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En la puerta de tu casa
Catorce muertos vi un dia,
Porque los mató la pena
Viendo que no los querias.

III.

DECLARACION.

Por amores ha venido
Un forastero al lugar;
Por amores ha venido,
Y amores se ha de llevar.

Desde Madrid he venido
Pisando espinas y abrojos,
Solo por llegar á verte,
Clavellina de mis ojos.

Aquí me pongo á cantar
Á la sombra de la luna,
Por ver si puedo alcanzar
De las dos hermanas, una.

La menor no tiene el tiempo,
La mayor pasa la edad,

La de en medio es la que quiero,
Si su padre me la da.

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¿Serrana, quién te camela?
Díme la verdad, por Dios;
Si no te camela nadie,
Quiero camelarte yo.

La reina Doña Isabel
Puso sus tiros en Baza,
Y yo los he puesto en ti,
Porque me haces mucha gracia.

Gracias a Dios que he llegado
Á declarar mi pasion

Á una dama tan hermosa
Como los rayos del sol.

Eres rosita en capullo,
Sin acabar de salir;
Si todavía no amas,
Ámame primero á mí (").

¡Ay, qué ventana tan alta!
¡Ay, qué balcon tan dorado!
¡Ay, qué niña tan bonita!
¿Quién será su enamorado?

Ya no me alegran á mí
Las rosas ni los jardines,
Lo que me alegra es tu cara,
Dime, niña, ¿dónde vives?

(') Manzanita colorada,

Que en el suelo te cogi;
Si no estás enamorada.
Enamórate de mi.

Dime, niña, dónde vives,
Que te quiero conocer,
Y si no tienes amante,
Yo te vengo a pretender.

El clavel que tú me diste
El dia de la Ascension,
No fué clavel, sino clavo,
Que clavó mi corazon.

Estudiante quise ser,

Y así que ví tu hermosura, Á los infiernos tiré

Tintero, papel y pluma.

Cuando yo te ví venir,
Le dije á mi corazon:
¡Qué bonita piedrecita
Para dar un tropezon!

Compañerilla del alma,
Cuando mis ojos te vieron,
Se me arrancó el corazon
De fatigas que me dieron.

Una mañanita, apenas
Salió el sol por el oriente,
Me echastes una cadena
Con los rizos de tu frente.

Desde que te ví, morena,
En la calle de Mesones,
Me echastes una cadena

Con veinte y cinco eslabones

Desde aquella vez primera
Que en tu presencia me ví,
El corazon, vida y alma
Á tu obediencia rendi.

Desde que te ví, rubita,
Ese rostro tan sereno,
Las alas del corazon
Á los piés se me cayeron.

Desde que te vi, te amé,
Desde que te amé, me muero,
Y si me muero por tí,
Dichoso me considero.

Desde que te vi, te amé,
Pésame que ha sido tarde,
Que yo quisiera, bien mio,
Desde que nací adorarte.

Verte, quererte y amarte,
Todo ha sido de improviso;
Y no sé qué fué primero,
Amarte, ó haberte visto. (')

Hermosísima paloma,
Cara de cielo español,

Con tu mirar retrechero (2)
Me robas el corazon.

(*) Desde que te vi, te ame, Porque amar y ver tu cielo,

Bien pudieron ser dos cosas,

Pero ninguna primero.

(2) Aquí sin duda tiene relrechero la significacion de zalamers

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