¿Dónde irá el buey que no are, Y la yegua que no trille, Y el caballo que no corra, Y la mujer que no chille?
En casa de doña Justa
Ha entrado un hombre á deshora; Si esto hace doña Justa, ¿Que hará doña Pecadora?
¡Á cuántas conozco yo Que se tienen por santitas, Y suelen pegarle un chasco Á las ánimas benditas!
Son las Pepas presumidas Y las Antonias son vanas, Interesadas las Rosas
Y melindrosas las Juanas.
Son las Vicentas muy sosas Y muy falsas las Jacintas, Todas las Anas celosas Y todas las Claras, tintas.
Ya no se puede en invierno Las salitas esterar, Porque con los miriñaques Se concluyó el material.
Una niña de mi calle Por un balcon se cayó, Y el vuelo del miriñaque La vida le libertó.
En mi vida tomaré
De mi amante ni un cintillo, Porque luego se figuran
Que todo el monte es tomillo.
Ni caserita de cura " Ni criada de meson, Ni viña junto al camino No la compraria yo.
Con los musiquitos, niña, Poquita conversacion,
Porque siempre están pensando En el do, re, mi, fa, sol.
No te cases con herrero Que te puede suceder, Tirarte con el martillo Y hacerte coja de un pié.
No te enamores, mi vida, De ningun chico pedante; Préciate de algun buen mozo, Ya que no mate, que espante.
Si quieres vivir alegre Cásate con un corneta; Por la mañana diana, Por la noche la retreta.
No te cases con herrero, Dama de cuerpo gentil, Que del golpe del martillo No te dejará dormir.
Una niña de este barrio Trata con un practicante, Si tira de las lancetas..... ¡Ten cuidado no se enfade!
Para monja no naci, Que nací para casada, Recorreré los oficios,
Por ver si alguno me agrada.
Al sacristan lo aborrezco, Porque siempre anda de prisa, Y enfadado puede darme Con lo que tocan á misa.
Al tejedor lo aborrezco,
Porque este, aunque yo no quiera, Puede urdirme alguna trama Y echarme la lanzadera
Un platero bien vestido Viene, y sus galas me luce; Pero veo que no es oro Todo aquello que reluce.
Aunque sea millonario, No lo quiero mercader; Porque así como me compra, Tambien me puede vender.
Un confitero, con dulces Tambien me quiere engañar; Mas no quiero sus dulzuras, Porque pueden amargar.
Un cerero me desea, Cuando me ve tan bonita; Mas no creo que por él Mi corazon se derrita.
Un tintorero me ronda Con mucho salero y garbo; Pero yo no quiero oficio Que vuelve lo negro blanco.
Un pastelero pretende Que yo me case con él; Mas si yo gusto le diera Sí que haria buen pastel!
Un sastre toma medidas Para echarme la tijera; Pero en no siendo en mi paño Que corte por donde quiera.
Un cordelero queria Que me casara con él, Y si yo le diera gusto, Bien merecia un cordel.
Zapatero no lo quiero, Sastre no lo puedo ver; Uno me da con la mano, Otro me da con el pié.
Un jorobado me ronda Las tapias de mi corral; ¿Si pensará el jorobado Que á mí me ha de jorobar?
Que no nací para monja Al principio declaré; Pero ya desengañada Monja por fuerza he de ser.
Torta me da un panadero, Y otra vez al horno va; Pero temo que algun dia Me cueste la torta un pan.
No quiero á Juan, porque es tonto, Ni á Pedro por majadero,
Ni á Francisco por celoso; De los tres ninguno quiero
Carpinterito es mi padre, Carpinterito es mi hermano; Carpinterito ha de ser, Aquel á quien dé mi mano.
Los sargentos para mí, Los cabos para mi hermana, Y los soldaditos rasos, Esos para mi cuñada.
Más quiero labrador, madre, Con tierra en las alpargatas, Que no de esos currutacos, Con charreteras de plata.
El primer amor que tenga Ha de ser un estudiante; Ya que no tenga dinero, Que me alegre cuando cante.
« AnteriorContinuar » |