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JUNIO.

16 Real órden aplicando al ejército las municiones, armamento, artilleria, caballos y cajas d fondos que se cojan al enemigo, dándose una gratificacion à los aprehensores.

10 Real decreto creando una oficina general administrativa de Hacienda civil y militar. 14 Real órden declarando que la imposicion de multas á los enemigos del rey nuestro señor corresponde por ahora á las juntas y diputaciones provinciales.

23 Real órden comunican to el real decreto del 21, espedido por la primera secretaria de Est:do, para que se pase por las armas á todo estranjero que se aprehenda defendiendo la usurpacion.

24 Real órden mandando se observe la del 7 de diciembre de 1827, respecto al tratamiento d. excelencia.

25 Real decreto nombrando capitan general al inmortal don Tomás Zumalacarregui; concediendo à su viuda el sueldo entero de teniente general, y á cada una de sus tres hijas, į pension de 2,000 rs.

Id. Real órden declarando que las familias de los urbanos están desaforadas y sujetas á las justicias ordinarias.

JULIO.

4 Alocucion del rey nuestro señor al ejército con motivo de la muerte del general Zumalacarregui.

5 Real órden mandando que cuando se intercepte algun correo se remita al ministerio la balija sin abrirse carta ni oficio alguno.

7 Real órden mandando se hagan inmediatamente en las provincias las clasificaciones q faltan por empleos obtenidos antes del 12 de julio de 1834.

Id. Real órden para que inmediatamente se hagan las propuestas para las vacantes que rese tan en los cuerpos y se remitan al ministro por conducto del jefe de estado mayor ge neral.

Id. Real órden mandando se formen luego las relaciones de inútiles de la clase de tropa, à l que se concede los 40 reales vellon mensuales y retiro á dispersos.

8 Real órden mandando que en la secretaría de cada comandancia general, se nombre un ofcial que se encargue esclusivamente de instruir los espedientes de viudedad y pension

AGOSTO.

1. Real órden declarando generalísima del ejército á María Santísima, bajo la advocacion d los Dolores; y mandando se celebre al dia siguiente la bendicion del estandarte que Lev su divina imágen.

2 Real decreto mandando que el estandarte generalísimo no haga honores ni à la real perse na, sino solo al Santisimo Sacramento.

Id. Real alocucion al ejército al depositar el estandarte generalísimo en el regimiento de cale llería lanceros de Navarra.

22 Real órden para que ae dediquen los cuerpos à formalizar las correspondientes hojas e servicio de todos los indivíduos que constituyen el ejército carlista, dictando las reglas que al efecto han de observarse.

SETIEMBRE.

5 Real órden para que no se dé curso á ninguna instancia sin que los interesados acrediter cuanto esponen, y que los comandantes generales al dirigir las que se hallen documentsdas en forma, espliquen terminantemente su opinion respecto a lo que se solicita. 24 Real órden por la que se manda establecer en Mondragon un depósito para los militares empleados aspirantes á colocacion.

OCTUBRE.

6 Real órden mandando que á ningun jefe, oficial ó indivíduo de otra clase que no se halle en servicio ó comision, se dé más que una racion de pan, carne y vino, escepto á los que tienen familia, pues á estos se darán las dos que marquen sus pasaportes.

21 Real decreto nombrando general en jefe del ejército al conde de Casa-Eguía, con facultad de proponer á S. M. cuanto crea conveniente.

Id. Real decreto llamando cerca de la real persona al teniente general don Vicente Gonzalez Moreno, mediante haberse suprimido el empleo que obtenia de jefe del estado mayor ge neral.

Id. Real órden nombrando jefes de division con mando, á los mariscales de campo, don Francisco Iturralde, don Bruno Villarreal y don Miguel Gomez; y jefes de brigada, á los brigadieres don José Antonio Goñi, don Pablo Sanz y don Tomás Tarragual de la primera division; don Tomás Guibelalde, don Simon de la Torre y don Prudencio Sopelana de la segunda; don Carlos Perez de las Vacas, don Juan Beamurguía y el coronel don José María Arroyo de la tercera.

NOVIEMBRE.

