¿Quién fuera fino coral, Perla de tu gargantilla, De tu cintura clavete,
De tu zapato la hebilla! (')
¡Qué consuelo y qué dulzura Será tenerte á mi lado! ¿Cuándo llegará ese dia Para mi tan deseado?
¿Cuándo querrá Dios del cielo, Y la Virgen de allá arriba, Que te coja de la mano, Y diga: esta prenda es mia?
¿Cuando llegará aquel dia Y aquella feliz mañana, Que nos lleven á los dos El chocolate á la cama?
Como triste mariposa Camino de noche y dia, Hasta que los cielos quieran Que te publiquen por mia.
(') Quisiera ser rica perla
De tu hermosa gargantilla, De tus zarcillos arete,
De tu media la cuchilla.
Quisiera ser por un rato Perla de tu gargantilla, etc,
¿Cuándo querrá Dios del cielo Que yo te encuentre en la calle, Y te diga: mira, oyes, Dónde pusiste la llave? (1)
En el hoyo de tu barba Quisiera verme dormido,
Para ver de cuando en cuando Si dabas algun suspiro.
Tengo yo mi corazon Ilechito cuatro pedazos; Pero me queda el consuelo Que he de morir en tus brazos.
¿Sabes por qué no me caso Considerandote á tí?
Porque en viéndome en tus brazos
Pienso que me he de morir.
Mirando estoy desde aquí
La que tiene que ser mia, La que tiene que juntar Su carita con la mia.
Encimita de tu frente Te lo tengo de escribir: Pondré una a y una m, Y entre las dos una i
¿Cuándo querrá Dios del cielo Que yo te encuentre en la plaza, te diga: mira, oyes,
Dáme la llave de casa?
Échame una maldicion, Una maldicion gitana: Que los ángeles me lleven En procesion á tu cama.
Todas las mañanas voy Á la orillita del rio Á preguntar á las olas
Si han visto al cariño mio. (')
Ya sabes que estoy á gusto Cuando te tengo á mi vera; Las fatigas de Dios paso Cuando te vas y me dejas.
Siéntate á la vera mia, Siquiera por un minuto, Y le darás á mi cuerpo Ese ratillo de gusto.
Ya que no te puedo hablar, Pónte donde yo te vea; Le daré gusto á mis ojos, Ya que otra cosa no sea.
Ya que no te puedo hablar
ni en la calle,
Me contento con mirar
De tu puerta los umbrales
(1) Todas las mañanas voy Á la orillita del mar
Á preguntarle á las olas Si han visto á mi amor pasar.
Si quieres venirte, vénte, Si quieres estarte, estate; Nos quedaremos á solas, Que tengo que platicarte.
Valientemente, muchacha, Dios te dió sabiduría; Una palabra que hablas Vale por doscientas mias.
¡Qué triste, y qué pensativa Está la prenda que adoro! ¿Qué cariñito le haré Para quitarle el enojo?
Mi morena se ha enojado Porque no le dije adios. Adios, morena del alma, Adios, morenita, adios.
Dije que no te queria, Y otra vez vuelvo á buscarte Con el corazon partido, Llorando gotas de sangre.
Dáme la manita, irémos Al sitio donde lloraste, Y entre los dos cogerémos Las perlas que derramaste,
Si con hechizos pudiera Esta noche hablar contigo, Bien sabe Dios que lo hiciera Por dar á mi pena alivio.
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