Yo soy el hombre mas fuerte Ni de dia, ni de noche, Yo me doy de puñaladas Que este pellejito mio No ha de servir para aceite. Yo soy como aquel torito Que está en medio de la plaza, Que despues que se halla herido Va buscando su venganza. ¡Sujétame, que me pierdo! Como me llegue à enfadar, Á los hombres rebaneo Como rebaneo el pan. Yo fuí subiendo y subi Donde ninguno la ha puesto. Todo cuanto quiero alcanzo, Nadie me tosa en el mundo, Yo soy más duro que el bronce Salid, mocitos, salid, Por aquella calle abajo Ninguno por ser valiente Que á ningun potro le viene La silla de mi caballo. (1) Un andaluz, recien salido de una taberna, se colocó en una boca-calle con una navaja de á tercia en la mano derecha, y haciendo contorsiones y equilibrios, comenzó á decir: «Por aquí, ni Dios pasa.» Acertaron á asomar en aquel momento por el opuesto lado nn chico con una campanilla, dos filas de luces detrás, y por último un sacerdote revestido que se dirigia á administrar los Santos Sacramentos á un moribundo. El borracho guardó la navaja, se quitó el sombrero, se apartó á un lado y se hincó de rodillas; estuvo dándose golpes de pecho muy devoto y compungido mientras pasó la procesion, y en seguida se levantó como mejor pudo y siguió detrás del sacerdote, murmurando entre dientres : « Si no tuviera que acompañar al Santisimo Sacramento, ni Dios pasaba. - Del mismo modo era - « este otro de la copla más valiente que Dios, sin que le pasara por la imaginacion ser más valiente que el Ser Supremo. Más valiente que Dios es una manera hiperbólica de decir el más valiente de los valientes. El que no quiera morir En este pueblo hay un guapo Por tu calle voy entrando, Un pollito me pitea Por eso me aguanto y callo. ¡Qué penilla será el ver La prenda que un hombre estima En manos de otro gaché, Hombres hay en este mundo No me ande usté con pinturas, Al que fuere pinturero. TOMO II.-28 Tengo yo unas tijeritas, Tira la espada, cobarde, Cuatro chavales venimos Y si hay alguno valiente (2) Que salga por la guitarra. (1) Chaval es jóven, que aun carece por sus pocos años de fuerza y varoniles alientos. (2) Pero el que fuese capaz. En Granada se canta : Del barrio del Picon semos, Y lo que digo no marra, Y si hay alguno valiente Que salga por la guitarra. La mayor afrenta que puede hacérsele al que por las noches, acompañado de sus camaradas, sale à cantar por las calles y á la tal puerta de su amada, es quitarle por fuerza la guitarra. El que consiente es tenido por cobarde; así como el que acomete la empresa de arrebatar á otro aquel instrumento hace una valentia no pequeña. Muchas desgracias han ocurrido por cuestiones de esta naturaleza entre dos rivales, ó entre dos bandos. ¿De qué te sirve traer Tengo que pasarme al moro, Aquel lucerito, madre, Esta noche, si Dios quiere, Esta noche voy de tuna Esta noche voy de tuna Esta noche va á salir La fiera que nunca sale: Al revolver de una esquina |