedaron allí los oficiales, embarcando la tropa para Puertoico y la Habana, haciendo así imposible su cange.

En la causa que se formó á Iturralde estuvo muy lejos el fiscal de hacer la debida justicia los procesados, militares de valer, y que habian prestado grandes servicios, malamente reompensados; y es de estrañar que se culpara á los de infantería y nada se hiciera contra los e caballería que huyeron los primeros. ¿Influiria en esto ser de la segunda arma el fiscal seor Orcasitas?

(3) Rodil fué nombrado al propio tiempo general en jefe del ejército del Norte en los mismo érminos y con la propia autoridad que su antecesor; y por real decreto del 20 se le confió en ropiedad la cartera del ministerio de la Guerra con retencion del mando espresado.

TOMO II.

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militares de todas las clases del ejército. Testigo, añadia, por espacio de tres años de vuestro valor en los combates, de vuestro sufrimiento y constancia en las privaciones y penalidades, y de vuestra decision por la justa causa que defendemos, he admitido gustoso el mando para participar con vosotros de los nuevos dias de gloria que vais á dar á la patria. Inútil es que os recuerde que para vencer es preciso observar una severa disciplina; jamás habeis dado motivo para castigar esta falta, y espero que siempre os mantendreis subordinados á vuestros jefes, que respetareis y hareis respetar las leyes y el órden público, y que sereis el terror de vuestros enemigos.>>

Las circunstancias eran en efecto comprometidas, pues á la insurreccion de la Granja habia precedido la de la division de la Ribera, que con los habitantes de Lerin proclamaron la Constitucion de 1812. No resistió Iribarren, que la mandaba, este acontecimiento, por evitar un con flicto peligroso y perjudicial en todo caso á la causa de la reina. Su hon ra empero, exigia someter su conducta en este punto al fallo de los tribunales, y lo solicitó con decision; más Oráa no consideró conveniente dar curso á su solicitud, y le tranquilizó. Así no se vió privado de un jefe tan digno, muerto al fin gloriosamente en el campo del honor en defensa de la patria.

Parte del ejército habia proclamado la Constitucion el dia 19, y el grueso del mismo lo ejecutó en Vitoria el 29, recibiendo al dia siguiente un pequeño socorro, despues de cuatro dias sin ninguno.

En la misma tarde del 30 emprendió Oráa un movimiento á Murguís, á donde llegó sosteniendo sus cazadores algunas escaramuzas con los aduaneros: los carlistas que volvian de Losa daban vista á Amézaga a mismo tiempo. Toman estos posiciones en Altube y destacan algunas compañías con que alarmar á los contrarios: Oráa, que no se descuidaba, mandó á su vez algunas compañías con el fin de apoderarse de las alturas que dominan á Amézaga, y él mismo se adelantó por el centro al frente de la caballería, consiguiendo su objeto de alojar en este pueblo á sus tropas, que sufrieron, sin contestar, toda la noche el vivo fuego que les hacian los carlistas desde las alturas, impidiéndoles así el descanso.

Al amanecer del 31 trata Oráa de verificar un movimiento retrógra do para caer rápidamente sobre el importante pueblo de Villarreal, desorientando así á los carlistas. Toma para ello el camino de Vitoria, y creyendo aquellos que se retiraban, acudieron con empeño á picar la retaguardia, y fueron tiroteándola hasta Zaitegui, y un poco más abajo, en Letona; cambiaron de direccion los liberales, y abandonando la car retera de Vitoria, emprendieron la ruta de Villarreal.

Don José Antonio Goñi, que habia destacado antes algunas fuerzas al mando de don Camilo Moreno, para que desde Murua y Berricano

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fuesen á caer sobre el flanco izquierdo de las tropas de Oráa, se halló impensadamente con éstas en el último punto, y se trabó la accion con pertinacia, haciendo frente á los carlistas la brigada de don Froilan Mendez Vigo, que fué sucesivamente auxiliada por otros cuerpos. Incomodado Oráa con este contratiempo, tomó disposiciones para forzar el paso que le disputaban sus enemigos, y consiguió ir avanzando; pero le precedieron los carlistas, y viendo frustrado su proyecto, mandó hacer alto á las tropas, y abandonando la carretera de Villarreal, se dirigió á los cantones de Betoño, Gamarra Mayor, Arriaga, Miñano Mayor, Retana, Durana, Mendivil y Zurbano, donde pernoctaron las tropas, no sin haber tenido que sostener antes los batallones de San Fernando un sangriento choque cerca de Arroyabe y Azúa. Estas operaciones vendrian á costar unos doscientos hombres á unos y otros combatientes.

