Imágenes de páginas
PDF
EPUB

mos, pues, decir la verdad; no hay pasion ni interés humano que nos lo estorbe; ni podria arredrarnos un indigno temor, puesto que no hay riesgo ninguno en decirla en este noble pais. Cierto, que si lo hubiera, la diríamos en voz mas alta.

Lo que en baja, y acaso murmurando al oido, se confiesan todos los valencianos, casi todos los españoles, eso vamos nosotros á proclamar á son de trompeta, enarbolando una bandera de union y de paz. Todos, ó casi todos, se dicen: «El presente es triste, el porvenir amenazador; andando así las cosas, la ruina de España cierta; las teorías mas brillantes, descendidas al terreno de la práctica, háse encontrado, que eran irrision, mentira, farsa.» Y nosotros añadimos: que si la farsa divirtiera solo, no trataríamos de interrumpir su representacion; si solo fuera costosa, esperaríamos que el auditorio, cansado y harto al fin, dejara vacío el teatro; pero como es poco divertida, costosa mucho, y corruptora en demasía, entendemos que dijo bien el que dijo: que seria bueno que se corriese el telon y descansaran los espectadores.

Descanso necesitamos todos, despues de haber andado por tantos y tan errados caminos, tropezando y cayendo, y lastimándonos siempre.

Há muchos años (lo recordamos bien) palpitaron miles de corazones al aspecto de una aurora que prometió un dia mas feliz. Profetas de alegres nuevas nos mostraban cercana la tierra prometida: habia de costarnos escaso trabajo llegar al pais encantado de la paz, de la abundancia, de la felicidad.

Al principio el camino aparecia llano y suave, y aun se veian algunas flores y aguas corrientes; mas á poco fue trasformándose en áspero y pedregoso, y cansados ya preguntamos: ¿Dónde está ese hermoso pais?-Adelante. Y seguimos adelante bajo el peso de la fatiga, sufriendo hambre de justicia y sed de felicidad. ¿Dónde está ese pais de reposo?-Adelante.-Y seguimos ade

lante, y vino sobre nosotros tempestad, y el viento nos azotó, y nos hirió el granizo, y el rayo puso mil veces la muerte á nuestros ojos. ¿Dónde está ¡por Dios Santo! esa tierra prometida? Pues por las sombras que nos rodean, y el frenético delirio de los espíritus, nos parece que entramos en el caos, y que no debe estar lejos el infierno.

De cuando en cuando un intervalo de paz, una tregua; pero nunca gozamos tranquilamente de ella, porque siempre oimos ó fantaseamos oir los sordos pasos de alguna revolucion que avanzaba. Hemos vivido aprisa, con disgusto, inciertos de nuestra suerte y de la suerte de nuestros hijos; y ha habido ocasiones en que, merced al vivo presentimiento de los males futuros, la vida nos ha hastiado, y vimos casi con envidia á los que de un mundo de farsa pasaban al mundo de la verdad.

¡Cuántas palabras pomposas hemos oido! ¡Cuántas esperanzas hemos visto frustradas!

¡Viva el Estatuto Real, obra de una inteligencia sublime! y á poco se le escarneció como triste engendro de una mente raquítica. ¡Viva la Constitucion del año 12! y á poco se la rechazó como no buena para el año 37. ¡Viva la Constitucion del año 37! y á poco se la encontró mala para el año 45. ¡Viva eternamente la Constitucion del año 45! y poco despues: «Abajo esa Constitucion, que no puede impedir la tiranía, ni sabe atajar la inmoralidad.»

Y se hizo una revolucion..... La del 40 fue gloriosa, la del 43 santa, la del 54 moral. Triunfó la moralidad, gracias á eminentes varones, conservadores y progresistas, que á la faz de los hombres y de Dios, estrechándose la mano, se juraron perpétua amistad. Esto fue ayer: ¿qué es hoy de la union liberal?

La Constitucion del 45 estuvo, digámoslo así, de cuerpo presente; en este momento no recordamos si se la llegó á enterrar; pero no hemos olvidado que se espesaron las sombras, y tembló la tierra, y estalló nueva tor

menta; y que al estampido del cañon, enrojecidas miserablemente con sangre española las calles de Madrid, resucitó la Constitucion del 45..... pero con acta adicional.

Pasaron dias, y el acta desapareció, y quedó ella sola..... y hoy el gobierno llama á las Córtes pronunciando él mismo la palabra reforma. ¡Veremos si por fin sale la felicidad del Palacio del Espíritu-Santo; que sí saldrá, si el Espíritu Santo se digna descender sobre los padres de la patria!

¿Qué es esto? ¿En qué consiste que despues de tantas Constituciones promulgadas con estrépito y pompa, y de haber ilustrado el poder los varones mas eminentes, progresistas, moderados, conservadores, se encuentra España todavía tan lejos de la bienaventuranza cien veces prometida? ¿Está el daño en los hombres ó en las cosas? ¿Dónde está? Porque es raro lo que hemos visto cuanto mas leyes, mas corrupcion; cuanto mas ensanche en las formas políticas, mas desenfreno; cuanto mas publicidad, menos vergüenza.

