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vedad y de atractivo, realzado con el interés de la contemplación de algunos de los objetos que motivaban el estudio, es indicación preciosa que yo recojo y que os someto, porque en mi sentir, este cultivo de la ciencia de lo bello, este estudio del arte en sus manifestaciones externas, es una de las necesidades más vivamente sentidas en la sociedad y más difícilmente satisfechas. Aun cuando así no fuera, todavía merecen nuestra atención la necesidad de renovar los ideales, de ofrecerlos à la contemplación de los más, y de depurar todo cuanto hay de noble y levantado en las artes, para evitar que la facilidad y la baratura de su producción, sobre todo en la música y en la poesía, acaben por dar á la vulgaridad el triunfo sobre el ideal.

No sería justo, al tratar del culto que á las Bellas Artes rinde el Ateneo, olvidar aquellas tres memorables sesiones consagradas á la memoria de los muertos, y en las cuales los acentos de la música y las galas de la palabra vinieron á acompañar en este recinto á las lágrimas de los deudos y los amigos, vertidas en el sepulcro de aquellos de nuestros socios que para siempre nos dejaron.

(Continuará)

SEGISMUNDO MORET

TOMO CXLIX

2

LOS PROGRESOS DE LA FOTOGRAFÍA

HISTORIA DE UN VIAJE ARTISTICO

PRÓLOGO

El 1.° de Julio de 1893, sali de Madrid con dirección á Toledo por la línea de Ciudad Real.

¿Qué objeto me llevaba á la imperial ciudad del Tajo?... Días antes celebré una conferencia con mi amigo M... representante en Madrid de la casa editorial W... Th... and company, de Londres. Esta casa tenía en proyecto la publicación de una obra monumental sobre la arquitectura española de los siglos x al XVII, y necesitaba ultimar algunos detalles relacionados con las ilustraciones.

M... conocía mis trabajos fotográficos, y pensó hacerme proposiciones para que corriera de mi cuenta la parte artística de la obra. El socio mister W... se hallaba en Madrid, y antes de proponérselo á él, deseaba, como es lógico, saber si podía y quería yo encargarme del dicho trabajo.

Antes de pasar adelante debo cumplir un deber de cortesía presentándome al lector. Me llamo Carlos Mac-Ewans, y aunque soy español, mi abuelo paterno era escocés, descendiente, según rezan pergamines, del célebre Jefe de Clan, Rob-Roy.

Hasta entonces, jamás se me ocurrió pensar que la fotografía viniera á ser para mí objeto de lucro. Había gastado

mucho dinero antes de llegar al grado de perfeccionamiento que conseguí más tarde, pero nada más por gusto, por curiosidad, por afición;.. el estado de mi fortuna me lo permitía, y de la misma suerte que otros invierten grandes sumas en trenes, alhajas, ó en satisfacer caprichos y pasiones puramente vanales, que á mi nunca me sedujeron, yo monté un laboratorio fotográfico de primer orden para mi uso particular, adquirí los mejores modelos de aparatos, compré libros de fotografia, y, en una palabra, me propuse dominar por completo el arte iniciado por Daguerre, y lo consegui.

Cuatro meses antes hubiera rechazado la proposición de M...; pero mi fortuna había experimentado un rudo golpe, y aunque no me faltaba para vivir con cierto desahogo, aquel ingreso, de consideración relativa, ganado con un trabajo que constituía mi afición predilecta, no dejaba de tener cierto atractivo.

Grande fué mi sorpresa cuando me indico M... el objeto de nuestra entrevista. Por un lado veía yo á través de aquel negocio, puesto que de un verdadero negocio se trataba, una deliciosa tournée artística en la que recorrería toda España, visitaría sus principales monumentos, estudiaría las costumbres, los usos y el género de vida de cada provincia, y, en una palabra, se aumentaría el caudal de mis conocimientos, ejercitando prácticamente lo que más tarde por relaciones más o menos exactas, y al través de los clichés que yo hiciera, conocería el mundo aficionado á las artes retrospectivas. Pero... ¿alcanzaban mis fuerzas para desempeñar con éxito comisión de tamaña importancia?... That is the question, que diría Shakspeare. La casa W... Th... y compañía necesitaba una colección de clichés originales, entiéndase bien, originales tomados fotográficamente, de los principales monumentos de España, y que constituyen, por decirlo así, una historia de la arquitectura en la época ya citada. Estos clichés deberían tener dimensiones excepcionales, lo menos 30 x 40 centimetros, lo cual implicaba un gasto considerable de aparatos, placas, productos químicos, etc., etc... esto sin contar con

que no se opera en el campo, donde se acumulan las dificultades, lo mismo que en el taller, en que todo está á la mano, y cualquier fracaso tiene fácil remedio...

Estas y otras consideraciones de carácter puramente personal se agolparon á mi mente. No estaba resuelto á aceptar ni rechazar el ofrecimiento... Dudaba... ¿qué hacer?... La vacilación estaba retratada en mi semblante. M... lo conoció, y sin darme tiempo á pensarlo, dijo:

-¿Aceptas?...

-No lo sé, necesito reflexionar...

-Es muy justo. Desearás también conocer otros detalles que yo no puedo darte, y como la cosa urge, mañana te presentaré, si quieres, à mister W... te pones de acuerdo con él, y...

-Perfectamente; no hay más que hablar. ¿A qué hora vengo á buscarte?

-A las cinco.

-Hasta mañana.

--Hasta mañana.

*

Ambos fuimos puntuales.

A las cinco y cuarto preguntábamos en el Hotel de Rusia por mister W...

M... conocía su habitación. Al entrar nosotros, mister W... que leía el Standard, se levantó políticamente.

Hechas las presentaciones de rigor, entramos en materia. -Ya habrá indicado á usted el señor M... de lo que se trata-dijo mister W...

-No del todo. Me ha hecho una ligera sintesis del negocio y nada más. No conozco detalles ni las proposiciones que hace la casa.

-Está bien. La casa W... Th... necesita clichés fotográfi

cos irreprochables de los edificios y monumentos expresados en esta relación. ¿En qué condiciones puede ejercitar usted

el trabajo?...

-Una pregunta, ó mejor dicho cuatro, antes de contestar mister W... ¿Qué dimensiones tendrán los clichés?...

-Cuarenta por cincuenta centímetros.

-¿Directos?...

-Invertidos ó tirados en placas peliculares.

-Bien. ¿Cuándo debe entregarse el trabajo...

-El 31 de Diciembre.

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-Poco tiempo queda. ¿Qué número de clichés hay que hacer?...

-Doscientos setenta y cinco.

-¿Condiciones?...

-Las que previamente estipulemos.

-¿Precio?...

-El que usted diga, si conviene á la casa.

-Permitame usted reflexionar un momento, mister W... Heché mis cuentas, y pasado un rato, contesté:

-Yo me comprometo á entregar el último día del año los doscientos setenta y cinco clichés peliculares, bajo las siguientes condiciones:

-Diga usted...

-El precio de cada uno serán seis libras esterlinas.
-Cinco; ni un shelling más.

-Sean. La casa W... Th... y compañía depositará en el Banco de Españia, al firmarse el contrato, la suma de seiscientas ochenta y siete libras, diez shelines, mitad del total importe, como garantía de pago.

-Bien; ¿qué más?...

-Si antes de finalizar el plazo estipulado, entregase yo la mitad de los clichés, la casa W... me autorizará para retirar del Banco la cantidad depositada, ingresando el resto à los mismos fines que se hizo el primer depósito.

-Bien; ¿qué más?.....

-Terminado mi compromiso en el plazo marcado, se me

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