Un estudiante á una niña Le estaba dando besitos, Y su madre les decia : ¡Miren qué par de angelitos!
El otro dia en paseo
Se ha perdido un estudiante, Y ha venido á parecer Debajo de un miriñaque.
De una cuchara de palo Que tenia un estudiante, Se fabricaron las puertas Del castillo de Alicante.
Cuando un estudiante llega Á la esquina de una plaza, Dicen las revendedoras : Fuera ese perro de caza.
Estudante soy tunante Que voy corriendo la tuna, Engañando á las mujeres, Sin casarme con ninguna.
La capa del estudiante Parece jardin de flores, Toda llena de remiendos De diferentes colores.
Las armas del estudiante Yo te diré cuales son: La sotana y el manteo, La cuchara y el perol.
Á los estudiantes, niña, Compara con las sardinas: Saladitas, con escamas, Poca carne y mucha espina.
Si quereis saber, señora, La vida del estudiante, Comer poco y andar mucho, La miseria por delante.
Caballero generoso, Dénos usté una peseta, Que tenemos la barriga Como cañon de escopeta.
Á estos pobres estudiantes De cuchara y aceituna, Déles usté una peseta, Que van corriendo la tuna.
Desde que soy estudiante, Desde que llevo manteos, No he comido más que sopas Con suelas de zapatero.
Es tanta la hambre que tengo, Que me apura y me sofoca; Desde que soy estudiante No he comido mas que sopas.
Tres meses ha que no como; Me tiene abatido el hambre; Me pongo en las piernas plomo, Porque no me lleve el aire.
De la mucha hambre que tengo, Santisima Encarnacion, Tengo las tripas torcidas Como cuerdas de violon.
Me comiera, me comiera, Me comiera sin sentir, Los poyos de la Carrera, Plaza Nueva y Zacatin,
Es tanta la hambre que tengo, Que ahora mismo me comiera Los hierros de ese balcon Y el cuerpo de mi morena.
Un estudiante tunante Se puso á pintar el sol,
Y de hambre que tenia Pintó un pan de municion. (')
(1) Un estudiante tunante
Se puso á pintar la luna, Y de hambre que tenia Pintó un plato de aceitunas.
Primer domingo de abril, ¡Qué dia tan señalado! Meti la mano, y saqué El número de soldado. (*)
Adios, padre, y adios, madre, Adios, hacienda y dinero; Me voy a pagar al rey Seis añitos que le debo.
Soldado soy, ¿qué remedio? Así lo quiso mi suerte; Y no me pesa el fusil, Pero si dejar de verte.
Los quintos se van mañana, Se llevan los escogidos,
Y las muchachas se quedan
Con los que el rey no ha querido.
(1) Sin duda antiguamente los mozos alistados para la quinta sacaban por sí mismos su número de la urna, y de ahí procede la frase meter la mano, que equivale á entrar en suerte para la quinta Hasta el año de 1855 se verificaba constantemente el primer domingo de ahril, como dice la copla. Ahora es el primer domingo de febrero.
Cállate, morena mia, Cállate, y no tengas pena, Que en siendo yo coronel, Tú serás la coronela.
Si te preguntan ¿quién vive? Responde con ligereza:
Los quintos de Pinos-Puente, Voluntarios á la fuerza.
Mañana se van los quintos, Y con ellos va mi Pepe; Ya no tengo quien me traiga Horquillas para el rodete.
¡Ya se van los quintos, madre, Por la puerta de Alcalá;
Ya se van los quintos, madre, Sabe Dios si volverán!
Ya sabrás que salí quinto Y no tengo escarapela; Dame una gota de sangre De tu corazon, morena.
Mañana se van los quintos, Ya se va mi corazon; La virgen de los Dolores Les eche su bendicion.
No siento la escarapela, Ni tampoco ser soldado; Lo que siento es mi morena Que no la tengo á mi lado.
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