Estado que manifiesta el número de piezas de artillería para el servicio del ejército, hoy 1.o de junio de 1836, con espresion de clases y destinos.
REAL CUERPO DE ARTILLERIA.
Hombres malvados, enemigos de la patria, que siempre invocan para desgarrarla cubier- tos del escudo de la libertad para su defensa y del sable ó del puñal de los déspotas para conspirar contra las leyes de su país y oprimir á sus compatriotas, se esfuezan por hacer- nos victimas de sus frenéticas y ambiciosas miras; y ȧ nosotros, los que sostenemos con nuestros pechos y nuestra sangre la libertad y el trono, el ciego instrumento de sus iracun- dos rencores y proyectos. Especulando hasta sobre nuestras escaseces y fatigas en vez de compadecerlas, deseando nuestras desgracias ó deplorando nuestros triunfos, no temen tra- bajar por su misma ruina, con tal de lograr la del trono y del Estado, y tratan de alterar el órden en el ejército para llegar á la anarquía dejando á la patria sin defensa contra las hordas de la Inquisicion y el despotismo. ¡Insensatos!! Si solos ellos fuesen victimas de tanta pasion é ignorancia. ¡ qué poco tardarian en probar el amargo desengaño que tan activamen- te solicitan!
Sí, compañeros agentes del desorden y de la anarquía, satélites del Pretendiente, se han introducido entre nosotros y se esmeran en seducir á los débiles y sorprender à los in- cautos, para hacer inútiles tantos esfuerzos, tanta sangre vertida por la patria, tantas vic- timas inmoladas à la liberlad de la que somos nosotros la verdadera áncora y mas firme baluarte. El ejército, qne hasta aquí salvó á entrambas por su valor y su cordura, tiene hace tiempo trazadas y cumplidas sus obligaciones, tiene probado todo lo que valen y al- canzan su union, virtud y diciplina. ¡Ay del miserable que intente destruirlas! él mismo habrá firmado su sentencia, el rayo no hiere mas pronto que él recibirá el castigo de su traicion y alevosía. Si entre nosotros hubiere alguno que no se sienta con ánimo y fortaleza de sufrir y combatir por la patria hasta el fin de la contienda, salga al freute, salga del ejército, he dicho hace pocos dias y lo repito ahora, yo le daré cuantas facilidades nece-
site para que vaya á esconder su vergüenza y afrenta en cualquiera rincon, ó con cualque ra máscara: aun quedarán conmigo bastantes hombres honrados, que prefieren å la vida à tierna memoria y gratitud con que la patria llorará y bendecirá un dia á los ilustres y virtuosos mártires, que se sacrificaron por sostener su gloria y defender su libetad. Ca sangre, no con frases; con esfuerzos, no con gritos y declamaciones ha de sostenerse esta Pero entre tanto, recuerdo y quiero sea leida á los cuerpos mi alocucion al ejército del v del mes de setiembre último, y encargo à los jefes, que considerandola vigente, hagan ejecutar inexorablemente en todas sus partes, bajo su mas estrecha responsabilidad: así como el bando de uno de mis ilustres predecesores que en aquella se inserta, instruyendu de ello á todas las tropas por lectura que se les hará durante tres dias consecutivos con la solemnidades y formalidades prescritas.
Los comandantes generales de tropas y territorios, los jefes de cuerpos, partidas, ete lo tendrán tambien entendido, y harán ejecutar puntualmente, dándome parte de los es- píritus turbulentos que se hallen bajo sus respectivas dependencias, sin distincion de clase estado, fuero, ni condicion, para tomar las prontas y enérgicas medidas que respecto a ellos reclamen mi autoridad, mi deber y la conservacion del Estado, ante la cual enme decen todas las consideraciones é intereses.
Compañeros: mis principios os son conocidos, y son invariables, patria, libertad, Orden ISABEL II, regencia de su angusta Madre, guerra sin tregua ni transacion alguna con las hordas del fanatismo y de la tiranía, fuerza y respeto a las leyes, obediencia al gobierno y que todo esto representa, y nada que se aparte del deber y la diciplina militar. Con la a toridad que me dan las leyes, con la enegía y firmeza que encuentro en mi propio care ter, con la asistencia que me habeis de prestar vosotros, he de afianzar y hacer respetar todos estos sagrados objetos, ó he de morir en la demanda: pero ¡ay! repito, del que osa- damente conspire contra ellos.
Dado en mi cuartel general de Pamplona á 6 de julio de 1836.
LUIS FERNANDEZ DE CÓRDOVA.
Como complemento á lo que manifestamos en el capítulo XXV, pág. 468, reproducimos el lan que por dos oficiales ingleses, se fràguaba en Londres, para apoderarse de San Sebas- ian, y lo trasmitió el obispo de Leon á don Carlos; pero no llegó á ejecutarse.
