y PUBLICADA EN CADIZ " de la obra de DON FRANCISCO MARINA "Teoría de las POR D. JOSÉ CLEMENTE CARNICERO, Oficial del Archivo con honores de Archivero de la Secretaría de Permixtis et confussis ordinibus nihil æqualitate inæqualius. TACITO. Una vez confundidas las clases, nada mas desigual que la misma igualdad, que se pretende establecer. Debe ser la ley manifiesta que todo hombre la pueda entender, y que ninguno por ella reciba engaño; y que sea convenible á la tierra y al tiempo, y honesta, y derecha, y provechosa. Ley I. t.o 2.o lib. 3.o de la Novisima Recopilacion tomada de otras del Fuero Real y Juzgo. IDEA DE ESTA OBRA, MOTIVOS DE HABERSE ESCRITO, Y DE PUBLICARSE AHORA. Bien sabida es la exaltacion del partido liberal antes del 7 de julio de 1822, y es igualmente notorio que los mas de los Diputados de la primera legislatura, y otros varios ya conocieron era menester variar la Constitucion en algunos puntos principales. En este supuesto era consiguiente permitiesen escribir contra ella, siempre que se hiciera con la moderacion que entonces exigian tan críticas circunstancias. Por si llegaba este caso, en bien del Rey y de la patria, me propuse escribir esta obra. Empero los Diputados de la segunda legislatura y sus parciales, engreidos con la victoria del 7 de julio, se mantuvieron mas firmes en sostener la Constitucion á la letra. En principios del año de 23 con motivo de las notas de las Potencias estrangeras es tambien notorio el grado á que llegó la exaltacion, y que algunos Embajadores instaron porque se reformára la Constitucion. Sin embargo, á todo se hicieron sordos los liberales dominantes, y nun ca se empeñaron en sostenerla con mas rigor. En tales circunstancias ¿quién se atreveria á publicar una obra que pusiera de manifiesto los vicios de la Constitucion, y el escesivo poder de los Diputados? Llegó el 23 de mayo, y como al punto que salieron las tropas españolas quedó anulada enteramente la Constitucion, faltó por guiente la causa impulsiva de publicarla; y ni 1 consi aun ahora se publicára, si los liberales emigrados no dieran motivo á ello. Pues desde el año de 24 no han parado, ni paran en reproducir sus ideas en París, Londres, Nueva York, Burdeos, Bayona y otras partes, siempre insistiendo que la Constitucion y su sistema eran los mejores: que siempre obraron conformes á la voluntad de la nacion : que en la mayor parte estaba tomada la Constitucion de nuestras antiguas leyes y costumbres: que era la mas á propósito para hacernos felices; y que solo por la fuerza pudo ser derogada. No contentos con esto han tratado y tratan á los Realistas de ignorantes, egoistas, y con otros apodos nada decorosos respecto de unos españoles contra otros. De aqui proviene que muchos estran geros, y aun otros que no lo son, piensan que tienen razon tales escritores. Estas circunstancias me mueven á publicar esta obra sin acrimonia, ni personalidad alguna, y solo con el fin de convencerlos por sus mismos principios liberales, haciendo ver á la Europa y al mundo todo la sinrazon con que pretenden sostener su partido y proceder. 4 A este efecto la he distribuido en dos partes. En la primera pruebo hasta la evidencia por los mismos principios liberales que la Constitucion no se formó con beneplácito ni autoridad de la na cion española: que jamas obtuvo la sancion necesaria del Rey, por cuya razon no estaba obligado á observarla: que tenia defectos tales, por los que á lo menos debió reformarse en muchos puntos; y en fin que en su primitivo estado abrigaba el germen de la discordia, y esponia los españoles á una guerra civil. En la segunda impugno á don Francisco Marina en su Teoría de las Cortes, porque esta obra ha sido leida y celebrada de los liberales con general aplauso. Pero me atrevo á decir que por los mas se ha leido sin la debida reflexion y crítica; porque ó no han visto la que publicó en 1808 con el título de "Ensayo histórico de nuestra antigua |