Los ojos superficiales no lo ven; pero el edificio social está ruinoso; va á caer; esta cayendo. Un viento impetuoso que descienda de los Pirineos puede dar con él en tierra, llenando á España de ruinas.

A evitarlo, en cuanto lo consienta la flaqueza de nuestras fuerzas, aspiramos nosotros. Poco valemos, casi nada podemos; mas al pobre honrado se le consiente un arranque de altivez, y nosotros nos creemos con derecho para decir, que somos hombres de bien, que no aborrecemos á nadie, que amamos á todos, que no pretendemos empleo, que no aspiramos á mando..... Mande quien quiera, pero dé á España dias de paz y de justicia.

Ya es tiempo de sacudir caducas preocupaciones y bastardas vergüenzas: ya es tiempo de que los hombres que amen á su patria, vengan de donde vinieren, se acerquen, se conozcan, y trabajen en comun, como buenos hermanos, en favor de una madre desgraciada.

Ya es tiempo de que se proclame, no la union liberal, sino la union española. ¡Pues qué! ¿todos los hombres de buena voluntad, guiados por la conciencia, no queremos lo mismo, esto es, la gloria y el bien de la patria? ¿No pensamos casi lo mismo todos los hombres de buena voluntad, enseñados por esa maestra dolorosa, que tiene por nombre la esperiencia?

Preguntamos á todos: ¿amais sinceramente la Santa Religion de nuestros padres? Pero es injuria preguntarlo, porque son españoles. ¡Viva la Religion! contestarán. La Religion es la cadena de oro, con que dice un poeta, que el mundo está pendiente del cielo. Si fuerza humana pudiese romperla, el mundo se precipitaria en el caos.

¿Amais el Trono de vuestros reyes, y en todo su esplendor y su alteza?.... Mas no contesteis: Covadonga, Las Navas, Lepanto y Bailen responden por vosotros.

¿Amais la libertad..... pero entendámonos, la libertad verdadera?.... ¿Hay quien se asuste á su nombre? ¡fuera ese temor pusilánime! Si álguien lo abriga, venga con nosotros á ese antiguo edificio donde hoy se administra justicia; penetre con nosotros en su magnífico salon de Córtes; mire con nosotros esas nobles figuras, que inmortalizó el pincel de Ribalta, y tiemble su corazon, como el nuestro, de entusiasmo y de orgullo al recuerdo de los fueros de Valencia.

Nosotros amamos con todo el vigor de nuestra alma á la libertad verdadera; no á la que es monopolio, á la que es tiranía, á la que es corrupcion, á la que es farsa.

Amamos á la que es hija del cristianismo, fiadora de todos los derechos, corona de todos los hombres. No queremos la libertad que nació entre el cieno sangriento de las calles de Paris, y anda disfrazada de hipócrita, cuando no corre furiosa como una bacante; queremos la libertad de raza española, y hasta vestida gustamos verla con los gallardos atavíos de nuestra tierra..... mirad atravesar quince siglos, abatido alguna vez, pero noble

y esforzado, al genio de España: va acompañado de sus concilios de Toledo, de sus Córtes de Aragon, ó de sus Consejos de Castilla..... pero siempre va detrás de un rey y de una cruz.

Siguiendo la huella de nuestros padres, aceptamos todo lo bueno que nos han trasmitido los siglos pasados, sin rechazar nada bueno que nos puedan traer los tiempos modernos. Todo lo recogemos, todo lo amamos, y siempre aspiramos á lo mejor. Esta es ley de verdadero progreso; pero esta ley está escrita en el Evangelio.

Catorce años há, en el prospecto de EL PENSAMIENTO DE LA NACION, escribia un hombre, inmortal: «Fijar los principios sobre los cuales debe establecerse en España un gobierno que ni desprecie lo pasado, ni desatienda lo presente, ni pierda de vista el porvenir; un gobierno que, sin desconocer las necesidades de la época, no se olvide de la rica herencia religiosa, social y política que nos legaron nuestros mayores; un gobierno firme sin obstinacion, justiciero sin crueldad, grave y majestuoso sin el irritante desden del orgullo; un gobierno que sea como la clave de un edificio grandioso, donde encuentren cabida todas las opiniones razonables, respeto todos los derechos, proteccion todos los intereses: hé aquí el objeto de la presente publicacion.....» Y hé aquí el de EL PENSAMIENTO DE VALENCIA, añadiremos nosotros. Cierto, nos falta aquella luz divina que los hombres llaman genio, y que Dios encendió en la mente de Jaime Balmes; pero sentimos en el alma el noble deseo que inspiraba á la suya, y confiamos en el ausilio de Dios y en la indulgencia de nuestros amigos y paisanos.

« AnteriorContinuar »