Ilmo. y Excmo. señor: Tengo el honor de enviar en resúmen å V. E., segun su deseo, mi pinion sobre el negocio de los oficiales que proponen un plan para tomar á San Sebastian por orpresa, cuya proposicion por escrito acompaño á V. E. Habiéndoles visto y examinado, me arece que la cosa es factible, pero mejor segun el plan del segundo oficial que no de el pri- nero, esto es, que sea más fácil el plan de ir primero, desembarcar en la plaza misma, y to- nar despues sus medidas, que no el desembarcar junto de la Linterna como propone en su papel. Hablaré de los dos indivíduos, primero, y luego de los planes de los dos indivíduos, el uno que propone el negocio como principal agente, es hombre, à lo que parece, activo y decidido, y de los que ordinariamente son propios à estas empresas. El otro, es un oficial muy hábil, de artillería é ingeniero, y respecto á éste, tengo muy buenos informes, tanto sobre sus cualidades individuales y principios políticos, como so- re sus conocimientos y habilidad; ha servido en el ejército austriaco de Italia, y es abonado por un hombre muy capaz, y no tengo duda que puede ser un oficial utilisimo á S. M. El plan que proponen es de reclutar 150 ó 200 ingleses, irse con ellos à San Sebastian como si fuesen al servicio de Cristina, y allá abrir las puertas de la ciudad á las tropas de S. M., poniéndose para eso de inteligencia competente con el general que sitia la plaza, etc. Cuanto à la manera de hacer la cosa, el primero propone que luego que llegase en el buque A., que seria conoci- do de la linterna B., que está en poder de las tropas reales, por señas estipuladas, de ahí se ha- ria fuego sin bala contra el dicho buque. Entonces él efectuaria un desembarco con su gente en C., como para ir contra alguna poca gente que de B. hubiese salido; que despues de B., se enviaria más fuerza que tiraria sobre los ingleses sin bala, y estos hirian cediendo y retirán- dose perseguidos por los de B. y por la direccion D. D. D., etc., hasta E. puerta de la plaza, llegando allí y siéndoles ella abierta, ellos se apoderarian del puerto y de los cañones que la defendian, etc., hasta dar tiempo à que los que les perseguian corriesen entonces á sostener- los, y á tomar cuenta de la plaza, etc. Para este fin, y para poder venir, sostenerles mayor fuerza, proponen que deben estar estacionadas ya en el convento F., sobre el camino de Pasa- ges, en donde dicen puede colocarse sin ser percibida de la plaza, etc. El modo sugerido por el segundo oficial, y que me parece mejor, es el desembarcarse en ellos en la plaza misma, y despues hacer una salida; y estando de inteligencia con el general de S. M. C., este mandarles perseguir, tirando los soldados sin bala, etc.; y al meterse los ingleses la plaza, tomar la puerta y los cañones, como dicho arriba, y dar entrada á las tropas de el rey, etc. Me parece que seria cosa digna de tentar, pues el objeto es de la mayor importancia, y daria à la causa de S. M. un grande impulso y ventaja. En todo caso, no son de despreciar los servicios de los oficiales en esta ó en otra manera, principalmente del segundo, por eso que hay respecto á él garantías de su carácter, de sus conocimientos y habilidad. Dios guarde a V. E. muchos años. Londres, 7 de marzo de 1836.–Antonio Ribeiro Saraiva.-Ilmo. y Excmo. señor obispo de Leon.
ituacion de los liberales y carlistas del Norte.
ausas que originaron el primer sitio de Bilbao..
rimer sitio de Bilbao.
itio de Bilbao.-Estado de la plaza.- Presentacion de los carlistas.-Entu- siasmo de los bilbainos.-Destruccion del fuerte del Circo.. Error de Zumalacarregui.-Destrozos en el campo sitiador.-Descontento de Zumalacarregui.-Su herida y retirada del sitio
Bombardeo.-Auxilio frustrado é inútiles salidas de la plaza.--Interregno. Triste situacion del ejército liberal. Prosecucion del sitio.-Preséntase en él don Cárlos.
Patriotismo del Ayuntamiento. - Parla- mentarios carlistas. - Entusiasmo de los bilbainos.-Prosigue el bombardeo. Levantamiento del sitio.-Operaciones del ejército liberal.
ntrigas de los cortesanos carlistas.-Ope- raciones de las fuerzas sitiadoras.- Descontento.... Muerte de Zumalacarregui. Una carta interesante.. Cataluña.-Incremento de las partidas carlistas.-Abatimiento de los liberales. Vuelve Llauder á Cataluña.-Arresto del cónsul de Cerdeña.
Mal sistema de Llauder.-Hechos mili. tares..
Maestrazgo.-Aragon, Valencia.-Mur- cia. Llegada de Cabrera á Navarra.- Su entrevista con Villemur y con don Cárlos. Su regreso.-Peligros.. . . . Guaridas de los carlistas.-Encuentros. Reconocimiento de Cabrera como jefe de Томо 11.
Castilla la Vieja.-Accion de Huerta del Rey.-Perseverancia de Merino. Accion de Torregalindo.-Desastres de los carlistas.-Pacificacion de Castilla la Vieja.-Marcha de Merino á Oñate. Varias reflexiones.
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