Oráa estableció su cuartel general en Gamarra Mayor, y Villarreal en el pueblo que en Alava lleva su mismo nombre, y era el codiciado por Oráa.

Este jefe, tan amante de la disciplina como de la justicia, y sin tener en cuenta los desórdenes de los carlistas al penetrar en los pueblos, castigó aquella noche algunos escesos cometidos por los soldados, á pesar de no ser las circunstancias las más á propósito para remediar males cuyo orígen tenia atrasada fecha. Limitóse, por tanto, á enviar á presidio algunos vivanderos á quienes se hallaron prendas robadas, y á decir en la órden del 1.o de setiembre, «que si en aquella ocasion, la clemencia habia detenido en su curso el brazo de la justicia, caeria este poderoso inflexible sobre los que en lo sucesivo cometieran semejantes desacaos» Espías la mayor parte de los vivanderos que en abundancia seguian í los regimientos, prescribió no tuviese más que uno cada batallon, debiendo ser autorizado para ello.

DESERCION.—ESPERANZAS CARLISTAS Á CONSECUENCIA DE LOS SUCESOS DE LA

GRANJA.

XLVIII.

La desercion de uno á otro campo enemigo, que no suele ser muy comun en las guerras de nacion á nacion, es muy importante en las civiles, y lo fué mucho en la que nos ocupa. Sin ser fácil demostrar de qué ilas desertaban más soldados en toda la Península, podemos aproximaros á la verdad en cuanto á las tropas del Norte, donde en este año, al nenos, llegaron, si no escedieron, de mil, los que dejaron las filas libeales por las de los carlistas.

Y tan sensible se hizo en una época esta desercion, que se vió Córlova precisado á espedír una órden mandando:

1.° «Que todo oficial que delatase á cualquiera que hubiera sobornado á otro, ó que escitara á los soldados á desertar al ejército de don Cárlos, seria recompensado en el acto obteniendo el grado superior, y siendo soldado el denunciador se le recompensaria con una gratificion de 100 rs. que recibiria inmediatamente, y la rebaja de dos años de

servicio.

2.° Que todo indivíduo, convencido de haber inducido á la desercion á cualquier soldado cristino, se le formaria inmediatamente un juicio verbal, y á las cuatro horas seria juzgado, condenado y ejecutado.»

Los sucesos de la Granja, que para los liberales fueron un paso avanzado en la carrera de la libertad, los consideraron los carlistas como un cambio tan radical y favorable á su causa, que motivarian la desercion de la mayor parte de los que amaban la monarquía, que creyeron sériamente amenazada de próxima ruina, y que defenderian todos sus partidarios en el palenque abierto por don Cárlos. Se hacia éste la ilusion de que todos los defensores del sistema de Zea, los del Estatuto, y aun los liberales moderados engrosarian sus filas, si no por el pronto, cuando vieran al menos la inutilidad de coaligarse contra una revolucion que llevaba trazas de no detenerse en su carrera. En esta creencia, y para estimularles, y á sus defensores al mismo tiempo, firmó en Azpeitia el2 de setiembre la siguiente alocucion, que damos íntegra, porque merecen ser conocidas las ideas del que personificaba toda una causa, todo un sistema que, representante de la vieja sociedad, peleaba con la mʊderna, y tenia en espectativa la atencion de la Europa; personje que despues atrajo las simpatías de algunos y la compasion de todos.

