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II.

REQUIEBROS Y FLORES.

¡Qué linda moza te has hecho!
¡Que alta y qué gallardona!
El mismo rey coronado
Se merece tu persona.

Eres reina y más que reina,
Y en lo dicho me mantengo,
Desde la punta del pié
Hasta el último cabello.

Empiezo por los cabellos,
Que son hebras de oro fino,
Que adornan en tu cabeza,
Y á mis piés les echan grillos.

Ese cabellito rubio

Que te cuelga por la frente,

Parece campana de oro

Que va lamando la gente (').

Bendita sea la madre

Que te parió y te echó al mundo,
Para encanto de los hombres,
Con ese pelito rubio.

(') Con esos rizitos, niña,

Que te cuelgan por la frente,

Pareces campana de oro
Que va llamando la gente..

Eres rubia como el sol,
Y en tus cabellos hay fuego,
Que abrasa los corazones,
Aunque parezcan de hielo

Tienes el pelo rubito
De perlas claveteado;
Así me tienes á mí

El corazon traspasado.

Con esos rizos hermosos
Que te cuelgan por la cara (1)
Pareces la Magdalena,
Cuando por el mundo andaha.

Los cabellos de mi rubio
Se los ha robado al sol;
Á mí me ha robado el alma,
La vida y el corazon.

Esos rizos que te adornan

Esa peregrina cara,

Son flechas con que me has hecho

Herida que nunca sana.

Con ese pelito rubio
Y esa cara tan divina
Es usté la encantadora
De toda la estudiantina.

(1) Con esa mata de pelo

Extendida por la cara, etc.

TOMO II.-5.

Con esa mata de pelo

Y esa cara de sandunga

Tiene usted muertos más hombres, Que tiene Isabel segunda.

Los cabellos de las rubias
Dicen que tienen veneno,
He de casarme con una,
Aunque me mate con ellos.

De tu pelito, rubita,
Corté, rubita, un cabello,
Y hice una cadenita,

Rubita, y me la eché al cuello.

Del cabello más sutil
Que tienes en tu trenzado
He de hacer una cadena,
Para traerte á mi lado.

Dicen que la reina inglesa
Tiene los cabellos rubios;
Y yo te digo: princesa,
Ningunos como los tuyos.

Las estrellas y luceros
Que salen por el oriente
Los tengo comparaditos
Con los rizos de tu frente.

Vivan los cabellos rubios,
Vivan los rubios rubiales,
Y vivan los de mi niña,
Que son rubios naturales.

Tu frente es plaza de armas,
Y tu nariz el cañon,

Y tus ojitos disparan
Flechas á mi corazon. (')

¿Que es aquello que reluce
Por detras del campanario?
¿Es estrella? ¿Son tus ojos?
¿Ó es la Virgen del Rosario?

Ni son chicos, ni son grandes
Los ojos de mi amadora,
Son como quesos de Flandes,
Que entran dos en cada arroba.

Tienes ojos de paloma,
Carita de leche y sangre,
Y los cabellitos rubios,
Como la Virgen del Carmen.

Esos ojitos azules

Se los has robado al cielo,
Y al cielo le darás cuenta
Del mal que hiciste con ellos.

Los ojos de mi morena
Son lo mismo que mis males:
Grandes, como mis fatigas,
Negros, como mis pesares.

(1) Tu frente es plaza de armas
Guarnecida de cañones,
Y tus ojos esmeraldas
Que roban los corazones.

Los ojos de mi morena
Tienen un mirar extraño, (')
Que matan en una hora

Más que la muerte en un año.

Á todos los ojos negros
Los aprisionan mañana,
Bien puedes tú, que los tienes,
Echar empeño à la Sala..

Son tus ojos dos luceros,
Tu boca un clavel de mayo,
Son tus mejillas dos rosas;
Házme dueño de ese ramo.

Los ojos de mi morena
Son un tren de artillería,
Que nada dejan derecho,
Cuando hacen la puntería.

Tus ojos tienen la culpa,
Cuando los flechas, indina,
De que yo tenga este cuerpo
Lo mismo que jaletina.

Los ojos de mi morena
Me parecieron ayer
Ese lucero que sale
Á eso del amanecer.

¿Tienes unos ojos negros

Con un mirar tan extraño, etc.

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