ginacion no veia imposibles, no tropezaba con dificultades: queria, repetimos, ser Rey de Mallorca.

Resuelto á preparar su empresa contra esta isla, escribe á su amigo el Rey D. Pedro de Castilla para que le preste su auxilio y proteccion, ofreciendo ayudarle en la guerra contra D. Enrique de Trastamara. Convenidos los Reyes de Castilla y Nápoles en asistirse mutuamente, determinó el mallorquin pasar en persona á España para resolver con don Pedro el modo cómo se habia de llevar á cabo la empresa, y encontrando en el camino, con un escuadron que le acompañaba, á los castellanos que combatian con sus enemigos, tuvo la gloria de pelear valerosamente en la famosa batalla de Nájera, el dia 3 de abril de 1367. El resultado de esta memorable accion no fué favorable al mallorquin: estaba dispuesto por la Providencia que su vida habia de ser una cadena de infortunios, y esta vez fué cuando le tocó apurar hasta las heces la copa de la amargura.

Retirado en un castillo de Búrgos, seguianle, como en

Carlos II, hijo y sucesor del antecedente, murió en 1309, habiendo dejado de su mujer María de Hungría, cuatro hijos, que fueron: Carlos Martel, Rey de Hungría; Roberto, que lo fué de Nápoles; Felipe, príncipe de Tarento, y Juan, tronco de los duques de Durás.

Roberto, sucedió á Cárlos II su padre: casó con Sancha de Mallorca, hija del Rey D. Jaime II de este reino. Muriéronle todos los hijos, con cuyo motivo nombró heredera á su nieta Juana, hija de Carlos duque de Calabria, que era el primogénito de Roberto.

Juana, Reina de Nápoles, de la que hablamos en el texto, casó: primero, con Andres de Hungria, su primo, á quien se dice que mató en 1346: segundo, con Luis, príncipe de Taranto, hijo de Felipe, tio de su padre: tercero, con D. Jaime IV, Rey de Mallorca; y cuarto, con Oton, duque de Bruswick. Murió sin hijos en 1382, asesinada por Carlos Durás, viznieto de Carlos II, á quien coronó en Roma el Papa Urbano VI, y siguió la línea de los Reyes de Nápoles, hasta que por muerte de Juana, su hija, sucesora de Ladislao su hermano, murió sin sucesion, habiendo adoptado por hijo y heredero á Alonso V de Aragon.

todas partes, los traidores. Noticioso el conde de Trastamara del punto en que se hallaba escondido, envió sus tropas á sitiar el fuerte, que despues de una obstinada defensa de cuarenta y siete horas hubo de rendirse, cayendo el Rey de Nápoles y Mallorca prisionero de guerra del conde don Enrique.

D. Pedro de Aragon, á quien tanto incomodaba la existencia de su sobrino D. Jaime, no pudo ménos de alegrarse de esta nueva. Hízola celebrar con grandes demostraciones de júbilo, y segun refiere Felíu, no se contentaba con ello, sino que tuvo valor bastante para reclamarlo del conde, suponiendo que era un reo de estado contra quien tenia formado proceso por haberse fugado dos veces de su prision.

El encono del de Aragon contra el príncipe mallorquin no pudo cebarse en esta ocasion, porque preso D. Jaime en el castillo de Curiel, lo rescató su esposa la Reina Da Juana de Nápoles, en el año 1369, por la cantidad de 60,000 doblones, que cobró Trastamara en canje del desgraciado mallorquin.

Aun no le bastaron los tristes desengaños que habia experimentado desde su niñez; aun no conocia la imposibilidad de recobrar la corona mallorquina. El nombre de don Pedro de Aragon era un nombre que odiaba entrañablemente: no podia oir sin extremecerse el nombre de aquel á quien habia jurado guerra á muerte. Bien puedo perder la vida, decia sin cesar, peleando contra un traidor, contra el usurpador de mi cetro; bien puedo perderla, porque con esto no haré mas que imitar á mi padre, á mi idolatrado padre. Así sucedió.

Frustrados todos sus primeros proyectos, trató esta vez

de no empezar por Mallorca la conquista de sus estados: quiso empezarla por el Rosellon, sobre cuyo condado se echó en 1371 con el numeroso ejército que habia reunido en el Delfinado y la Provenza; pero el de Aragon que ya tenia preparadas en aquel punto fuerzas mas superiores, al mando del general Vizconde de Illa y de Canet (1), hizo ineficaz el proyecto de D. Jaime. Batiéronse ambos ejércitos en la frontera del Rosellon, y derrotado el Rey de Nápoles, se vió este precisado á retirarse en Vallderan, pueblo inmediato á Urgel. El encono de su tio D. Pedro de Aragon penetraba por todas partes: en ningun punto pudo estar seguro de sus tiros: un líquido que se le dió á beber en Vallderan, le precipitó al sepulcro en el año 1371, á la edad de 45 años.