1. Real decreto por el que S. M. se digna nombrar á su muy caro y amado sobrino el infante don Sebastian Gabriel de Borbon y Braganza, su primer ayudante general de campo.

14 Real órden para que en los distritos donde no hay cosecha de vino, no se exija este artículo para raciones; pero que si se encontrase de venta ó de tránsito, se embargue y se pague por la provincia que ha debido hacer el suministro, ó en aquel líquido por los pueblos de la misma en que se recoja.

16 Real órden para que todos los indivíduos pertenecientes al fuero militar que se consideren agraviados, por no haberse recomendado su mérito en las acciones, por suspension ó privacion de empleo, finalmente, todos los que, reputándose perjudicados, sea cualquiera que fuese el asunto, tengan que solicitar justicia, lo verifiquen dentro de quince dias contados desde hoy.

28 Id. Aclaratoria de las instrucciones dadas por Mazarrasa á los jefes militares y civiles el 27 de octubre.

DICIEMBRE.

11 Real órden mandando que en las solicitudes de agravio á que se refiere la de 10 del mes último, se entiendan directamente con el ministerio de la Guerra los generales de division por lo respectivo á los cuerpos de su mando, y los comandantes generales de las provincias por los que no pertenecen al ejército de operaciones, para que de este modo tengan alivio las muchas é interesantes atenciones que pesan sobre el general en jefe.

12 Real órden para que por ahora no se dé curso á instancias en solicitud de sueldos ó créditos sobre el real Erario anterior al dia 10 de junio último.

d. Real órden concediendo indultó á todos los desertores de la brigada vizcaina que en término de quince dias se incorporen é sus cuerpos, y se castigue al reincidente.

d. Real órden aclaratoria de la de 14 de noviembre último, declarando que la facultad de embargar el vino para raciones, debe cesar, siempre que las diputaciones de las provincias donde no se hace cosecha de aquel artículo, pongan depósitos de él ó faciliten fondos á los pueblos para hacer el suministro.

20 Real órden mandando que cuando algun general se viere en la necesidad de suspender de empleo por causas justas à alguno de los que sirven á sus órdenes, nombre al mismo tiempo un fiscal que forme sumaria al interesado sobre el motivo que ha dado lugar á aquella providencia y se le oiga en justicia.

26 Real órden declarando à quien corresponde la preferencia en el mando de las armas en igualdad de clase ó grado, debiendo recaer en aquel que en otro ú otro eoncepto haya reconocido antes el legitimo gobierno del rey nuestro señor ó sido nombrado por S. M.

NUM. 42.-Pág. 395.

Acta de lo acordado en la reunion de autoridades en casa del general Alvarez.

