1439 CARLOS MORLA VICUÑA. ESTUDIO HISTORICO SOBRE EL DESCUBRIMIENTO Y Y DE LA TIERRA DEL FUEGO Entra ahora en el dominio público la presente obra debida á la pluma de don Carlos Morla Vicuña, cuya pérdida, reciente aún, lloran la diplomacia y las letras nacionales. Escrita por encargo del Gobierno, cuando su autor servía la secretaría de la Legación de Chile en Francia é Inglaterra, debió ser su destino contribuir, de un modo eficaz si no decisivo, á la defensa de los derechos alegados por la República sobre la extremidad austral del continente. Estadistas é historiadores notables habían dado á luz, con los elementos que proporcionaban los archivos y bibliotecas del país, publicaciones tan eruditas como interesantes, gracias á las cuales se hallaba planteada la materia litigiosa en un terreno que podíamos estimar favorable para nuestra causa. El Gobierno, empeñado en allegar mayor número de antecedentes históricos y de datos ilustrativos con que hacer frente á la propaganda argentina, comprendió que restaba por ejecutar un trabajo considerablemente provechoso para la defensa en cuestión. Este trabajo consistía en someter á prolijo exámen los documentos que se guardan en los archivos de España, sobre la historia colonial de estas Repúblicas, á fin de utilizar todos aquellos que tuvieran alguna atingencia con el asunto en debate. Ninguna persona más á propósito que Morla Vicuña para llevar á cabo obra tan delicada. Por los profundos conocimientos que tenía adquiridos sobre la materia; por la ductilidad de su talento, que lo hacía apto para toda clase de empresas en que se requiriera vigor intelectual y por la afición decidida IV que hubiera demostrado á este género de estudios, estaba en condiciones escepcionalmente favorables para salir airoso en el desempeño de la comisión que se le confiaba. Púsose Morla Vicuña á la tarea con toda la dedicación que era de esperarse de su patriótico celo. Exigencias del cargo que servía, que no admitían postergación porque se trataba de los supremos intereses del país, lo obligaron á suspender sus investigaciones durante algun tiempo. Cuando hubo cumplido esos superiores deberes, procedió á reanudarlas y á imprimir el primer volumen de esta obra. Feliz con la abundante cosecha de documentos interesantísimos que había recogido, y halagado acaso con la idea de que la silenciosa obra de benedictino en que estaba empeñado iba á llegar en los momentos en que más se la necesitaría, continuó acopiando material para nuevos volúmenes. Mientras tanto, las negociaciones para arribar á un avenimiento con la República Argentina seguian su curso, y despues de un sinnúmero de incidencias, que son ya del dominio de la historia, terminaban por el tratado de límites celebrado en 23 de Julio de 1881, que, entre otras estipulaciones, establecía como línea divisoria de los dos países la cordillera de los Andes. Así, los esfuerzos gastados por Morla Vicuña, en defensa de los derechos de Chile, quedaban en cierto modo sin utilidad. Su obra, impresa en gran parte á la sazón, perdía la importancia que estaba llamada á tener, tanto por la claridad con que estaban presentados los títulos de la República, y los numerosos y nuevos documentos que contenía, no ménos que por la forma hidalga y cortés en que el autor había envuelto sus alegaciones. En tal situación, hubo de permanecer guardada en el establecimiento tipográfico donde había sido impresa, miéntras llegaba la hora de decidir sobre su suerte. Su aparición no ha podido, sin embargo, ser retardada por más tiempo, dado que en algun momento hubieran existido motivos para mantenerla en esa reserva. Aparte de la intención política que queda explicada, la obra de Morla Vicuña es un libro de historia que podrá ser V consultado con provecho por cuantas personas quieran conocer á fondo y en sus fuentes originales, la manera cómo fueron poblándose estos territorios, cómo se constituyeron las colonias de esta sección de la América, cómo se organizó el régimen que habría de subsistir por más de tres siglos y á cuyas instituciones, hábitos y costumbres será forzoso acudir siempre que se quiera penetrar en el actual modo de ser de nuestras jóvenes nacionalidades. Se equivocaría, pues, quien creyera que este libro es sólo un brillante y erudito alegato, un libro de polémica, aunque de polémica elevada y cultísima como era el espíritu de su autor. Es mucho más que eso. Al rededor del pensamiento fundamental que lo informa y que sirve como de hilo conductor al traves de sus pájinas, nutridas de noticias de todo género, se agrupa una multitud de hechos, no del todo conocidos, por lo menos en sus detalles; de episodios interesantes, que tienen como héroes á conquistadores, viajeros y soldados infatigables, de modo que resulta convertida en una verdadera obra histórica, tanto más importante, cuanto que está completada con una riquísima documentación. Sensible por demas será para los que se interesan por este género de estudios la interrupción de la nota X que quedó inconclusa por estravío de los últimos originales del autor. Ya, pues, que por circunstancias independientes de la voluntad de su autor, falló á su principal propósito, quedará el Estudio histórico sobre el descubrimiento y conquista de la Patagonia, como un monumento de su laboriosidad, de su intelijencia y de su versación histórica, y á este título vendrá á enriquecer la literatura nacional. Santiago, Mayo de 1902. |