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es bastante remedio para que se haga lo que cumple al descargo de la Real conciencia de vuestra Magestad, y procede de no aver obispo, y creo que abiéndolo se remediara esto. Aca se ha dicho que vuestra Magestad le tiene probeido; hasta agora no se sabe nueba de su benida.

La obra de la yglesia que en esta villa se hace, ba adelante y está mas de la tercia parte hecha, y desde que se comenzó hasta agora, no se a alzado mano della. Con limosnas de particulares que por aqui pasan se a hecho, y el dinero que se a llegado se ba acabando. Tengo temor que por falta dello cesará la obra si vuestra Magestad no socorre con alguna ayuda. Podráse acabar con mill castellanos, como á vuestra Magestad ynformara el padre frai Gregorio de Beteta que lo ha bisto y ba á esos Reynos. De las concesiones que se han hecho para la Cámara de vuestra Magestad, despues que estoi en esta villa, de que tiene merced el espital de ella por cierto tienpo, se hace un quarto bueno para aposento de los pobres incorporado con el que está hecho para yglesia, y a las espaldas del dos casas de rindicion que se arredaron por más de sesenta castellanos.

A dos de dicienbre del año proximo pasado salió de este puerto un navio que venia de la nueva España en conserva de otros navios que yban á esos Reynos, de que era maestre Juan de Luxara, vecino de Triana, y en el yvan pocos pasageros y

ningund dinero de vuestra Magestad, y abiendo desenbocado la canal de Bahama, con rrecio temporal que le dió, se perdió, y la gente que en él vinia se salvó en el batel, y viniendo en demanda de este puerto con tiempo contrario, arribaron á la Florida, junto á los Mártires, adonde los indios que estaban en la costa mataron dos dellos, y de cinquenta y tantas personas que venian, se quedaron diez y nueve en tierra y el resto de la gente vino en el batel y llegaron al puerto de Matanzas, veinte leguas de esta villa, y por tierra vinieron á ella, e certificado de lo que pasava e que los españoles que quedaron en la Florida podrian ser vivos, armé dos bergantines con quarenta personas bien a punto, y con ynstruccion de lo que habian de hazer enbie un capitan con ellos a costa de cierta plata y dinero que trujo el maestre, que hera de alguno de los pasageros que alla avian quedado. Esta gente salió de este puerto á veinte e seis de henero y bolvieron a el a dos de março, e parece que fueron a la parte donde avian quedado los españoles y por la costa y por la tierra los buscaron y no hallaron ninguno, ni aun indios, e truxeron algunos pedaços de ropas y camisas que heran de los que alla quedaron, como todo esto mas largamente vuestra Magestad podrá mandar ver por la ynformacion y proceso que sobre ello hize, que envio juntamente con esta. Entre esta plata que truxo el maestre, que seria al pie de dos mill castellanos, se halló questavan por quintar

doscientos y treinta y nueve marcos de plata, que heran de un Bartolomé Calderon y Hernand Lopez

y Luis de Rojas, que fueron de los que quedaron alla, y hecha la averiguacion, lo adjudique à vuestra Magestad, y dello mandé hacer cargo á los oficiales y reserve su derecho a salbo á cierto denunciador dello que pretendia tener parte. En el socorro que se hizo se gastaron quinientos y quarenta y nueve pesos de oro y por la ynformacion y proceso se verá en que y como se espendieron.

La provision que vuestra Magestad mando librar para la ysla Española y todas las otras partes de las Indias sobre el balor de la moneda, vino a mi poder y se apregonó e guarda e cumple en toda esta ysla sin enbargo de cierta Suplicacion que dello se ynterpuso, porque me parecio que siendo general antes se sigue provecho que no daño.

Sobre negocios tocantes á las cuentas del thesorero Lope Hurtado rescebi una provision y dos cédulas de vuestra Magestad, hasta agora no se an executado porque el thesorero no es benido. Yo estaba de partida para yr a Santiago y por la via de Nueva España y Santo Domingo, de personas particulares tube nueva como entre vuestra Magestad y el rrei de Francia estaba rrota la guerra, y a esta causa diferi mi partida. En fortaleza y puerto he puesto toda buena guarda e recabdo que segund la facultad de la tierra a sido posible, y e enbiado aviso á Santiago para que esten apercebidos. Viniendo un

navio de Santiago de Cuba a este puerto, ques de ciento e veinte toneladas, salió a el un navio frances pequeño y le lonbardeó y llegaron abordar, y con venir en este navio no mas de quinze onbres de pelea, se defendieron y lo hicieron tan bien, que les mataron tres o quatro onbres y el frances tuvo por bien de apartarse sin hacer ningun daño al navio, ecebto que tres honbres vinieron heridos. Llegó este navio a este puerto á beynte y ocho de abril; cada ora estoi esperando aviso de vuestra Magestad sobre esto de la guerra.

Por virtud de una cédula de vuestra Magestad en la cual se manda que todo el oro y plata de que hizieren dexacion en las justicias los maestres de algunos navios que se pierden en estas partes se envie a la casa de la Contratacion de Sevilla, envio el oro y plata de tres navios que estaba en esta villa depositado, que serán mas de noventa mill castellanos, los quales envio en seis navios buenos y bien adereçados do va por capitan el Licenciado Texada. Son parte dellos de difuntos de la Provincia de Honduras y el resto de personas particulares.

Aqui acaescio un caso a tres dias, que por parecerme cosa nueva, y cometido por nuevo género de gente, dare relacion dello á vuestra Magestad, y es que trayendo el alguazil desta villa preso un delinquente por unos palos que habia dado a otro, siete ó ocho frailes de la orden de Señor San Francisco que posaban en la hermita, que avian benido de la

Nueva España, que los principales dellos fueron fray Francisco Toral y fray Juan de la Puerta, salieron al alguazil que venia solo y le quitaron el preso y le maltrataron por quitársele, e recogieron el dilinquente en la hermita, e como supe lo que pasaba fui alla e procure con todas buenas palabras me abriesen y .diesen el preso, e con tenerle ya fuera de la hermita, quando llegué no pude acabar con ellos que abriesen, de cuya cabsa mande romper una puerta y entré, y no hallando el dilinquente, me sali sin pasar a otra cosa mas de lo que aqui digo. Como vuestra Magestad podrá ser ynformado por padres dominicos que ban a esa corte y con haber hecho este eceso, porque rompi la puerta y entré contra su voluntad en la hermita, quedan muy agraviados y dizen que soi el mas mal onbre del mundo. Nuestro Señor la S. C. C. e Real persona de vuestra Magestad guarde por largos tienpos con acrecentamientos de mayores reinos e señorios. De la Habana a IX Mayo de IUDLII años.= De vuestra S. C. C. M. humilde siervo y vasallo que sus reales pies y manos besa. El doctor Angulo.

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