Reunidos en este real palacio de órden del Excmo. señor general segundo jefe de este ejército y Príncipado, el mariscal de campo don Antonio María Alvarez, que presidia, el gebernador civil interino de esta provincia, los ilustres señores regente de la real' audiencia e intendente de este Principado, y una comision del Excmo. Ayuntamiento de esta ciudad. é Excmo. señor general director de ingenieros con el comandante de plaza del mismo real cuer po, el brigadier de la real armada y comandante de marina, el señor coronel primer comandan te de carabineros, y los primeros jefes ó comandantes de los cuerpos de la guardia nacional d: esta ciudad, no habiendo comparecido, aunque para el efecto citados, el alcalde de esta capi tal, el subinspector del cuerpo de artillería ni los señores gobernadores de la mitra; habiesdose dado cuenta del estado de la tranquilidad publica y del trastorno sucedido en la tarde de dia de hoy despues de haber convenido en que, sin embargo de la eficacia y órdenes de mencionado Excmo. señor general segundo jefe, no habia podido evitarse la catástrofe com tida contra los presos acusados del delito de infidencia y de rebelion, por la falta de tropas i y subordinados, y por la irritacion que habia causado en los ánimos del público la conducta de los rebeldes con los prisioneros, por lo que á pesar de haberla querido evitar los mism y mencionados comandantes de la guardía nacional no se pudo conseguir, se acordó que des de luego se emplearan todos los medios de persuasion para retirar á sus casas á los amotirados, á fin de evitar otros estragos. En tal estado se dieron repetidos avisos de quedar resta blecida la pública tranquilidad, y por precaucion se acordó tambien que à las siete del di de mañana formaran todos los batallones, inclusos los de Barrio, manteniendo cada uno d ellos dos patrullas de treinta hombres cada una; que no se permita entrar por las puertas d la ciudad á gente sospechosa, reforzándose todas sus guardias, singularmente la de la puerta del Mar para inpedir la entrada de marineros; que à las nueve de la mañana sean revistade todos los batallones personalmente por el Excmo. señor general segundo jefe, haciendo en el acto una alocucion para que sus indivíduos conozcan la absoluta precision en que están mantener el órden á toda costa, obedciendo à las autoridades y las leyes, que se prohiban las fogatas de costumbre en el dia de mañana á la noche; que desde el amanecer patrullen los a caldes de Barrio bajo la inmediata vigilancia del cuerpo municipal; que se pague el socorri como movilzados à todos los guardias nacionales ó cuerpos voluntarios de la misma arma el dia de mañana; y despues de haberse determinado otras medidas parciales y cuantas estaban en los alcances de las autoridades respectivas, firmaron la presente acta y se retiraron las doce de la noche del dia 4 de enero de mil ochocientos treinta y seis.-Jose Melchor Prah G. C. I.-José Parreño.-Francisco de Olavarrieta.-Ramon Luis Escobedo.-Francisco Huar Jauregui.-Juan Vilaregui, regidor.-Buenaventura Sanz.-Juaquin Marti, teniente de alcal -José Rivas, regidor.-Antonio Viadera, regidor.-El comandante de marina, Casimiro Vi godet.-El segundo comandante, primero accidental del 15. batallon de la guardia nacional Tomas G. Barba.-El segundo comandante de la guardia nacional de artillería, A Xurigue.El primer comandante del 11.o, José Bosch y Pausas.-El primer comandante del 2.a batalles ligero de la guardia uacional, Félix Rivas.

NUM, 43.-Pág. 395.

Comunicacion de Pastors refiriendo los sucesos del 4.

Excmo. señor: los siempre horrorosos sucesos de la tarde y noche de ayer en este punto litar que está á mi cargo, me imponen la obligacion de elevarlos á conocimiento de V. E. par su inteligencia y efectos consiguientes. Ayer mañana no tenia esta fortaleza mas guarnicio que un pequeño resíduo del regimiento de Saboya 6. de línea, y lo restante e bierto por la fuerza de la guardia nacional en las vastas y delicadas estensiones de este recinto. A las doce del dia entró á instalarse dentro de él algo más de medio batallon del regimiento número 2/

