Gramática filosófica de la lengua española

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Imprenta de J. Espinosa, 1831 - 262 páginas
 

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Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 168 - Y citó una estrofa de Garcilaso : Por ti el silencio de la selva umbrosa, por ti la esquividad y apartamiento del solitario monte me agradaba; por ti la verde hierba, el fresco viento el blanco lirio y colorada rosa y dulce primavera deseaba.
Página 180 - Corrientes aguas, puras, cristalinas ; árboles que os estáis mirando en ellas, verde prado de fresca sombra lleno, aves que aquí sembráis vuestras querellas, hiedra que por los árboles caminas, torciendo el paso por su verde seno...
Página 230 - ... que llega hasta, entrándose por sus casas, ponerles la aguja en la mano, y ceñirles la rueca, y menearles el huso entre los dedos. Porque a la verdad, aunque el estado del matrimonio en grado y perfección es menor que el de los continentes o...
Página 194 - Acontece tener un padre un hijo feo y sin gracia alguna, y el amor que le tiene le pone una venda en los ojos para que no vea sus faltas, antes las juzga por discreciones y lindezas y las cuenta a sus amigos por agudezas y donaires.
Página 180 - Oh natura, cuan pocas obras cojas en el mundo son hechas por tu mano ! Creciendo el bien, menguando las congojas el sueño diste al corazón humano para que al despertar más...
Página 231 - Porque dellas sabemos que este estado es el primero y más antiguo de todos los estados, y sabemos que es vivienda no inventada después que nuestra naturaleza se corrompió por el pecado y...
Página 33 - ... carne, el juicio último, con otras cosas de grande cualidad y provecho. Y al fin de todo sobreviene Dios, y habla con Job con forma sensible, y enséñale que, pues es hombre, no se ponga con Dios en cuentas ni quiera apear sus juicios. Y después vuelto á los amigos del, diceles que no han acertado en sus razones y que han afligido sin causa á su amigo, y mándales que se le humillen y le pidan que le ruegue por ellos , y que rogándoselo Job, los perdonará.
Página 200 - ... un romance de legua y media de escritura. Este soldado pues que aquí he pintado, este Vicente de la Roca, este bravo, este galán, este músico, este poeta fué visto y mirado muchas veces de Leandra desde una ventana de su casa que tenía la vista áMa plaza.
Página 32 - Diós ni casti»ga siempre, ni á solos los malos en »esta vida; ni él lo era entonces por »ser pecador y malo. Sobre lo cual, » ansí por la una corno por la otra par.
Página 66 - Idumea y Arabia, entre gente ajena de Dios, gran siervo suyo, y de los bienes de la vida abastado, cercado de hijos y rico de ganados y de familia, y por estas causas en su pueblo y en...

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