«Españoles: el cielo, que en su piedad jamás olvida á esta nacion singular, que tan visiblemente proteje una causa que es la suya, y que si cual padre amoroso se ha servido enviar á nuestras culpas el terrible azote que nos aflige, por una Providencia la mas especial nos ha asistide con un prodigio repetido cada dia, y burlando la prudencia humana, se ha reservado á sí solo la gloria del triunfo de vuestras armas; el cielo ha encargado á la revolucion de hacerse justicia á sí misma; la presenta á la faz del mundo desnuda con todos sus horrores, y por último des engaño y para eterna leccion de los pueblos, hace que la usurpacion se vea tambien usurpada, y perezca víctima del mismo principio á que debió su existencia. Sí, españoles, lloro con vosotros los males de nuestra patria; pero con vosotros adoro los altos designios de la Omnipotencia. Los últimos acontecimientos en varias de las provincias tiranizadas, de la Granja y de Madrid, los que en este mismo momento tal vez os seducen, no permiten guardar silencio á vuestro rey, que debe dirigiros en tal conflicto palabras de esperanza y de consuelo.

Españoles, el mundo ve realizadas las previsiones de vuestra lealtad, justificada vuestra causa, vengada aun por nuestros mismos enemigos No era, no, simple cuestion de sucesion à la corona la que se ventilaba

en España; la revolucion lo ha dicho, y mis derechos no pudieran de buena fé ponerse en duda: era sí la causa del órden europeo contra la anarquía que amenaza la disolucion de las sociedades, sea cual fuere la forma de sus gobiernos. En vano procuró buscar disfraces que ocultasen en su nacimiento su triste aspecto: en vano se esforzó á cohonestar la usurpacion su instrumento con apariencias de legalidad, con engañosas declaraciones, con mentidas promesas, con falsas seguridades, con proyectos y utopías que pudiesen alucinar y escitar simpatías, de los que impulsados por otros intereses desconociesen sus verdaderas miras y la energía de vuestro carácter, de vuestras tradiciones y vuetras costumbres. La maldad no podia ser por largo tiempo fiel á sí misma: es demasiado incompatible la revolucion con el órden, para que ni aun en su propio interés pueda sufrirlo. Vedla; pues, hoy no satisfecha su sed de sangre con la de tantos miles de fieles españoles que ha sacrificado á su furor desde las cárceles á los cadalsos, en los campos como en las plazas, en el santuario mismo, impune bajo la salvaguardia de autoridades, sin fuerza para reprimirla como sin valor para confesarse sus cómplices, despues que hoiló lo mas sagrado, que desorganizó todos los ramos de la admistracion pública, que arruinó el crédito, que agotó los recursos hasta en sus fuentes, que ensayó sistemas sobre sistemas, dislates sobre dislates, vedla cubierta de crímenes devorar sus propios hijos con la atrocidad más inaudita, precipitarse en un abismo de sangre y horrores, esceder á los pueblos menos cultos en ferocidad y en barbarie y despedazando la obra de sus manos, prepararse si fuese posible á esterminar la nacion entera y á estender su influjo destructor á todo el mundo. Y esto cuando la necesidad debia siquiera suspender las pretensiones rivales de las sociedades secretas, que bajo distintos símbolos y banderas se disputan el mando, único secreto de sus divergencias llámese como se quiera el sistema, y en los momentos en que la actitud imponente de mi ejército debia producir la union entre enemigos comunes. ¡Tan cierto es, que solo en la legitimidad se encuentra el órden, la vida de las sociedades, y que el trastorno de las instituciones, de los principios eternos, de la religion, la moral y la justicia que son su base, lleva al vértigo y hace víctimas á los mismos que osan intentarlo.

«Pero Dios no ha abandonado en tal crísis á la católica España, y todo presagia la próxima aparicion del iris de paz, por término de tan desecha tormenta. La inmensa mayoría de la nación ha sido fiel á sus principios: vuestra lealtad característica, como vuestro heroismo, fornan hoy la admiracion de Europa; y el Señor recompensa vuestra decision y vuestro celo. La historia no ofrece ejemplo de causa más nacional i más justa, de tantos sacrificios premiados por el cielo con más suce30s. Volved la vista á 1834, en que pérfidamente apoderada la revolucion del trono, preparados por largo tiempo sus medios de triunfo, sofocada la ealtad de los pueblos en rios de sangre, y alejado yo de mis amados vasallos ó dividiendo sus fatigas, desaparecia toda esperanza, aislados los Docos batallones organizados á las cumbres de un país de fidelidad, prótimos en los cálculos humanos al esterminio. Contad los recursos de que la usurpacion dispuso, las legiones reclutadas para colmo de su probio entre proscriptos y aventureros de todas las naciones, las fueras efectivas y de opinion que logró en su apoyo, mientras se ha creido

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