de infantería de línea, sin armas la mayor parte de su gente y en el estado de nueva creacion que V. E. no ignora, y todos sin municiones ni piedras en sus pocos fusiles. Como a las cuatro de la tarde recibí partes de que se aglomeraban gentes sobre el glacis de la entrada en esta fortaleza, y en su consecuencia puse toda la tropa armada que pude reunir, inclusos asistentes, sobre las armas, y la distribui en los puntos que creí oportuno. Continuando los partes de la avanzada del Principal, en donde habia colocado el primer ayudante de este estado mayor, don Francisco Soto, de que no podian contener la gente que solicitaba entrar, mandé levantar el puente levadizo; pero los amotinados, atropellando por todo, pasaron el de piedra y llegaron al borde en que aquel estriba, y bajándose al foso hasta la escarpa, amenazando asaltarle y pegar fuego à la puerta, para cuyo efecto tenian varias hachas eucendidas: recibí del señor oficial de la guardia del Principal el parte de que efectivamente las habian ya arrimado à ella: con este motivo envié à V. E. el señor ayudante don Juan García, à fin de que enterado V. E. de mi posicion, se sirviese darme órdenes terminantes que creyese V. E. convenientes para su puntual cumplimiento, cuyo señor ayudante tuvo que verificar su salida por la puerta del Socorro, siéndole imposible verificarla por la principal. No llegando la contestacion de V. E. dirigí un oficio á V. E. escrito y fechado en la guardia del Principal, que entregué al paisano Rafael Gomez, á fin de que por su trage lograse ponerlo en manos de V. E. solicitando nuevamente de V. E. auxilio esterior, órdenes terminantes, y si podia usar de la artillería. V. E. recordará el decreto que V. E. tuvo à bien insertar en mi oficio que me fué devuelto. Durante estas escenas, y deseoso, tanto de que V. E. se hallase enterado de ellas, como del recibo de sus superiores órdenes, me asomé varias veces sobre el parapeto de la muralla, á preguntarles su objeto, y siempre me contestaron pidiéndome los presos por facciosos, y principalmente ȧ O' Donell: yo les contesté que no estaba en mis facultades, que me trajesen una órden superior y seria obedecida, amonestándoles por cuantos medios me ocurrieron al buen órden y tranquildad, sin perjuicio de solicitar cuanto creyesen oportuno. Nada bastaba á persuadirles: les propuse si querian que el coronel don José Montero, que se hallaba en aquel punto conmigo, fuese con dos que ellos comisionasen å hacer á V. E. presente lo que ellos alegaban; pero que mientras, no cometiesen ningun esceso: lo prometieron así. Montero fué, habló con ellos, y volvió diciéndome que le habia sido imposible atravesar. El gentio aumentaba, asi que el número de hachas encendidas y escaleras que colocaban à la muralla con exigencias cada vez mas imperiosas, el tiempo urgia, y yo sin la contestacion de V. E. que esperaba con ansiedad. Bien pudiera en otras circunstancias haber barrido la artillería los que ocupaban el puente de piedra; pero ¿quién responde del resultado de un primer cañonazo tirado entre liberales españoles, y mayormente sin órdenes superiores para ello que de V. E. solicité? Se me dió parte del baluarte del Rey que subian por las escaleras, y que no seria posible al corto número de tropa el contenerlos por mas persuaciones que se hiciesen. Subí sin pérdida de tiempo y mandé al señor oficial que se hallaba en él, de que por todos los medios hiciesen lo posible para derribar las escaleras, en cuyo momento, recibiendo el aviso del señor oficial de la guardia del Principal de que parecia notarse fuego en la puerta, bajé á ella con el objeto de enterarme del más pronto peligro, cuando al poco rato se me da conocimiento de hallarse ya en aquel baluarte un sin número de gente armada: acudo á él y ¿cuál fué mi sorpresa al ver tenia mucha proteccion su subida? Tengo ya manifestado á V. E. el que se hallaba cubierto el servicio de la plaza por voluntarios nacionales. A el tumulto, mezclados ya con la tropa de la guarnicion, solo se le oian aclamaciones à la libertad, á Isabel II y á Saboya, con gritos mezclados de órden, amenazas, disciplina, encono y demás pasiones opuestas, que era imposible calmar. Sin embargo, se avinieron al parecer á mis razones, de que no atentarian, á lo menos dentro del recinto, contra la vida de los detenidos, y que de éstos solo dejaria se llevasen al que citaban, custodiandolo ellos mismos hasta la presencia de V. E. para su determinacion. En estos momentos regresó de palacio el señor ayudante García con la manifestacion de V. E. que ni atendieron ni hubieran al parecer atendido antes. Fué prodigioso el gentio que en un momento se halló sobre la muralla, una gran parte armados, diciéndome ser voluntarios, y que querian vengar el atentado cometido por los rebeldes, habiendo asesinado á sus parientes, à sus amigos, defensores de la libertad y de Isabel II, y que así exigian los facciosos que se hallasen en el recinto, protestando que este era solo su objeto, que verificarian con aquel órden que no deseaban perturbar. Efectivamente le mantuvieron por algun corto tiempo, y aún puedo decir parecia no desatendian mis reflexiones; pero aunmen

TOMO II.