Despues de muerto fué trasladado su cadáver á la iglesia de franciscanos de Soria, en donde está sepultado.

No tuvo el desgraciado D. Jaime IV de Mallorca ninguna sucesion; con cuyo motivo su hermana Da Isabel heredó los estados de Clarencia y la baronía de Matagrifo, como igualmente el derecho á la corona de Mallorca.

Esta señora, despues del año 1358, se habia casado con Juan, marques de Montferrato, señor de la Gascuña, de quien no tuvo hijos, y murió en 1379, nombrando heredero de todos sus bienes á Luis, duque de Anjou, que fué el que adoptó por sucesor á la corona de Nápoles su cuñada Juana de aquel reino.

(1) El vizcondado de Illa se concedió en 24 de octubre de 1314 á Pedro Fenollet, señor de San Felíu, Vallmunt, Bulá, San Miguel de Lotes, Mersuga, San Mauricio, Heus y otros lugares. Y el de Canet, á Guillen de Pinós, en 1° de noviembre de 1322. Ambos títulos son de D. Sancho I, Rey de Mallorca; y el sucesor de ellos, agradecido al Soberano que los habia concedido á su predecesor, era general de las tropas de D. Pedro IV, usurpador de la corona del heredero de D. Sancho I.

MONEDAS.

En las diferentes ocasiones que se nos ha ofrecido escribir la cronología de nuestros Reyes, ó tratar particularmente de ellos (1), siempre hemos colocado á D. Jaime IV despues de D. Jaime HI su padre, aunque como hemos dicho, no llegase á ocupar el trono mallorquin que indisputablemente le pertenecia. Nos envanecemos de haber sido los primeros historiadores de esta isla que quitando á D. Jaime el nombre de Infante, le hemos dado el de Rey de Mallorca, que usó toda su vida, colocándole en el lugar que le corresponde en la serie de nuestros soberanos. Nadie hasta nosotros ha escrito el nombre de D. Jaime IV de Mallorca, pero sí el del Infante D. Jaime de Mallorca. Por lo que hemos dicho se verá que no pueden existir monedas suyas acuñadas en esta isla.

(1) Noticias histórico-topográficas de la isla de Mallorca, estadistica general de ella y períodos memorables de su historia, pág. 120. Diccionario histórico-geográfico-estadístico de las islas Baleares, tomo 1, pág. 88..

Varones ilustres de Mallorca, pág. 546.

El Trono y la Nobleza, semanario dedicado á S. M., núm. 48, correspondiente á diciembre de 1849 y siguientes.

Nobiliario mallorquin, pág. 13.

Notas, correcciones y comentarios á la Historia general del reino de Mallorca.

Panteon universal, diccionario histórico, tomo III, pág. 203.

VI.

Union de la Corona de Mallorca á la de Aragon.

Acabada la línea de los Reyes particulares de Mallorca por haber fallecido sin sucesion el príncipe D. Jaime y la infanta Da Isabel, entró la casa de Aragon á poseer de derecho el reino que ya habia treinta y seis años que poseia de hecho. Una nueva serie de Reyes empezó entonces á continuar el catálogo de los que componian la dinastía mallorquina; pero estos Reyes pertenecian á la misma familia, todos salian de un mismo tronco, como verán nuestros lectores. Al hablar en el capítulo antecedente de D. Jaime I el Conquistador, ya hemos indicado que le sucedió en la Corona de Aragon su hijo D. Pedro III. (1) De este fué hijo y sucesor D. Alonso III de Aragon, que fué I de Mallorca, de quien hemos hablado largamente en la página 40. A D. Alonso le sucedió en el reino de Aragon su hermano D. Jaime II el Justo, y á este su hijo D. Alonso IV. (2) El primogénito de este y su sucesor en la Corona aragonesa fué, por muerte de los hermanos D. Jaime IV y Da Isabel, el legítimo sucesor de la monarquía mallorquina.

(1) Llamáronle el Grande. Se apoderó de la Sicilia con motivo de las Visperas sicilianas. El Papa Martin IV le excomulgó y dió sus estados á Cárlos de Valois, lo que le trastornó muchisimo. Retó en desafío á Carlos de Anjou, haciendo prisionero á un hijo de este, del mismo nombre. Casó con Da Constanza, hija de Mafredo, Rey de las Dos-Sicilias, que murió en 1300.

(2) Era hijo de la primera mujer, Blanca de Anjou. Conquistó la Cerdeña: entregó á su primogénito el cuidado del reino. Casó con Teresa, heredera de Urgel, que murió en 1327; y pasó á segundas nupcias con Leonor de Castilla, hija del Rey D. Fernando IV el