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tamente con esta enbiamos, y a esta cabsa, creyendo el dicho obispo que a peticion de algunos deste concejo se avia hecho lo suso dicho, formó con ellos odio y enemistad, y asi lo mostró en algunas cosas que yntentó hazer, como lo a hecho con. otros en esta ysla, tratándoles mal. Creemos ymformará a vuestra Magestad de algunas cosas en perjuicio de algunos de nosotros, como persona apasionada. Suplicamos à vuestra Magestad sea servido de mandar no nos sea ynputada culpa sin ser oydos, pues está aquy governador de vuestra magestad que hará a todos justicia, como lo a hecho hasta agora. En todo humyllmente suplicamos a vuestra Magestad lo mande veer en su consejo de Indias y despachar con brevedad. Nuestro señor guarde y acreciente y prospere la sacra cesárea católica Magestad por largos tienpos con acrecentamiento de mayores Reynos e señorios. Desta villa de san Salvador desta su ysla Fernandina a IIII de noviembre de 1544 años.

Sacra cesárea católiea Magestad-sus umylldes vasallos que sus Reales pies y manos besamos-Rodrigo de Tamayo Juan de Vergara Garcia de Lugo Estevan de Vargas Francisco de Zuazo Lorenço Dias=

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425.

(Año de 1545.-Enero 1, Sevilla.)-El Obispo Sarmiento da cuenta de su llegada á España y pide se le devuelvan doscientos pesos que le han tomado.-(Acad. de la Hist., colec. Muñoz, t. LXXXIV, fol. 70; A. de I., 134, 3, 2.)

En desem

Sacra Cesárea Católica Magestad barcando aqui en Sevilla, escrevi a vuestra Magestad, y por falta de dispusicion no fuy el mensajero, pero serlo e lo mas presto que pueda a dar quenta de mi venida-Lo que al presente se me ofresce es que yo truxe mill pesos de oro y alguna parte dellos de encomiendas, y vuestra Magestad me manda tomar los docientos; pluguiera a Dios que fueran docientos mill, por que no me faltara voluntad para servir a vuestra Magestad con ellos, pues no me a faltado hasta agora en todo lo que se a ofrescido teniendo cargos de la orden y despues siendo obispo, pero pues esto es tan poco para suplir las nescesidades de vuestra Magestad, para las myas es mucho. Suplico a vuestra Magestad sea servido de mandar que no se me tomen, que en ello rescivire merced. No tengo mas que dezir, guarde nuestro Señor y acresciente la vida y real estado de vuestra Magestad como por este su menor capellan y criado es deseado. Desta de Sevilla primero de henero de DXLV.

Vesa los pies de vuestra Magestad su yndino Capellan-El obispo de Cuba

426.

(Año de 1545.-Santo Domingo.)-Carta dirigida al obispo Sarmiento por un su amigo, noticiando lo ocurrido durante su ausencia.-(Colec. Muñoz, t. XCII, fol. 118 vto.)

Dice estar al presente de gobenador Juanes Davila; de gobernadora D. Guiomar, que ha asolado la isla con robos e injusticias; pero espera justicia del juez de residencia que está proveido. Que en diciembre del 44 escribió con Rabanal á su Sria., incluyendo una del alcalde Pedro Pacheco para S. M. do le decía cosas del gobernador, y las cartas fueron tomadas por éste, el cual, viendo lo que se decia, encarceló a éste y a Rabanal, y a éste, despues de dura carcel, le sentenció a tres años de destierro. A Pacheco, no hallando que notar en él, hizo que su alguacil y criados suyos le tomaran la vara, le afrentasen y se la rompiesen, cosa que, a no ser por la prudencia de Pacheco, causara gran escándalo y muertes. Que él y Pacheco son venidos a la Española a pedir justicia contra el gobernador, y le tienen probado lo dicho sobre las cartas y la vara. Que recibió de D. Alonso de Lugo, luego que llegó a la Havana, 5.000 pesos. Que vino suyo, perdido y mezclado con agua del mar, mandole vender antes que otro, y dándose el bueno a cuatro cuartos el cuartillo, el suyo medio real, que son 5

ó 22 mrs. Que pesaba sus puer cos en carniceria, prohibiendo despachar otros hasta salir de los suyos. Que antes de salir de la Havana para Santiago, ya llevaba robados 7.000 pesos. En ella los vecinos, de miedo, le hicieron una casa, y al partir para Santiago, la vendió. Llegado a la Habana, lo primero que hizo fue tomar las cartas que dijo y romper la vara al alcalde. Tomaba los esclavos que se llevaban en navios a vender, a título de ser contra cédulas de S. M., los depositaba en D." Guiomar, y al cabo se quedaba con ellos. Hizo pregonar la ordenanza que ningun indio cogiese oro, y él fue el primero que la quebrantó. Que vistas las probanzas desto en la Audiencia, han proveido juez de residencia, mientras dada cuenta provee S. M. Que su Sria., pues está en la Corte, vea con S. M. que nombre persona con sólido remedio,

427.

(Año de 1545.—Enero 9, Santiago.)—Carta de la Ciudad al Emperador en petición contra las ordenanzas de libertad de los indios y de recursos para defenderse en la guerra contra Francia.—(Colec. Muñoz, t. LXXXIV, folio 70.)

Luego que vino Juanes Davila, embiamos nuestro procurador suplicando de la ordenanza sobre indios naturales y esclavos, porque cumpliéndose se despoblaria una isla do no hay otra grangería que sacar oro. El Gobernador, apesar de nuestra supli

cacion, ha publicado las ordenanzas y provision, de que se ha seguido total destruccion de la isla. Vanse muchos, y si algunos quedan, es por la esperanza V. M. mandará sobreseer,

de que

De mes y medio acá han venido a este puerto dos navios robados de cosarios franceses, uno en el cabo de la Vela, otro en el cabo del Tiburon de la Española. Témese vengan aquí do no hay más defensa que un reparo de madera y tierra, de donde pueden jugar ciertos tiros de pólvora. La ciudad tiene muy pocos propios. Permítasenos echar sisa hasta 300 pesos, o mas si dura la presente guerra. Hasta ahora todo se ha hecho a costa de los vecinos. V. M. ayude embiando arcabuces, ballestas, falconetes y municion, segun tantas veces se nos ha ofrecido. Suplicamos se nos conserve este gobernador. Pedro Pacheco Lope el Franco-Hernando de CastroLope Hurtado Alonso Hurtado Gonzalo Fernandez.

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428.

(Año de 1545.—Febrero 5, Sevilla.)--Donación que el obispo de Cuba, estante en el Monasterio de las Cuevas, hizo al mismo de varias piezas de plata que pesaban cien marcos, de dos esclavos, y de cuantos bienes se hallasen en su recámara al tiempo de su muerte.-(Colec. Muñoz, t. XCII, fol. 118 vto.) 1.

1 No tuvo efecto con todo, apunta el Sr. Muñoz, por el pleito sobre la herencia y concierto que hubo sobre el Colector general de la Cámara apostólica, D. Pedro y D. Iñigo, hermanos del obispo, y el Monasterio.

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