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tándose el gentio de todas clases y su gritería, empezaron prontas y mas resueltas exigencias pidiendo igualmente tres facciosos ya rematados que se hallaban en el presidio, y la libertad de otros que se han presentado esta mañana espontáneamente. Excmo. señor, solo presen ciando tan sensible y comprometida posicion puede ella describirse, y no esperando los ame tinados las llaves, que con frecuentes amenazas exigian al alcaide, rompieron la puerta principal de la torre, siéndolo las demás naturalmente por haberse ya apoderado de ellas. Los detenidos fueron muertos progresivamente, faltándoseme al ofrecimiento que se me hizo: igua suerte cupo á los detenidos en los calabozos sobre la puerta principal: los almacenes de pélvora fueron milagrosamente salvados, pues que queriéndolos reconocer con las hachas encer didas, nos pusimos con el teniente de rey y sargento mayor frente de su puerta, rogándoles pasasen antes por encima de nuestros cadáveres, y demás enérgicas espresiones que exgi el caso. En este trance se me dió conocimiento de hallarse un medio batallon de voluntarios nacionales en ella con el objeto de restablecer el órden; entonces mandé se abriese, pues esto era lo que se deseaba: entró batiendo marcha hasta la plaza, y al llegar á ella se qued sin saber como, en entera dispersion, mezclándose con los demás; no habiendo sucedido as con el medio batallon 20 de línea, á cuya cabeza venia el coronel don Ramon Miguel, que con el mayor órden entró poco despues, y quedando en formacion en los puntos que se le destnó, procuró con la guarnicion la salida de los amotinados. Los inmensos almacenes de pólve ra que se hallan en ésta, el depósito del vestuario del regimiento de Saboya, así que los tres presidios ocupaban todo mi cuidado à la vista de las infinitas hachas con que se alumbraba los amotinados; y luchando entre un sin fin de vicisitudes, tuve la mayor satisfaccion en ver la eficacia é interés con que el señor teniente de rey, sargento mayor y señores ayudantes y oficiales de la guarnicion cooperaron á fin de evitar mayores desgracias, no perdonando ni medio ni fatiga para conseguirlo, hallandose siempre dispuestos á mis órdenes para llenar ta: laudable objeto. Este aciago incidente ha producido la muerte de los facciosos, cuya lista tego el honor de incluir á V. E. y cuyos cadáveres fueron inmediatamente conducidos al ce menterio... etc., etc.

NUM 44.-Pág. 408.

Reclamacion de Pastors.

Excmo. señor conde de Almodovar.- Muy señor mio y de mi mayor respeto: aunque no tergo el honor de conocer á vd. personalmente, las circunstancias en que me hallo constituid la confianza que me inspira el concepto general de su bello carácter en medio de su eleva categoría, me deciden como caballero, como ciudadano español y como conpañero de clas en la carrera de las armas, á dirigir. å vd. estos renglones para manifestarle, que en vista (* mi parcial suspension de mando, que me impuso el capitan general de Cataluña, en el gobierno de la Real Ciudadela de Barcelona, sin haberme hecho el menor cargo ni pregunta, dirig por su conducto una esposicion á su majestad pidiendo (como propio del honor de nuestr clase) se me juzgase en consejo de guerra de oficiales generales. A mi llegada à ésta remiti otra igual por la via reservada; cuando á los pocos dias (y en la que me hallo con permiso di general Mina para restablercer mi salud), he sabido con asonbro que ni éste dió curso á la qu debia, sin embargo de hahérmelo ofrecido con las mayores seguridades, ni en este minister se ha dado tampoco à la otra por no haber llegado la que debió con su informe remitir el es presado general. Fácil será conocer à la penetracion de vd. que tal conducta en aquella aut ridad, despues de los parciales atropellamientos cometidos con solo las inocentes autoridades de la ciudadela, da bastante márgen á sospechar no le acomoda lleguen mis clamores à mar la atencion del gobierno de S. M. porque entonces llegará infaliblemente el momento de correrse el denso velo que se pretende mantener sobre las horrorosas escenas del dia 4 enero, que él mismo suscitó y que otras autoridades dejaron suceder, pudiendo con facilidad haberlas completamente evitado: en el manifiesto que para el público y para la Europa teng estendido para publicarlo cuando convenga en vindicacion de mi honor, único patrimonio qu puedo legar á mis hijos, pruebo hasta la evidencia cuanto tengo el honor de manifestar à v Los acontecimientos del 5, ninguna relacion tienen con los del 4, por más que asi hayaqrido hacerse entender para fines muy paticulares. Como quiera que sea, usted con sus talenti

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