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Yo soy el hombre mas fuerte
De cuantos hay en el mundo.;
He corrido mucha tierra,
Y asi no tiemblo á ninguno.

Ni de dia, ni de noche,
Á ningun hombre le temo;
Porque siempre me acompaña
Una varita de almendro.

Yo me doy de puñaladas
Con el hombre mas valiente,

Que este pellejito mio

No ha de servir para aceite.

Yo soy como aquel torito

Que está en medio de la plaza, Que despues que se halla herido Va buscando su venganza.

¡Sujétame, que me pierdo! Como me llegue à enfadar, Á los hombres rebaneo

Como rebaneo el pan.

Yo fuí subiendo y subi
Hasta el último elemento,
Y puse la fama mia

Donde ninguno la ha puesto.

Todo cuanto quiero alcanzo,
No me quejo de mi estrella;
Porque no intento cosilla
Que no me salga con ella.

Nadie me tosa en el mundo,
Ni me levante la voz;

Yo soy más duro que el bronce
Y más valiente que Dios. (')

Salid, mocitos, salid,
Á la esquina de la plaza,
Y alli veréis relucir
La punta de mi navaja..

Por aquella calle abajo
Tengo que formar un puente
Con las costillas de un guapo
Y los brazos de un valiente.

Ninguno por ser valiente
Eche votos temerarios,

Que á ningun potro le viene

La silla de mi caballo.

(1) Un andaluz, recien salido de una taberna, se colocó en una boca-calle con una navaja de á tercia en la mano derecha, y haciendo contorsiones y equilibrios, comenzó á decir: «Por aquí, ni Dios pasa.» Acertaron á asomar en aquel momento por el opuesto lado nn chico con una campanilla, dos filas de luces detrás, y por último un sacerdote revestido que se dirigia á administrar los Santos Sacramentos á un moribundo. El borracho guardó la navaja, se quitó el sombrero, se apartó á un lado y se hincó de rodillas; estuvo dándose golpes de pecho muy devoto y compungido mientras pasó la procesion, y en seguida se levantó como mejor pudo y siguió detrás del sacerdote, murmurando entre dientres : « Si no tuviera que acompañar al Santisimo Sacramento, ni Dios pasaba. - Del mismo modo era

- «

este otro de la copla más valiente que Dios, sin que le pasara por la imaginacion ser más valiente que el Ser Supremo. Más valiente que Dios es una manera hiperbólica de decir el más valiente de los valientes.

El que no quiera morir
Al tiro de mi pistola,
Me deje la calle libre,
Que la necesito toda.

En este pueblo hay un guapo
Que presume de valiente,
Con una espada en la mano
En una calle sin gente.

Por tu calle voy entrando,
Cabellos de emperadora:
Si tienes los novios guapos,
Díles que salgan ahora.

Un pollito me pitea
Sabiendo que soy el gallo;
Como la gallina es mia

Por eso me aguanto y callo.

¡Qué penilla será el ver

La prenda que un hombre estima

En manos de otro gaché,
Por ser un hombre gallina!

Hombres hay en este mundo
Que se precian de ser hombres,
Y entre gallos son gallinas,
Y entre gallinas, capones.

No me ande usté con pinturas,
Que yo pinturas no quiero,
Que le cortaré la cara

Al que fuere pinturero.

TOMO II.-28

Tengo yo unas tijeritas,
Que tambien las traigo aquí,
Para cortarle la lengua
Al que hablare mal de mí.

Tira la espada, cobarde,
Y arrástrala por el suelo ;
Ya que no mates á nadie,
Al menos meterás miedo.
¡Á la cama, chavalillos!
Esta noche no rondais,
Que esta noche rondo yo
Y no rondan los chavales. (')

Cuatro chavales venimos
Todos sin pelo de barba;

Y si hay alguno valiente (2)

Que salga por la guitarra.

(1) Chaval es jóven, que aun carece por sus pocos años de fuerza y varoniles alientos.

(2) Pero el que fuese capaz.

En Granada se canta :

Del barrio del Picon semos,

Y lo que digo no marra,

Y si hay alguno valiente

Que salga por la guitarra.

La mayor afrenta que puede hacérsele al que por las noches, acompañado de sus camaradas, sale à cantar por las calles y á la tal puerta de su amada, es quitarle por fuerza la guitarra. El que consiente es tenido por cobarde; así como el que acomete la empresa de arrebatar á otro aquel instrumento hace una valentia no pequeña. Muchas desgracias han ocurrido por cuestiones de esta naturaleza entre dos rivales, ó entre dos bandos.

¿De qué te sirve traer
El sombrero á lo gachon,
Y la mano en la cintura,
Si no tienes corazon?

Tengo que pasarme al moro,
Y tengo que renegar,
Y tengo que ser mas malo
Que Barceló por la mar.

Aquel lucerito, madre,
Que va detrás de la luna,
Es el que á mí me acompaña
La noche que voy de tuna.

Esta noche, si Dios quiere,
Yo me voy á divertir
Con licencia del alcalde
Y de la guardia civil.

Esta noche voy de tuna
Con mi capa y mi sombrero,
Y al revolver de una esquina
Puñalada y tente, perro.

Esta noche voy de tuna
Con mi capa y mi zamarra,
Y el que quisiere cané
Que salga por la guitarra.

Esta noche va á salir

La fiera que nunca sale:

Al revolver de una esquina
Capa en tierra, y mano al sable.

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